Tlahui-Politic. No. 8, II/1999
II. La OMC/WTO viola la Declaración Universal de los Derechos Humanos
Información enviada a Mario Rojas, Director de Tlahui. Notas Internacionales, a 17 de Diciembre, 1999. OMC/WTO - 2/2 Una organización ilegal que viola la
Declaración Universal de los Derechos Humanos.
Equipo Nizkor, miembro del Serpaj Europa, Derechos Human* Rights (USA) y del GILC (Global Internet Liberty Campaign).
Información.
LA ORGANIZACIÓN MUNDIAL DEL COMERCIO (OMC): UNA ORGANIZACIÓN ILEGAL QUE ATENTA CONTRA LA DECLARACIÓN UNIVERSAL DE LOS DERECHOS HUMANOS.
Por Michel Chossudovsky*
CONTINUACIÓN. PARTE DOS.
ANÁLISIS Y EVALUACIÓN DEL NUEVO ORDEN MUNDIAL.
Frente a la economía global y la devastación social, ¿es realmente necesaria una "Auditoria"
(oficial) tal cual se defiende en la "Declaración de los miembros de la sociedad civil
internacional" para averiguar lo que está pasando? Algunas de las críticas de las Ong's
involucradas en el dialogo con la OMC, incluidos los sindicatos, argumentan que la liberalización
del comercio tiene impactos tanto positivos como negativos. Esta postura es ambigua: los impactos
devastadores de la "globalización" son de todos conocidos y están bien documentados, la comunidad
de Ong's ya ha producido una gran cantidad de análisis crítico y de investigación sobre el tema.
Además, la propuesta de auditoría afecta a la legitimidad de la OMC, y presupone que hay errores
y que "hablemos y detengamos este sistema" durante unos años "mientras lo revaluamos".
¿Necesitamos una auditoria para averiguar si el mundo "está o no" en crisis? ¿Por quién será
llevada a cabo está auditoría y para quién?. Las Ong's clave "asociadas" ya se han posicionado
para emprender los pertinentes estudios sobre la cuestión. Muchas de las organizaciones que han
firmado y suscripto la Declaración desconocían que la Auditoría era parte del "diálogo" entre la
OMC y los gobiernos occidentales. Y estos contratos de auditoría, implementados sector por sector
y de manera
"políticamente correcta", según las directrices preestablecidas por las agencias donantes,
tardarán varios años en finalizarse.
La realización de una Auditoria ya ha sido aceptada por la Unión Europea en sus consultas con las
Ong's. El ex Comisionado Europeo Sir León Brittan, ha propuesto, en 1998, en nombre de la Unión
Europea "el encargo de un estudio sobre el impacto de la nueva Ronda sobre el desarrollo
sostenible" (Comisión Europea, op. cit.). En otras palabras, la Auditoria forma también parte de
la Agenda Oficial de la Ronda de Seattle. Entre tanto, mientras la Auditoría se está llevando a
cabo las destrucción económica, social y medioambiental no se detendrá.
LA RONDA DEL MILENIO YA FUNCIONA "DE FACTO".
Lo que le está sucediendo al sistema mundial no dependa exclusivamente de los resultados de la
Ronda del Milenio. Tenemos que entender que en muchos países en desarrollo muchas de las
cláusulas de la Ronda del Milenio son ya un hecho consumado. Forman parte de los
"condicionamientos contenidos en los acuerdo de préstamos ad hoc con el FMI y el Banco Mundial".
Bajo programas de ajuste estructural así como en el contexto de los llamados "Acuerdos bailout"
promocionados por el FMI (v.g. Indonesia, Tailandia, Corea del Sur, Brasil), los países en
desarrollo ya se han comprometido a muchas de las propuestas contenidas en la Ronda del Milenio.
Además, los delegados de los países del Tercer Mundo, que han acudido a Seattle, tienen las manos
atadas ya que el voto de la mayoría de los ministro de Comercio de los países en desarrollo en
la Conferencia Ministerial de Seattle está controlado por los acreedores occidentales. Es
improbable que las delegaciones oficiales de los países en desarrollo manifiesten una gran
oposición.
