Tlahui-Politic. No. 8, II/1999
MLN-29: Proclama "Vientos de Guerra en América Latina"
Información enviada a Mario Rojas, Director de Tlahui. Panamá, a 14 de Agosto, 1999. PANAMÁ: MLN-29: Proclama "Vientos de Guerra en América Latina".
PROCLAMA DEL MLN-29
A los pueblos de América Latina y del Mundo
Al pueblo norteamericano
Al pueblo panameño
VIENTOS DE GUERRA EN AMÉRICA LATINA
Con el derrumbe del campo socialista y el fin de la "Guerra Fría" se rompió
el equilibrio de un mundo bipolar. Implacablemente las potencias
imperialistas impusieron la política económica neoliberal a los pueblos del
llamado tercer mundo, a los países ex socialistas y a su propia clase
obrera. Paralelamente, con el imperialismo yanqui a la cabeza, han venido
ejerciendo el papel de gendarmes internacionales desconociendo el derecho de
soberanía de las naciones.
Escenario Mundial
En las dos últimas décadas el mundo ha sido testigo de las intervenciones,
invasiones y agresiones desatadas por las fuerzas imperialistas. Somalia,
Haití y Panamá son ejemplo de ello. Pero si brutal y descarnada fue la
agresión contra Irak donde se empleó la más avanzada maquinaria y tecnología
militar imaginable, hemos asistido en los últimos días a una criminal guerra
de exterminio contra el pueblo serbio en Yugoslavia donde puentes,
carreteras, ferrocarriles, convoyes, trenes, buses, usinas, medios de
comunicación, fábricas, viviendas, escuelas, hospitales, sedes diplomáticas
y población civil, fueron cobardemente tomadas como objetivos militares al
ser bombardeados a propósito o por "error" durante 79 días.
Consideramos como grave la complicidad de la ONU y de su Consejo de
Seguridad, así como de la alianza militar de la OTAN y los gobiernos de los
países miembros de la misma que son utilizados para los fines agresivos del
imperialismo yanqui. Pero peor aún es la nueva concepción estratégica de la
OTAN y su doctrina del "derecho a la intervención global" desconociendo el
derecho de soberanía de las naciones y su integridad territorial. Esta
nueva doctrina proclama el "derecho" a intervenir por las siguientes causas:
tráfico de drogas, terrorismo internacional, (irónicamente) violación de los
derechos humanos y conflictos internos. Como podemos ver no hay pueblo,
nación o país que escape a la amenaza de agresión militar de la OTAN dada la
arbitraria interpretación que pueden dar a las causales para "justificar" la
agresión y violación a la autonomía de los Estados.
Colombia y su Entorno
Durante los últimos años las fuerzas revolucionarias que luchan por la
liberación nacional y social de Colombia han tenido un crecimiento y
fortalecimiento incuestionable, así lo demuestra su capacidad operativa y
los contundentes y devastadores golpes militares dados al ejército oficial
colombiano.
Esto viene ocurriendo, pese a la claudicación del M-19 y otras fuerzas
menores que negociaron su desarme y desmovilización; pese a la estrategia de
guerra total adoptada por los sucesivos gobiernos colombianos con la
creación de nuevos impuestos de guerra, el aumento del pie de fuerza, con la
creación de las "brigadas móviles" tipo "boinas verdes" financiadas y
entrenadas por el Pentágono, pese a ser Colombia el tercer país en el mundo
que recibe más ayuda militar de los EE. UU. (289 millones anuales) con el
disfraz de la lucha anti drogas (entrenamiento, asesoría, asistencia
técnica, información, armamento, aviones, helicópteros artillados y de
transporte, naves y lanchas rápidas, dinero, etc.); y pese a la guerra sucia
contra la población civil y las fuerzas democráticas y progresistas
ejecutada por los paramilitares que actúan asistidos y protegidos por el
ejército oficial colombiano, terratenientes, narcotraficantes y empresarios.
El presidente Andrés Pastrana, asesorado y apoyado por sectores del
Departamento de Estado de EE.UU., pretende derrotar ideológicamente a las
fuerzas insurgentes y vencerlas políticamente en el proceso de negociación.
Su estrategia consiste en procurar obtener en la mesa de negociación la
victoria político-militar que no han podido lograr en el campo de batalla y
en "las mentes y los corazones" del pueblo colombiano. Se trata de esta
manera de repetir la experiencia del proceso de paz en Centro América.
