Tlahui-Politic. No. 8, II/1999
AAJ y derechos de asilo como forma de impunidad de Vladimiro Montesinos
Información enviada a Mario Rojas, Director de Tlahui. Perú, a 3 de Octubre, 1999. Per - Declaración de la AAJ sobre la
utilización del derechos de asilo como forma de
impunidad de Vladimiro Montesinos.
Equipo Nizkor, miembro del Serpaj Europa, Derechos Human* Rights (USA) y del GILC (Global Internet Liberty Campaign).
Información.
LA ASOCIACIÓN AMERICANA DE JURISTAS DECLARA QUE EL DERECHO DE ASILO NO PUEDE
SERVIR PARA LA IMPUNIDAD DE IMPUTADOS DE CRÍMENES CONTRA LA HUMANIDAD.
El régimen imperante en el Perú se ha caracterizado por la violación sistemática
y permanente de los derechos humanos, con irrespeto del derecho a la vida y a
la integridad física y psíquica de las personas y una falta absoluta de
garantías para la ciudadanía, en el marco del sometimiento del Parlamento y del
poder judicial al Ejecutivo. Todo ello agravado por el terrorismo de estado
dirigido por un personaje siniestro y corrupto, el Sr. Montesinos, agente de la
CIA ubicado al frente de los servicios de "inteligencia" transformados en centro
de salvajes torturas y asesinatos, con poderes omnímodos.
El cuadro de degradación institucional acentuado por la perpetuación en el
gobierno mediante el fraude electoral, el crecimiento del narcotráfico,
acompañan el descalabro económico-social, con la inmensa mayoría de la población
en la pobreza extrema.
La conducta de la OEA ha sido de complicidad, avalando desde el asalto al poder
absoluto del grupo mafioso de Fujimori-Montesinos cuando disolvió el Congreso,
la primera reelección y luego la segunda al margen de la Constitución. Esta
conducta de la OEA adquiere ribetes de escándalo con la presión sobre el
gobierno panameño, que acompaña la de USA, para que conceda asilo al criminal
Montesinos.
No obstante, la lucha del pueblo peruano que reclama el fin de la dictadura ha
crecido impetuosamente y el régimen trata de ganar tiempo mediante una extraña
renuncia de Fujimori a un año de plazo, lapso en el que tratará de maniobrar
para revertir la situación, y poniendo a salvo a Montesinos, inculpado de
numerosos crímenes, facilitando su huida a Panamá en avión especial, portando
según información periodística $25.000.000, robados al erario público. En esta
maniobra ha participado decisivamente el gobierno de los Estados Unidos, bajo el
pretexto de que así se facilita la instalación de la democracia.
FRENTE A ELLO LA AAJ DECLARA:
1. Que mantiene su firme defensa del derecho de asilo para los perseguidos
políticos;
2. Que ese derecho no debe ser utilizado para la impunidad de los responsables
de crímenes comunes y mucho menos de los autores de delitos de lesa humanidad.
3. Que en consecuencia requiere del gobierno panameño rechace el pedido de
asilo formulado por el Sr. Montesinos, y lo reenvíe al Perú.
4. Que se impone el desmantelamiento inmediato del aparato de represión
fujimorista, la expulsión de los responsables de violaciones a los derechos
humanos de las fuerzas armadas y los servicios de seguridad y penitenciarios y
su enjuiciamiento conforme a derecho, la libertad de los presos políticos, la
revisión de todas las condenas dictadas por jueces sin rostro y/o sin las
garantías del debido proceso, la investigación a fondo del asalto a la Embajada
del Japón y especialmente de las circunstancias en que fue asesinado el Dr.
Carlos Ernesto Giusti Acuña y los integrantes del grupo autor de la ocupación y
toma de rehenes.
5. Que es necesario un acuerdo de todas las fuerzas políticas y sociales
democráticas del Perú para la inmediata formación de un gobierno provisional de
transición que comience la ejecución de las medidas señaladas y convoque a
elecciones generales presidenciales y legislativas trasparentes, que
aseguren iguales oportunidades de participación para todos los peruanos.
1 de octubre de 2000
Asociación Americana de Juristas.
EL CUENTO DEL GOLPE DE VLADIMIRO MONTESINOS Y DE FUJIMORI COMO GUARDIÁN DE LA
DEMOCRACIA.
Uno de los más exitosos operativos sicosociales de la década está en marcha, el
cuento del golpe de Estado. Asustados congresistas de oposición han recorrido
los medios de comunicación llamando a respaldar a Alberto Fujimori, para evitar
la ruptura del orden democrático y defender la Constitución. ¡Cómo si el Perú
estuviera en una democracia y existiera una Constitución vigente, es decir,
reglas del juego claras y aceptadas por todos!