Muchos países en desarrollo han aceptado, en el contexto de los acuerdos suscriptos con las
instituciones de Bretton Woods para liberalizar el comercio, desregular los movimientos de
capitales, privatizar el sector público, desmantelar los programas sociales y otorgar
"tratamiento nacional" a los inversores extranjeros en gran número de sectores de la actividad
económica, incluidos los servicios, la banca, etc. Estas disposiciones vienen normalmente
acompañadas de un "programa de bancarrota" bajo la supervisión del Banco Mundial, con vistas a
activar la liquidación de las empresas nacionales competitivas. Se implanta un "ambiente
favorecedor del libre comercio" (sin recurrir a las clausulas de la OMC que afectan al acceso
efectivo a los mercados), se provoca el desplazamiento y la destrucción y desplazamiento de los
productores nacionales, y los países son consecuentemente recolonizados...
Los banqueros de Wall Street y los magnates de los mayores conglomerados de negocios a nivel
mundial están indefectiblemente detrás de este proceso. Actúan regularmente como intermediarios
con el FMI, el Banco Mundial y los funcionarios de la OMC en reuniones cerradas así como en
numerosas conferencias internacionales. Además, también participan en estas reuniones y consultas
los representantes de poderosos grupos de presión económicos a nivel global, incluyendo la Cámara
Internacional de Comercio (ICC), el Dialogo Empresarial Transatlántico (TABD) (que reúne en sus
congresos anuales a los líderes de los mayores conglomerados económicos occidentales con
políticos y funcionarios de la OMC), el Consejo Norteamericano para las Grandes Empresas (USCIB),
el Foro de Davos de la Economía Mundial, el Instituto de Financiero Internacional, en
representación de los bancos e instituciones financieras más grandes del mundo, etc. Otras
organizaciones "semi secretas" que desempeñan un importante papel en el diseño de las
instituciones del nuevo orden mundial, incluyen la Comisión Trilateral, el Bildebergers y el
Consejo de Relaciones Exteriores.
LA DESREGULACIÓN FINANCIERA.
Y para colmo de males, la "sincronización perfecta": la desregulación del sistema de banca
norteamericano había sido aprobada por el senado norteamericano apenas seis semanas antes de la
Ronda del Milenio en Seattle. La nueva legislación favorece una concentración sin precedentes del
poder financiero global. Como resultado de largas negociaciones que concluyeron en la madrugada
del día 22oct99, todas las limitaciones regulatorias sobre los poderosos conglomerados de la
Banca de Wall Street, fueron revocadas "de un plumazo". Bajo las nuevas normas ratificadas por el
Senado norteamericano y aprobadas por el presidente Clinton, los bancos comerciales, las firmas
de corredores de bolsa, los fondos de compensación, los inversores institucionales, los fondos de
pensiones y las compañías de seguros pueden asociarse para invertir libremente en los operaciones
financieras comunes, así como integrar su operativa financiera. Esta legislación supone el
rechazo de la ley Glass-Steagall Act de 1933, uno de los pilares del "New Deal" del presidente
Roosevelt y que fue implementado para hacer frente al clima de corrupción, a la manipulación
financiera y a las prácticas de "insider trading" que condujeron a más de 5.000 quiebras de
bancos en los años posteriores a la gran crisis de 1929.(10).
En otras palabra, un puñado de conglomerados financieros se harán con el control efectivo de toda
la industria de servicios financieros de los Estados Unidos. No es casualidad que estos mismos
gigantes financieros de Wall Street sean también los principales beneficiarios de la
desregulación de los servicios financieros bajo el Acuerdo General sobre Comercio de Servicios
(GATS), que otorga "tratamiento nacional" a los gigantes de Wall Street en los sectores de la
banca, los seguros, los servicios de corredores de bolsa, los servicios actuariales, etc. El GATS
está prácticamente hecho a medida para aplicar esta nueva legislación norteamericana sobre
servicios financieros. Los gigantes financieros supervisan la economía real en todo el mundo, son
acreedores y accionistas de las industrias de alta tecnología, de defensa, de las grandes
petroleras y consorcios mineros, etc. Además, como suscriptores de deuda pública, tienen bajo su
control a los políticos y a los gobiernos nacionales. En último termino, serán los grandes
beneficiarios de las reformas que se proponen en Seattle.
