Tlahui-Politic. No. 8, II/1999
Pensamiento de Fidel sobre la globalización
Información enviada a Mario Rojas, Director de Tlahui. Cuba, a 7 de Septiembre, 1999. CUBA: Pensamiento de Fidel sobre la globalización, por Sergio Ramírez.
La Globalización y las consecuencias que significan para los pueblos del
Tercer Mundo, son temas abordados este último tiempo, en forma preferente,
por Fidel Castro. Actualizar y analizar su pensamiento, aunque sea
considerando algunos de sus discursos, permite encontrar respuesta a muchos
interrogantes que nacen desde sectores de izquierda y, al mismo tiempo,
visualizar mejor las tareas revolucionarias del presente de quienes están
por cambiar el sistema capitalista imperante. En función de tales
objetivos, este primer paso en torno al tema.
Fidel Castro ha realizado una denuncia permanente sobre la existencia
existencia en el planeta de un gobierno de facto que impone a su libre
albedrío decisiones militares, políticas y económicas. En efecto, en el
"Encuentro Internacional de Economistas sobre Globalización y Problemas del
Desarrollo", efectuado en La Habana, preguntaba. ¿Por qué las empresas de
propiedad norteamericana situadas en cualquier lugar del mundo no pueden
vender ni un tornillo en Cuba?". Así ejemplificaba un hecho concreto de la
realidad mundial "entre veinte más que podemos citar". Sobre la existencia
de ese gobierno mundial, agregaba: "nosotros por lo menos lo sabemos,
aunque estamos en rebeldía con el gobierno mundial y pagando las
consecuencias". Además, preguntó si existe o no un gobierno mundial que
disparó cohetes contra una fábrica en Sudán porque, según afirmaba, era
propiedad de alguien que ordenó estallar bombas en embajadas
norteamericanas. Algunas que fueron lanzadas contra Afganistán, cayeron en
Pakistán, pues, aunque son armas inteligentes algunas se equivocan,
expresó. También lanzaron unos 200 cohetes contra Iraq. Un país poderoso
con todo tipo de armas nucleares que perfeccionan constantemente, que gasta
más dinero en armamentos que durante la guerra fría, que lanza bombas a
diestra y siniestra sin preguntarle a nadie, ¿qué es ese gobierno y qué es
este mundo?, reiteró, para añadir: Un gobierno que decide qué fábrica y qué
producto producido con materias primas, obreros de un país determinado, sea
Francia, sea Italia, sea Suiza, no pueda vender nada. Un gobierno que
decide a quién le dan crédito o no en el Fondo Monetario Internacional, y
cuando ellos quieren no hay crédito en el Banco Mundial.
Las citas anteriores son una perfecta y adecuada síntesis para describir al
gobierno de facto, al gendarme internacional, que ejerce tanta y tan brutal
presión e imparte órdenes en forma cínica y descarnada que son obedecidas
por la mayoría casi absoluta de los gobernantes del mundo. Son escasos los
que no se inclinan ante sus exigencias e intereses. "Somos algunos de los
que no les hacemos caso nunca, pero creo que quedamos muy pocos", decía
Fidel.
Contra esos "muy pocos", Estados Unidos concentra todo su poder de
destrucción, toda su maquinaria económica, militar, diplomática y
publicitaria. En lo que respecta a Cuba se necesitarían escribir varios
tomos para sólo resumir la historia de agresiones armadas, sabotaje, guerra
económica, etc. de que ha sido objeto desde el mismo días del triunfo de la
Revolución Cubana. La demanda presentada por el pueblo cubano contra los
EE:UU, es una valiosa síntesis de la acción del imperio contra la Isla de
Martí.
Fidel Castro en la reunión indicada presentaba nuevos antecedentes de la
acción de ese "gobierno mundial". Relató que hay reuniones de todos los
países de América Latina en las que no puede ir Cuba por la oposición de
Estados Unidos. "Pero estamos presentes en Naciones Unidas, los No
Alineados, en los 77 y hasta en la Cumbre Iberoamericana, de las que no nos
pueden botar". Además Cuba está como observadora en el Tratado de Lomé
porque los 71 miembros de esa convención unánimemente la apoyaron, también
en diferentes torneos y reuniones caribeñas, latinoamericanas y con países
de la Comunidad Europea, etc.
GLOBALIZAR LA SOLIDARIDAD
Pese a la guerra económica y a las permanentes agresiones desatadas por
diferentes administraciones norteamericanas, el pueblo cubano y su gobierno
revolucionario levantan más en alto las banderas del socialismo y la
solidaridad internacional. Por éso Fidel Castro, interpretando el
pensamiento y determinaciones de su pueblo, en el encuentro señalado,
enfatizó el tema de la soberanía y y ratificó los sentimientos
internacionalistas de la Revolución cubana, al señalar que no le dolería
"renunciar a nuestra soberanía en aras de la humanidad". Ratificaba así que
no le tiene ningún temor a un mundo unido, a un mundo con una dirección
solidaria, pues la humanidad la necesita. Desarrollando el tema, enfatizó
que se está entrando en una época en que se tiene que empezar a conciliar
los conceptos de la soberanía, del Estado nacional, por alguna forma de
soberanía mundial. "Cuando Martí dijo que Patria es humanidad expresó un
concepto del siglo XXI y lo dijo a fines del siglo XIX. Y cuando un oficial
español (el capitán Federico Capdevila) quebró su espada ante el
fusilamiento de ocho inocentes estudiantes de medicina en 1871, dijo antes
de la Patria está la humanidad. Cualquier soñador de los que hay en el
mundo pudiera soñar esto: Que la humanidad fuera una gran Patria de todos y
las tecnologías y muchas cosas que se hacen debían servir para eso".