Y ahora resulta que Alberto Fujimori, según estos congresistas, es la garantía
viviente de la democracia y el orden constitucional. El mismo Fujimori que
facilitó y protegió la fuga de Vladimiro Montesinos. El mismo Fujimori que el
domingo pasado se exhibía orondo, al lado de la
cúpula militar. El mismo Fujimori que trató de aprobar el vergonzoso decreto
elevando a Vladimiro Montesinos a la categoría de héroe nacional.
El mismo Fujimori que, según la versión de un testigo presencial, la congresista
Cecilia Martínez del Solar, ordenó a su bancada la defensa del corrompido
tránsfuga Alberto Kouri, hoy defenestrado con los votos de sus propios
compañeros. El Fujimori que, huérfano de apoyo, ha corrido a los Estados Unidos
para pedir, desesperado, un respaldo que ya perdió internamente.
El Fujimori que se escapó el jueves vergonzosamente por la puerta falsa de la
sede de la OEA en Washington, para evitar enfrentarse a Baruch Ivcher y a la
prensa internacional. Ese es el símbolo democrático al que algunos llaman a
defender.
Asustados por el cuento del golpe, los congresistas de todas las bancadas
acudieron raudos al Congreso, donde la impertérrita Martha Hildebrandt, elegida
por una mayoría espuria y corrompida, sigue dirigiendo las sesiones.
La solitaria excepción de Luis Solari es realmente una saludable anomalía, en
ese conjunto de personas que, de espaldas a la realidad siguen apuntalando los
escombros de un régimen descompuesto. Solari ha tomado la decisión personal de
no asistir a las sesiones, por lo menos hasta que se cambie a la directiva. Y ha
señalado, con razón, que la mayoría del país está harta de este agravamiento de
la crisis y de la obcecación del fujimorismo.
Sin embargo, muchos políticos y medios de prensa han caído en la trampa de la
cúpula militar. Los militares han circulado las versiones del golpe, haciendo
creer a varias personas que era inminente el asalto de los tanques a Palacio.
Ellos han propalado varias versiones, en algunas de las cuales
colocarían a Francisco Tudela como presidente títere, en otras a Ricardo Márquez
y hasta a Carlos Boloña. Todo eso no es más que un completo disparate, porque la
cúpula no tiene ninguna posibilidad de hacerse del poder.
Pero lo más asombroso es el enorme éxito que ha tenido la camarilla castrense en
este operativo sicosocial. Uno de sus resultados ha sido que los videos,
anunciados desde el 14 de Septiembre, siguen ocultos y no se difunden, quizás
porque aquellos que los tienen están también aterrados con desencadenar el
anunciado golpe.
Otra consecuencia es que se ha suscitado una abierta discrepancia entre las
fuerzas opositoras. Algunos, como Fernando Olivera, han tragado el anzuelo.
Mientras que otros, como Perú Posible y Avancemos, se muestran más
circunspectos. El Alcalde Alberto Andrade ha dicho también algo de sentido
común, un golpe anunciado no tiene perspectivas de éxito.
En suma, la camarilla montesinista, débil y asediada, ha tomado la ofensiva y
puesto en retirada a parte de la oposición, y ha hecho correr a Fujimori a
buscar apoyo en Washington.
Mientras tanto, muy pocos demandan lo elemental, el inmediato licenciamiento de
José Villanueva y la cúpula militar inepta y corrompida. Esa es una necesidad
básica para transitar realmente hacia
la democracia. Y es algo perfectamente alcanzable de inmediato.
[Fuente: Escribe Fernando Rospigliosi para Imediaperu.com, agencia de Prensa,
29sep00]
TRANSICIÓN DEMOCRÁTICA EN PERÚ: SER O NO SER, ESA ES LA CUESTIÓN
Javier Diez Canseco
La profunda e irreversible crisis que sacude al régimen fujimorista sigue
inexorablemente su camino. Nadie puede dudar, salvo quizás las "utilísimas que
integran la mesa directiva del Congreso tránsfuga", que Fujimori tendrá que
dejar el gobierno. Indudablemente se abrirá una transición política en la que se
modificarán las relaciones de poder establecidas durante el
fujimorato.
El proceso, como es lógico, no asemeja un plácido "té de señoras" como algunos
ilusamente quisieran. Si el régimen autoritario, cívico-militar, se instaló
mediante un golpe de estado, en medio de turbulencias y múltiples violaciones a
todo la legalidad y las instituciones imaginables, resulta absurdo pensar que su
fin y su posible desmontaje se dé libre de resistencias, convulsiones y
polvaredas. Es comprensible que ello asuste y confunda algunos peruanos. Pero es
difícil aceptar que ello ocurra con
políticos tan corridos como Fernando Olivera, Lourdes Flores y ciertos sectores
de la oposición democrática parlamentaria.