Al tiempo que se da este proceso de negociación, las fuerzas más
reaccionarias del ejército y de la burguesía colombiana aupados por la CIA y
el Pentágono, vienen preparando condiciones para caer con toda la fuerza del
imperio y de sus aliados regionales sobre las fuerzas de la guerrilla y el
pueblo colombiano.
Lo expuesto aquí tiene su sustentación en hechos concretos y comprobables:
A raíz de la derrota infringida por las fuerzas patrióticas panameñas a los
intentos del imperialismo yanqui y del gobierno entreguista del PRD por
concretar un tratado para permitir la continuación de la presencia de tropas
norteamericanas en suelo panameño con el pretexto de operar un supuesto
Centro Multilateral Antidrogas (CMA), los gringos han lanzado una ofensiva
político-diplomática para establecer en los países limítrofes o cercanos a
Colombia puestos avanzados de operaciones militares (llamados FOL por sus
siglas en inglés). Este cerco se viene logrando con puestos FOL en Manta
(Ecuador), Aruba y Curazao; y se viene presionando a Venezuela que ha
negado, hasta la fecha, el permiso para que aviones de espionaje y de guerra
norteamericanos vuelen en sus operaciones sobre suelo venezolano. Sin
embargo, sí ha autorizado la instalación de radares en su territorio.
El Ministro de Defensa, Luis Fernando Ramíres, y el jefe del ejército,
Fernando Tapias, viajaron recientemente a Washington para pedir 500 millones
de dólares para modernizar el ejército en dos años. Por su lado, el general
Barry Mc Caffrey, jefe de la lucha antidrogas del Gobierno de EE.UU. ha
pedido una ayuda de mil millones de dólares destinados mayormente al
ejército oficial colombiano "para la guerra contra las drogas".
El 23 de julio un avión espía norteamericano tipo Havilland RC-7 con cinco
soldados gringos y dos colombianos se estrelló en Los Andes en el suroeste
de Colombia.
A partir de este hecho que los evidenció, se viene admitiendo en los medios
de comunicación norteamericanos la presencia de 100 a 200 instructores y
técnicos en aeronáutica estacionados en Colombia, de la presencia permanente
de instructores gringos en la escuela de selva del ejército ecuatoriano y en
la escuela de combate ribereño del ejército peruano.
El 29 de julio el New York Times señaló que "EE.UU. está entrenando un nuevo
batallón antidrogas de mil soldados". Se les entrena en inteligencia,
operaciones fluviales, comunicaciones y vigilancia. "Pero lo más interesante
del nuevo batallón de elite colombiano es que su enemigo principal será la
guerrilla, no los narcotraficantes. Con el argumento de que estos
guerrilleros se financian del narcotráfico, Washington ha comenzado a alegar
que ya no se puede distinguir entre los dos grupos" (BBJ).
Efectivamente, con el fin de buscarle justificación a su intervención
militar en el conflicto interno de Colombia y procurando confundir a los
pueblos colombiano y norteamericano, así como a la comunidad internacional,
los imperialistas norteamericanos han acuñado el término "narco-guerrilla"
para referirse indistintamente a las fuerzas revolucionarias y a los
narcotraficantes.
Según el diario El Espectador (Bogotá) "El Departamento de Estado daría a
las FARC y al ELN la condición de 'narcoguerrilla' (...). Con este
calificativo el Departamento de Estado lograría que los países vecinos de
Colombia accedan a conformar una fuerza multilateral, amparados en un
acuerdo internacional, y además reduciría las críticas en el Congreso de
EE.UU."
Igualmente, en el plano interno, las fuerzas represivas y la reacción
emplean la misma táctica en su esfuerzo por desorientar a la población
colombiana y embrollarla políticamente utilizando de manera indistinta la
expresión "los violentos" para referirse tanto a la guerrilla como a los
paramilitares.
A fines del pasado mes de junio, Vladimiro Montesinos (asesor de seguridad
de Fujimori) informaba al Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas de Perú
sobre los planes de la CIA y el Pentágono de intervenir militarmente en
Colombia con la participación de los ejércitos de Ecuador y Perú. En la
operación participarían 120 mil hombres, más dos divisiones
aerotransportadas, fuerzas especiales del ejército de tierra, tres
divisiones de marines y 200 aviones C-5 y C-141. La operación duraría de 45
a 60 días. Esta información fue hecha pública por medios peruanos,
argentinos y españoles.