La realidad mundial señala que la crisis económica global será más
profunda, en relación directa con el tiempo que se tarde en adoptar cambios
profundos al sistema neoliberal imperante. La crítica al fracaso del
sistema capitalista, para resolver los problemas de millones de seres que
viven en la pobreza y marginalidad, que permanentemente formula Castro van
acompañadas de frases de esperanzas: "Ojalá que el talento y la
nacionalidad hagan prevalecer la conciencia de que los problemas deben
resolverse de una vez, sin grandes crisis, ni guerras".
La respuesta a los grandes desafíos de la humanidad, según el líder cubano
expresara en una de sus intervenciones en el VII Congreso de la Unión de
Periodistas de Cuba (UPEC), pasa por "globalizar la solidaridad", dado que
el proceso de globalización actual, impulsado bajo la hegemonía de una sola
potencia, ha traído desastrosas consecuencias en el orden económico, social
y político para el mundo e incluso para el medio ambiente. "No puede haber
-dijo Fidel Castro- globalización de la solidaridad sin una distribución
equitativa, sin socialismo, en dos palabras, la globalización de la
solidaridad será comunista". Esta afirmación está fundamentada en que la
realidad actual y los procesos en desarrollo señalan que después de esta
globalización neoliberal vendrá inevitablemente una catástrofe. En el
pensamiento de Fidel está presente la idea de que ese mundo egoísta y
deshumanizado se está hundiendo irremediablemente: "Si hay una cosa segura:
se hunde ese mundo y hay que preparar a las masas para ese mundo que
vendrá, porque no podemos regresar a la época de las cavernas". Expresaba
así un pensamiento optimista, a diferencia de muchos de los ideólogos del
neoliberalismo, que no ocultan su pesimismo sobre la evolución del mundo.
Con respecto a la Isla Heroica que decidió resistir a pesar de la
desaparición de la URSS y el resto del campo socialista de Europa Oriental
y está dispuesta a seguir resistiendo el tiempo que sea necesario, expresó:
"Ya hemos logrado el objetivo de sobrevivir". Las agresiones y planes de
destrucción del sistema socialista de Cuba, impulsados por EE.UU., están
condenados al fracaso porque la propuesta de democracia, similar al modelo
norteamericano, y la pretensión de convertirse en juez de los demás países
en torno a la defensa de los DD.HH. se estrellan contra los intereses y
deseos de los pueblos. Frente a tales pretensiones, Fidel denunciaba: "No
se puede hablar de democracia con una parte de la gente durmiendo debajo
de los puentes, mientras un solo hombre tiene miles de millones de dólares,
el equivalente al Producto Interno Bruto de muchos países".
VERTIENTE IDEOLÓGICA INAGOTABLE
La realidad actual señala que se reorganizan y fortalecen las fuerzas
revolucionarias, populares y progresista, que luchan contra el
neoliberalismo y el imperialismo. Fidel decía en el acto de clausura del
Seminario Juvenil y Estudiantil Internacional sobre el Neoliberalismo: "El
siglo que se inicia va a ser el siglo de los fantasmas que estarán siempre
delante de esas ideas retrógradas, de esos sistemas explotadores, de esas
burdas y ridículas pretensiones de crear cosas con las que ya algunos
soñaron hace mucho: un imperio milenario. Formamos filas entre aquellos que
no creen en el imperio milenario, sino de los que creen en el triunfo
milenario y definitivo de la Humanidad". Por lo cual, se impone a los
millones de seres humanos, que están sufriendo los horrores de las
políticas agresivas de una superpotencia, desafíos superiores a los
enfrentados en cualquier etapa anterior en la historia de la Humanidad. Sin
embargo, Fidel ha expresado su optimismo porque la situación del mundo
cambiará y no en siglos sino en décadas porque los fenómenos que están
sucediendo avanzan muy rápido y el potencial explosivo que ha creado el
sistema capitalista hará que se derrumbe más temprano que tarde. Además
señalaba que la tarea de enfrentar esos retos será de la juventud: "Serán
ustedes los que tendrán que salvar las identidades, alcanzar la unidad,
llevar a cabo esos sueños, y para ello tendrán que armarse de las mejores
ideas y de los mejores sentimientos humanos, dijo a los asistentes al
seminario.