Por otra parte, las cláusulas del fracasado AMI, llamadas a otorgar "tratamiento nacional" a los
bancos extranjeros y corporaciones multinacionales (conduciendo a la dislocación de municipios y
gobiernos locales) están también en proceso de convertirse en un hecho consumado. Los
conglomerados financieros están hoy plenamente integrados con las compañías de seguros. A su vez
éstas supervisan y controlan a las multinacionales proveedoras de los sistemas de salud, que
están ejerciendo una activa presión en Seattle en pro de la desregulación de los servicios
públicos de salud bajo el GATS, lo que constituye un ataque directo a las instituciones del
Estado de Bienestar. Estas conquistas resultado de la luchas de todo el período posterior a la II
Guerra Mundial pueden desaparecer.
El enfrentamiento a nivel mundial, para apropiarse de la riqueza a través de la "manipulación
financiera" es la fuerza real que se esconde tras esta reestructuración de la arquitectura
financiera global de la que esta nueva legislación norteamericana sobre la banca y la Ronda de
Seattle son partes necesarias. De acuerdo con la OMC, la legislación norteamericana favorece la
eliminación de las barreras que existen frente a la libre circulación del capital financiero. En
la práctica sirve para fortalecer a los principales jugadores de Wall Street incluyendo a Merril
Lynch, Citigroup, J.P. Morgan, Deutsche Bank, Banker Trust, etc. aumentando su capacidad de
desarrollar una posición hegemónica en la banca internacional, eclipsando y en último término
desestabilizando los sistemas financieros en Asia, América Latina y el Este de Europa.... y este
proceso está en marcha al margen de los resultados de la Ronda del Milenio.
LA EMBESTIDA ESPECULATIVA
A su vez, la desregulación financiera en los Estados Unidos crea un ambiente permisivo para el
comercio especulativo en todo el mundo. Por su parte, la Ronda del Milenio al promover la
desregulación de los movimientos de capital otorgará mayor legitimidad al comercio especulativo y
por lo tanto favorecerá que Wall Street extienda su dominio financiero global.
El control institucional sobre los canales del comercio especulativo otorga a los gigantes
financieros de los Estados Unidos y la Unión Europea las herramientas necesarias para manipular
la moneda y los mercados de valores y socavar la función de los Bancos Centrales. El objetivo
último es tomar el control de las políticas monetarias y supervisar los mercados financieros a
nivel global. Sólo en cuestión de meses, en la crisis asiática de 1997, fueron confiscados de las
reservas de los bancos centrales asiáticos más 100 mil millones; similares especulativas se
llevaron a cabo en Rusia en 1998 y en Brasil en 1999. La consecuencia del mercado de derivados y
opciones incluyendo el "short shelling" de las monedas nacionales ha sido la embestida
especulativa que condujo a la crisis masiva de la deuda externa y al colapso financiero. Está
bien documentado que el FMI jugo un papel clave al facilitar la embestida especulativa en
beneficio de las instituciones financieras occidentales y japoneses.
En una cruel ironía, el uso de estos atroces instrumentos especulativos se vio formalmente
legitimado en el Quinto Protocolo sobre el Acuerdo General sobre de Servicios (GATS)
inmediatamente después de la crisis asiática. Obviando por completo los riesgos inminentes, las
negociaciones del protocolo del GATS, coincidieron cronológicamente (Octubre 1997) con la caída
de los mercados de valores en todo el mundo.
GUERRA Y GLOBALIZACIÓN.
Y la guerra es también parte de la Ronda del Milenio. ¿Qué les ocurre a los países que se niegan
a desregularizar el comercio y la inversión extranjera y a otorgar "tratamiento nacional" a los
bancos y corporaciones multinacionales occidentales? Los aparatos occidentales de inteligencia
militar y sus burocracias asociadas mantienen relaciones directas con las elites financieras. El
FMI, el Banco Mundial y la OMC se encargan de controlar las reformas económicas a nivel nacional,
también colaboran con la OTAN y sus varias empresas de "mantenimiento de la paz", por no
mencionar la financiación de la reconstrucción que sigue al término de los conflictos bajo los
auspicios de las instituciones de Bretton Woods...