Los planes del Departamento de Defensa de EE.UU. Son los de concertar un
acuerdo multilateral para involucrar a todos los vecinos de Colombia (Perú,
Ecuador, Brasil, Venezuela y Panamá) en una aventura militar que contempla
tareas de inteligencia, logística y operaciones militares. Los gringos
buscan escudarse y justificarse con la complicidad de los gobiernos de estos
y otros países latinoamericanos. De paso los yanquis eluden los riesgos de
la confrontación terrestre utilizando tropas latinoamericanas como carne de
cañón. El síndrome de Vietnam pesa mucho en la sociedad norteamericana y no
soportaría ver a sus "muchachos" regresar a EE.UU. en bolsas de plástico,
dada la conocida capacidad militar de las fuerzas insurgentes colombianas.
¿También Cuba?
Podemos apreciar que los planes de agresión e intervención militar del
Departamento de Estado de EE.UU., la CIA y el Pentágono, no se limitan a las
fronteras de Colombia y que involucra en sus planes de guerra a los países
vecinos de ésta. Pero va más allá todavía, EE.UU. negocia con Costa Rica la
instalación de un FOL en este país y cada vez se habla más de la utilización
de las bases yanquis en Honduras (Palmerolas). Aún más, con el pretexto de
combatir a la "narcoguerrilla" se plantea involucrar cada vez más al Comando
Sur del ejército norteamericano estacionado con bases en Miami y Puerto
Rico. Vinculado a los planes de agresión en Colombia, el Comando Sur viene
coordinando con la CIA, el Centro de Conflictos de Baja Intensidad y la DEA.
Todo lo anterior amplía el escenario de guerra... y deja a Cuba dentro del
mismo. Ahora bien, si tomamos en cuenta la tradición intervencionista de
los yanquis y las nuevas concepciones estratégicas de la OTAN de desconocer
la soberanía de las naciones y reclamar el derecho (sic) de intervenir en
países aun fuera de su escenario habitual, podemos comprender que se corre
el peligro de que los halcones y fascistas gringos y europeos podrían estar
planeando pasar de la agresión mediante el bloqueo económico, las
provocaciones y las amenazas, a algunas de sus modalidades de agresión
militar directa en Cuba.
La modalidad de guerra mercenaria fue derrotada en Playa Girón en abril de
1961. Pensamos que dada la fortaleza políticas y militar de la Revolución
Cubana, se optaría por la modalidad de bombardeo masivo sobre objetivos
civiles y militares empleada en Irak y más recientemente en Yugoslavia.
Adicionalmente, EE.UU. cuenta con el enclave militar de Guantánamo que
facilita la agresión, ya no sólo por aire, sino además por mar y tierra.
Esta posibilidad se hace cada vez más probable si observamos que Cuba viene
siendo objeto de una fuerte campaña propagandista de descrédito y de ataques
políticos y diplomáticos. Acusaciones de violación a los Derechos Humanos
(después de múltiples intentos, por primera vez el imperialismo logra que
Cuba sea condenada en la Comisión de Derechos Humanos de Ginebra), reclamos
y amenazas de inversionistas de Europa y Canadá so pretexto de violación de
los Derechos Humanos, interferencia en los asuntos internos de Cuba en
relación a la condena de tres mercenarios y a la modificación del código
penal cubano, provocaciones aéreas y marítimas en territorio cubano por
parte de los "gusanos" de Miami y condenas judiciales contra el gobierno
cubano, incremento del apoyo a mercenarios que operan en Cuba como ONG's,
"comités de derechos humanos", "disidentes", "periodistas independientes" y
"partidos políticos"; permisión de las autoridades norteamericanas en el
tráfico humano y legalización de la emigración de balseros; incremento en
las provocaciones, sobornos y aliento a las deserciones de atletas cubanos;
acusaciones de que Cuba está produciendo y almacenando armas bacteriológicas
y químicas; imputación en el sentido de que Cuba, utilizando tecnología
china, está interfiriendo las comunicaciones en territorio norteamericano;
inculpaciones de que Cuba se encuentra involucrada en una gran red
internacional de narcotráfico...
En Panamá
Las relaciones contractuales entre Panamá y Estados Unidos obligan a los
gringos a desalojar las bases militares establecidas en nuestro país. Si
bien EE.UU. declara que cumplirá con este compromiso y formalmente ha
procedido al desalojo de algunas de ellas, existen algunos graves problemas
en torno a esta situación.