El pensamiento de Fidel sobre la globalización neoliberal y las tareas para
el cambio de tal realidad, es una vertiente ideológica inagotable, en la
cual los revolucionarios pueden y deben pertrecharse de sus ideas. Porque
para que un proyecto socialista, como el de la Revolución Cubana, sea
factible en otros países de la región se necesita un poder revolucionario y
popular, que no se agote en el control del Estado sino que sea la suma de
la capacidad, la voluntad y la inteligencia de todo el pueblo decidido a
construir su propia alternativa, como concretamente se ejemplifica en la
Isla de Martí.
EJEMPLOS Y ENSEÑANZAS A CONSIDERAR
Resulta evidente que si bien Cuba enfrenta una situación económica
extremadamente compleja, no es menos cierto que, desde otro punto de vista,
tiene condiciones excepcionalmente favorables para superar los problemas
que el bloqueo económico le provoca, porque cuenta con el poder político,
económico y militar y, especialmente con el apoyo y voluntad del pueblo.
Lógicamente, cuesta pensar que, sin esas premisas, se pueda aspirar a
unificar a las heterogéneas sociedades latinoamericanas para que emprendan
de inmediato la construcción del socialismo. Tal perspectiva está, en esas
condiciones, llena de problemas y dificultades a resolver, que Ernesto Che
Guevara enfatizaban en pensamiento plenamente vigente. El Che dijo: "El
subdesarrollo por un lado y la habitual fuga de capitales hacia los países
"civilizados" por otro, hacen imposible un cambio rápido y sin
sacrificios".
A pesar de tales factores a su favor, el sistema capitalista contribuye
eficazmente a cavar su propia tumba. En efecto, el neoliberalismo coloca a
cientos de millones de personas en una situación mucho más dura y de
mayores sacrificios que la que en Cuba definen como "período especial", en
el cual cuenten con prestaciones de seguridad social, estabilidad y
beneficios sociales que los cubanos disfrutan y con la confianza de que
nadie quedará desprotegido y desvalido. Con las anteriores afirmaciones no
se trata de establecer dogmáticamente que todo es perfecto en la sociedad
cubana. Comparto plenamente lo que el Che afirmara: "El socialismo es joven
y tiene errores". La Revolución Cubana necesita perfeccionarse y lo está
haciendo. El socialismo cubano, que ha soportado las prueba del tiempo, de
las adversidades y de las agresiones que durante más de 4 décadas ha
desatado EE.UU.; es un proyecto que el pueblo está dispuesto a preservar y
defender, precisamente para perfeccionar.
Los pueblos latinoamericanos serán capaces de construir la nueva sociedad
asumiendo los principios básicos del socialismo y, fundamentalmente, de
acuerdo sus propias realidades nacionales. Ni el Gobierno ni el Pueblo
cubano pretenden que su sociedad socialista sea un modelo a copiar. La
"copia" fue una de las prácticas más negativas de la izquierda. Cada país
tiene condiciones y características diferentes y, por tanto, deberá
elegir sus propias vías y los ingredientes de su proyecto nacional de
construcción del poder revolucionario y popular. No obstante, la
experiencia cubana contribuye, además, en el período actual a destruir el
mito de que la globalización neoliberal indefectiblemente impone una camisa
de fuerza que hace imposible adoptar políticas independientes en beneficio
nacional porque conllevan a la autarquía, a la pérdida de los mercados y de
las fuentes de inversión. En tal sentido, la experiencia cubana brinda, en
la época actual, ejemplos y enseñanzas que deben ser consideradas en las
perspectivas revolucionarias de los pueblos y de sus destacamento
revolucionarios.
A pesar del bloqueo., agravado por las leyes Torricelli y Helms-Burton,
Cuba comercia, atrae inversiones extranjeras, y su economía comenzó una
paulatina pero sólida recuperación, como parte de un proyecto de desarrollo
basado eminentemente en la propiedad social sobre los medios de producción
y en la búsqueda de la eficiencia del sector estatal de la economía. Es el
esfuerzo del Estado socialista y del apoyo del pueblo a su obra, lo que
permite superar esta etapa de resistencia e iniciar el período de
recuperación, consolidación y desarrollo de los logros del socialismo.
Tales éxitos, en la nueva realidad mundial, son estímulos para la lucha de
los pueblos que libran combates contra el sistema dominante y por construir
un nuevo modelo social, fundamentado en los valores del socialismo. Tal
perspectiva es posible. El capitalismo no es monolítico. Afirmación que no
excluye la constatación de que su tendencia principal es a unificarse en la
defensa de sus intereses estratégicos, pero cuando se enfrenta a una
situación consolidada, como la de Cuba, se manifiestan sus contradicciones
internas.
En la lucha contra la globalización neoliberal y por una alternativa
revolucionaria al capitalismo convergen los intereses de trabajadores y
otros sectores en los países de América Latina. Cuba es ejemplo de como la
unidad y consecuencia revolucionaria de un pueblo permiten alcanzar el
poder, construir un sistema político, social y económico basado en la
igualdad, defender las conquistas de la Revolución, rechazar las agresiones
imperialistas y, estar dispuesto, permanentemente, a perfeccionar su
sistema socialista y a expresar su solidaridad internacionalista.
From: Comité Internacionalista Arco Iris ale.ramon@numerica.it
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