A las puertas del tercer milenio la guerra y el libre mercado van cogidos de la mano. La guerra
no requiere de un tratado de inversión multilateral (v.g. AMI) que requiera una legitimación vía
derecho internacional: "la guerra es el AMI de último recurso". La guerra destruye físicamente lo
que no ha sido desmantelado a través de la desregulación, la privatización y la imposición de
reformas de libre mercado. La completa colonización mediante la guerra y el establecimiento de
protectorados equivale a otorgar "tratamiento nacional" a los bancos occidentales y las
corporaciones multinacionales en todos los sectores de la actividad. La "diplomacia de los
misiles" es una réplica y una emulación de la "diplomacia de las cañoneras" usada para
salvaguardar el "libre comercio" en el siglo XIX. La misión norteamericana Cushing a China en
1844 (a raíz de las guerras del Opio) sirvió de advertencia al gobierno de la China imperial "que
el rechazar las demandas norteamericanas puede ser interpretado como una incitación a la guerra".
(11)
la "Ronda de Seattle" se propone la recolonización " pacífica" de países mediante la manipulación
de las fuerzas del mercado, v.g. mediante la "mano invisible". Con todo, constituye una forma de
guerra.
En general, los peligros de la guerra han de ser entendidos. Guerra y Globalización no son
cuestiones separadas. La campaña de la ciudadanía en contra de la OMC ha de integrarse con el
movimiento pacifista en contra del bombardeo de países soberanos por parte de los Estados Unidos
y los aliados europeos.
EL DESARME DEL NUEVO ORDEN MUNDIAL
La OMC, surgida de un "acuerdo técnico" (el Acta Final de la Ronda Uruguay) otorga y salvaguarda
los derechos 'legales' de bancos y corporaciones internacionales. Por su parte, el Acuerdo de
Marrakech de 1994 establece procedimientos, incluyendo acuerdos extrajudiciales, que se
encuentran ahora convenientemente por el derecho internacional pero que violan los derechos de
los ciudadanos de todo el mundo.
Bajo las normas de la OMC, los bancos y las corporaciones multinacionales pueden manipular
legítimamente en ventaja propia las fuerzas del mercado conduciendo a la completa recolonización
de las economías nacionales. En otras palabras, las disposiciones de la OMC otorgan instituciones
financieras globales y corporaciones multinacionales en su propósito de desestabilizar
instituciones, conducir a los productores nacionales a la bancarrota y en último término, hacerse
con el control de países enteros.
Además, el Acuerdo instituye formalmente una "división triangular de la autoridad" entre la OMC y
sus organizaciones hermanas, el FMI y el Banco Mundial en un sistema de "vigilancia global" de
las políticas económicas y sociales de los países en desarrollo. Esto quiere decir que el
reforzamiento de las recetas políticas del FMI y del Banco Mundial dejará de ser bisagra de los
acuerdo ad hoc para niveles de préstamos a países determinados (que no son documentos
"jurídicamente vinculantes"). Todas las cláusulas principales de la mortífera "medicina
económica" recetadas por el FMI encontrarán una salvaguardia permanente bajo la Ronda de Seattle.
Los países no solamente vendrán "obligados" por su deuda externa, sino que se convertirán en
"esclavos" permanentes de un órgano internacional controlado por los sindicatos empresariales más
grandes del mundo. Estas disposiciones de la OMC sentarán la base para el control de la política
de los países (y la implementación de los "condicionamientos") según el derecho internacional.
En otras palabras, debemos actuar en relación con la "iniquidad" e "ilegalidad" originales del
Acta Final de la Ronda Uruguay por la que se crea la OMC como organización "totalitaria". No
queda otra alternativa más que rechazar la OMC en cuanto institución internacional, etiquetarla
como "Organización Ilegal". Dicho de otro modo todo el proceso ha de ser enteramente rechazado.
Y esto quiere decir que los movimiento de ciudadanos de todo el mundo deben presionar sobre sus
gobiernos para que sin más demora retiren y cancelen su pertenencia a la OMC.
Deben iniciarse también procedimiento jurídicos en tribunales nacionales contra los gobiernos de
los estados parte, poniendo de relieve la flagrante violación de las legislaciones internas y
constituciones nacionales.
En otras palabras, la plataforma de los ciudadanos en Seattle y en el mundo entero debe
orientarse hacia el desarme de este sistema económico y el desmantelamiento de sus instituciones.
No podemos posponer nuestra lucha y "esperar" varios años a que se concluya una "Auditoría"
mientras el mundo es consumido y destruido. Debemos actuar ahora. Debemos poner en cuestión la
legitimidad de una sistema que, en último término, destruye las vidas de la gente.