Lo que hoy está sobre la mesa es simple. ¿Damos curso a una auténtica transición
democrática, integral, que desmonte el aparato dictatorial y corrupto que
Fujimori y Montesinos armaron durante 10 años, y que encare cambios de la
política económica y el modelo capitalista salvaje que ha fracasado
estruendosamente? ¿O caminamos a una transición tutelada,
manipulada y mediatizada, "pinochetista", en la que el fuji-montecinismo reserva
cuotas claves de poder en el Estado, pacta políticas de borrón y cuenta nueva,
cogobierne y se mantiene agazapado para recuperar el poder?
Esta cuestión se define en función de 4 asuntos.
¿Quien conduce el proceso? Esto es fundamental. ¿Debe y puede Fujimori conducir
un proceso hacia elecciones democráticas? Nuestra respuesta es directa: No. Las
razones son claras. Fujimori, asociado a Montesinos y la cúpula militar que
manejaron, es cabeza del aparato autoritario, centralista y corrupto que
sufrimos y rechazamos. Es, además, el arquitecto
de la política neoliberal, del capitalismo salvaje que ha destrozado la
industria y el agro, ha precarizado el empleo y los salarios, ha multiplicado el
desempleo, y ha extranjerizado los centros de decisión económica. ¿Va Fujimori a
ir contra sus intereses y sus concepciones? ¿Se va a auto condenar por la
corrupción y los crímenes de su régimen? NO.
Fujimori carece legitimidad o autoridad moral para conducir este proceso. Hijo
del fraude, la trampa y la corrupción, negoció junto a Montesinos la compra de
los tránsfugas. Así lo revelan sus declaraciones, el 4 de Agosto, anunciando que
pronto llegarían a más de 100 oficialistas. Es de igual calaña que Montesinos. Y
ahora busca su legitimidad en el extranjero, con
los norteamericanos que apadrinaron a su socio Montesinos, en lugar de dar la
cara a los peruanos. ¡Cómo puede Olivera apoyar esto!
Por ello, Fujimori y su gabinete Salas-Boloña no pueden dar salidas ajustadas a
la "constitucionalidad" que algunos reclaman, pues son hijos de la negación de
la Constitución, del golpismo y el fraude. Peor aún, son tan débiles que han
cedido a todo lo exigido por su socio Montesinos y su entorno militar. ¿Qué
pueden garantizar al país? Nada. Un gobierno provisional, de emergencia
nacional, es indispensable para llevar adelante elecciones democráticas.
¿En qué espacios políticos se definen las alternativas? El Congreso está
descartado, visto como un esencia de la inmoralidad, desautorizado
políticamente. Así, 82% de los encuestados demandan un Congreso sin tránsfugas,
pero la reciente sesión del Parlamento se limitó a sancionar a Kouri con 120
días de suspensión, sin mencionar a los demás tránsfugas, ni a Montesinos y Cia.
Para colmo, lo hizo lavando la cara a Perú 2000, banda autora de la moción
votada unánimemente. ¡Qué pérdida de brújula de algunos! El único espacio, a
pesar de sus problemas es el que promueve la OEA, debiendo los delegados de
partidos democráticos y los de la sociedad civil abrirse a otros sectores y dar
cuenta a un espectro más amplio que el
que representan hoy.
¿Cuáles son los actores centrales del proceso? La movilización política de
masas, en calles y plazas, abrió paso a esta crisis y al proceso democratizador.
Fueron las gentes quienes resolvieron la falta de unidad y de dirección en el
proceso electoral que los dirigentes no pudieron resolver. ¿Cómo pueden algunos
querer desarmar su movilización y su acción, garantía central de la
democratización anhelada? Actores centrales son las gentes, las organizaciones
políticas y sociales democráticas.
Finalmente, ¿cuáles son los contenidos de los cambios? Deben implicar el desarme
del aparato de la dictadura en las FFAA, PNP e Inteligencia, y la administración
del Estado: Poder Judicial, Fiscalía, JNE y ONPE, Tribunal Constitucional,
Congreso. Pero también hay que responder al trasfondo del malestar de los
peruanos: cambios en la política económica para abrir paso
a la justicia y el progreso que los peruanos reclaman con razón. Estas son las
claves del ser o no ser.
Lima, 2oct00
From: Editor Equipo Nizkor nizkor@teleline.es
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