Desde principios de siglo, y al margen de cualquier acuerdo o tratado, los
EE.UU. instalaron bases militares en Panamá con la excusa de defender el
Canal. En el período de la Segunda Guerra Mundial el ejército
norteamericano ocupó más de 100 bases y sitios de defensa a lo largo y ancho
del país. Durante la ocupación de estos sitios de defensa fueron utilizados
para realizar pruebas, ensayos y prácticas de todo tipo de municiones,
granadas, bombas, etc. Muchas de estas municiones y explosivos no detonaron
y se encuentran diseminados por el territorio nacional. Pasada la
conflagración mundial se siguieron haciendo prácticas y ensayos en
polígonos, bases y otros sitios.
Además de las balas, minas y otros explosivos, en nuestro territorio se han
venido haciendo pruebas de armas químicas y bacteriológicas. La población
panameña se encuentra expuesta a estos explosivos y sustancias peligrosas.
Año tras años se suceden hechos en los cuales ciudadanos panameños, sobre
todo niños y campesinos, resultan mutilados o muertos por estos artefactos.
Sin embargo, con la excusa de no querer perjudicar la ecología, de no contar
con la tecnología adecuada y de no estar contemplado en los tratados, los
EE.UU. se niegan a limpiar las áreas contaminadas. Esté o no contemplado en
los tratados, es su elemental deber moral limpiar lo que han contaminado.
A nuestro entender, la negativa de los gringos a limpiar y descontaminar las
áreas afectadas, constituye una maniobra y chantaje para recuperar la
posibilidad de permanecer con bases y tropas en Panamá después de 1999.
Derrotado el intento del gobierno de Clinton y su lacayo Pérez Balladares
por retener bases militares yanquis en Panamá más allá del presente siglo
con la fachada de un centro anti drogas (CMA), se alzan voces conservadoras
en los EE.UU. planteando franca y abiertamente el interés de mantener bases
militares en Panamá, especialmente la base aérea de Howard.
La propuesta y presión que se ejerce para lograr la permanencia de tropas
gringas en Panamá tiene como excusa el tráfico de drogas, pero también hay
nuevos elementos. La provocación montada en la frontera y la presencia de
bandidos y paramilitares, sirve de justificación para que EE.UU. ofrezca sus
servicios supuestamente para proteger nuestro territorio (cuando son ellos
quienes han violado permanentemente nuestra soberanía) porque Panamá carece
de capacidad para ello por no contar con ejército. Además, alegan, estos
hechos junto al avance de la insurgencia colombiana ponen en peligro la
seguridad del canal.
Llama poderosamente la atención y resultan preocupantes los contactos,
consultas y probables negociaciones de la hoy presidenta electa, Mireya
Moscoso y de algunos de sus más cercanos colaboradores con congresistas y
funcionarios del gobierno norteamericano. Antes y después de las
elecciones, Mireya Moscoso se reúne con el embajador de EE.UU. en Panamá,
Simón Ferro; después de las elecciones del 2 de mayo se reunió con el
enviado especial del gobierno de Clinton para América Latina, Braddy Mc Kay;
luego recibió a los asesores del Comité de Asuntos Internacionales de la
Cámara de Representantes que preside el ultraderechista Benjamin Gilman, los
señores Stephen Rademaker y Cales Mc Carry; se señala que Arturo Vallarino,
primer vicepresidente electo, se reunió en Washington con el
ultraconservador presidente del Comité de Relaciones Exteriores del Senado
de EE.UU., Jesse Helms; J.J. Vallarino, presidente de MORENA (partido de la
alianza de Mireya Moscoso) viajó a hacer "lobby" en Washington; Mireya
Moscoso realizó un viaje de descanso a Europa con escala en EE.UU. y luego
fue de vacaciones a Disneylandia (con su hijo de 9 años), se supone que en
estos viajes tuvo contacto con funcionarios norteamericanos. Más
recientemente, el 6 de agosto de 1999, Mireya Moscoso visitó el buque USS
Carter Hall, que junto a buques de Colombia, Venezuela y Panamá, realizaron
maniobras en altamar anfibias, fluviales y de puerto, como parte de las
operaciones UNITAS, avalando así las mismas.
También es digno tener presente al analizar esta situación, no sólo el
entreguismo de la oligarquía criolla, sino la capacidad que tienen los
gringos para chantajear a la burguesía y a los gobiernos panameños. La
configuración de la economía panameña, predominantemente de comercio y
servicios, junto a la mentalidad mercantil de las clases dominantes
acostumbradas a la ganancia fácil y rápida, predispone al lucrativo negocio
del lavado de dinero proveniente del tráfico de drogas. La Zona Libre de
Colón, el Centro Financiero Internacional, el uso del dólar norteamericano,
las empresas de seguro y reaseguro, la ley de sociedades anónimas, las
compañías de papel, firmas de abogados internacionales, la corrupción de
funcionarios públicos vinculados a narcotraficantes, los narcodólares en las
campañas electorales, los negocios de construcción y bienes y raíces, etc.,
se prestan para estos fines.