Debemos desafiar a los políticos y funcionarios internacionales, debemos desenmascarar sus
insidiosos vínculos con los poderos intereses financieros y eventualmente reconsiderar y
transformar las instituciones estatales quitándoselas de las garras a las elites financieras. A
su vez, debemos "democratizar" el sistema económico y su estructura de gestión, desafiar la gran
concentración de la propiedad y riqueza privada, desarmar los mercados financieros, congelar el
comercio especulativo, detener el lavado de dinero sucio, desmantelar el sistema de banca
Offshore, redistribuir el ingreso y la riqueza, restaurar los derechos de los productores
directos y reconstruir el estado del bienestar.
Al mismo tiempo, debemos también crear las condiciones para una paz mundial duradera. El aparato
militar - industrial y de seguridad que sostiene estos intereses financieros deber ser
desmantelado, lo que también quiere decir que debemos abolir la OTAN y eliminar progresivamente
la industria de armamentos.
Debemos combatir las "mentiras de los medios de comunicación" y las "falsedades globales" que
sostienen la OMC y los poderosos intereses que esta favorece. Debemos combatir el "falso
consenso" de Washington y Wall Street por el que se ordena el "sistema de libre mercado", como la
única elección posible en el camino hacia la futura "prosperidad global". Este consenso es ahora
compartido por todos los partidos políticos incluidos los socialdemócratas.
Para alcanzar estos objetivos debemos restaurar la libertad real de la prensa. Los gigantes de
los medios de comunicación a nivel global fabrican las noticias distorsionando abiertamente el
curso de los acontecimientos mundiales. A su vez, debemos romper la "falta conciencia" que invade
nuestras sociedades, impide el debate crítico y enmascara la verdad. En último término, impide la
comprensión colectiva del funcionamiento de un sistema económico que destruye las vidas de la
gente. La única promesa del "libre mercado" es la de un mundo de latifundistas, fábricas
cerradas, trabajadores sin trabajo y programas sociales vacíos con una "amarga medicina
económica" bajo la OMC y el FMI como única receta. Debemos restaurar la verdad, debemos devolver
la soberanía a nuestros países y al pueblo.
La lucha ha de tener una base amplia y democrática y debe permeabilizar todos los sectores de la
sociedad a todos los niveles, en todos los países, uniendo a trabajadores, agricultores,
productores independientes, pequeños empresarios, profesionales, artistas, funcionarios públicos,
miembros del clero, estudiantes e intelectuales para presionar unitariamente. Los ciudadanos
deben unirse horizontalmente más allá de los intereses sectoriales, para crear una conciencia
colectiva y común acerca de cómo el sistema económico destruye y empobrece. La "globalización" de
esta lucha es fundamental y requiere de un grado de solidaridad e internacionalismo sin
precedente en la historia mundial. El sistema económico global se nutre de la división social
entre y dentro de los países. Más alla de Seattle, la unidad propósitos y la coordinación a nivel
mundial entre diversos grupos y movimientos sociales es crucial. Se necesita un mayo empuje que
agrupe a los movimientos sociales en las grandes regiones del mundo bajo un propósito y
compromiso común encaminado a la eliminación de la pobreza y una paz mundial duradera.
NOTAS: (cont.)
10. Ver Martín McLaughlin, "Clinton Republicans agree to Deregulation of US Banking System",
World Socialist website, 1 November 1999.
11. Citado en Michel Chossudovsky, Towards Capitalist Restoration, Chinese socialism after Mao,
Macmillan, London, 1986, p. 134).
[Nota documental del Equipo Nizkor: El original en inglés del artículo de Michel Chossudovsky está
disponible en el sitio de la Transnational Foundation for Peace and Future Research, bajo el
título original en inglés "Seattle And Beyond: Disarming The New World Order". La versión en
español es una traducción del original en inglés realizada por el Equipo Nizkor. El autor,
*Michel Chossudovsky es Profesor de Economía de la Universidad de Ottawa y autor de "The
Globalization of Poverty, Impacts of IMF and World Bank Reforms", Third World Network, Penang and
Zed Books, London, 1997. El autor es consejero de la TFF.]
PARA MÁS INFORMACIÓN SOBRE ESTE ARTICULO:
Michel Chossudovsky. Department of Economics, University of Ottawa, Ottawa, K1N6N5
Buzón de voz: 1-613-562-5800, ext. 1415, Fax: 1-514-425-6224
Mailto: chossudovsky@videotron.ca
From: Editor Equipo Nizkor nizkor@teleline.es
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