Aunado a lo anterior, las declaraciones del jefe del Comando Sur de EE.UU.,
general Charles Wilhelm ante la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado
gringo, no dejan lugar a dudas respecto a cuales son los planes y la
disposición del imperialismo yanqui frente a la situación regional. Según
el general Wilhelm "Panamá no es capaz de proteger sus fronteras de las
repetidas incursiones de guerrilleros de las FARC en la provincia del
Darién". "Panamá no tiene ni los hombres, ni el entrenamiento ni el equipo
para enfrentar el tipo de amenaza que representan las FARC en la frontera",
Luego agregaría enfáticamente, "Nosotros estamos muy conscientes de nuestra
obligación de intervenir, de acuerdo a los tratados de neutralidad, sea en
cooperación con los panameños o de manera unilateral, si las condiciones lo
requieren" "Estamos preparando planes de contingencia para tal
eventualidad".
Los Patriotas y Revolucionarios Panameños
Condenamos el carácter agresivo y criminal de la OTAN y de las fuerzas
imperialistas, así como su doctrina de intervención global y su concepto de
soberanía limitada que pone a todos los pueblos a merced de la más
sofisticada maquinaria de guerra, según dicten los intereses, la
interpretación y la voluntad de las fuerzas del capital internacional que
pretenden hacer del mundo su aldea global.
Denunciamos ante la faz del mundo los planes de agresión militar del
imperialismo yanqui contra el pueblo colombiano, contra la Revolución Cubana
y contra la soberanía e integridad de la nación panameña.
Los planes bélicos norteamericanos de convertir a Colombia y sus vecinos,
así como a países de Centro América y el Caribe en escenario de su guerra
injusta, a la larga conducen al hundimiento del propio imperialismo en el
infierno de sangre y fuego al contribuir a "crear (aún en contra de su
voluntad) dos, tres... muchos Vietnam" en Los Andes, las Amazonas y la
Cuenca del Caribe.
Rechazamos cualquier forma de presencia de bases y tropas extranjeras en
nuestro territorio, sea abierta o encubierta (CMA, FOL u otra), sea
permanente o temporal.
Igualmente rechazamos cualquier forma de utilización de nuestro territorio
por parte de las Fuerzas Armadas norteamericanas o cualquiera de sus
agencias, ya sea para operaciones de espionaje, logística o maniobras de
agresión militar contra otros pueblos de Nuestra América.
Advertimos al actual gobierno panameño y al próximo a instalarse el 1° de
septiembre, que deben abstenerse de involucrar al Estado panameño en el
conflicto social y militar que vive la sociedad colombiana.
Proclamamos:
· Que en este preciso instante de la historia de la nación panameña el deber
fundamental de todo patriota y ciudadano istmeño es el de luchar contra la
naturaleza agresiva del imperialismo y contra el Tratado de Neutralidad
Torrijos-Carter y todas sus enmiendas que nos convierten en un protectorado
yanqui, como admitiera Omar Torrijos cuando lo firmó diciendo: "Panamá queda
bajo el paraguas del Pentágono". Es nuestro deber ineludible luchar por
desconocerlo, denunciarlo y abrogarlo.
· El sagrado derecho del pueblo panameño a consolidar su soberanía sobre
todo el territorio nacional sin injerencias ni tropas extranjeras.
· El derecho y el deber de todo panameño de defender la integridad
territorial de la Patria Istmeña.
· Que el pueblo panameño sostiene muy en alto las banderas bolivarianas de
solidaridad y unión latinoamericanos y que los patriotas istmeños hacemos
honor al internacionalismo revolucionario al declarar que estamos dispuestos
a correr la misma suerte de nuestros hermanos de la Gran Patria
Latinoamericana hoy en lucha por el derecho a vivir en paz y con dignidad.
¡Crear dos, tres... muchos Vietnam es la consigna!
¡Haremos del Canal la tumba del imperialismo yanqui!
¡La pelea es peleando, liberación o muerte!
Agosto de 1999.
Dirección Nacional del
Movimiento de Liberación Nacional 29 de Noviembre
(MLN-29)
From: Comité Internacionalista Arco Iris ale.ramon@numerica.it
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