Tlahui-Politic. No. 8, II/1999
La organización criminal AUC amenaza a la diócesis de Apartadó y Quibdó
Información enviada a Mario Rojas, Director de Tlahui. Colombia, a 17 de Diciembre, 1999. Col - La organización criminal AUC amenaza a la
diócesis de Apartadó y Quibdó.
Equipo Nizkor, miembro del Serpaj Europa, Derechos Human Rights (USA) y del GILC (Global Internet Liberty Campaign).
Solidaridad Urgente.
PIDEN APOYO PARA LAS DIÓCESIS DE APARTADÓ Y QUIBDÓ ANTE LOS HECHOS Y AMENAZAS ACAECIDOS DURANTE LOS MESES DE OCTUBRE Y NOVIEMBRE DE 1999
En carta abierta de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) dirigida al padre Leonidas Moreno,
de la Diócesis de Apartadó, se dice: "...Nuevamente recurrimos a usted [sic]... para que impida
que estas comunidades sean utilizadas por la guerrilla como estrategia de guerra, así está
sucediendo...", sigue la carta: "De esto no son culpables los miembros de las comunidades sino
sus creadores". Se advierte al padre "es su deber aclarar y corregir esta preocupante situación,
sólo así impediría que la corrijamos nosotros (ver carta abierta de las AUC 31/10/99).
Según Comunicado de la Diócesis de Apartadó y Quibdó, "Recientemente Patricia Teherán, desertó
del V frente de las FARC, y sus declaraciones se han convertido en la mayor amenaza para la
comunidad de Paz de San José de Apartadó y no para la guerrilla" (09/11/99). Ante esta
información la Comunidad de Paz de San José dijo: "queremos señalar que realmente nuestra
Comunidad de Paz, sigue firme en sus principios de neutralidad, que no brindamos apoyo a ningún
actor armado porque ésta ha sido la decisión de la comunidad como la única forma posible de
sobrevivir en medio del conflicto (06/11/99).
Entre los días 22 y 27 de septiembre de 1999, milicianos de las FARC asesinaron a cuatro
campesinos, dos de ellos miembros de la comunidad de paz de San Francisco de Asís, tras acusarles
de tener vínculos con grupos paramilitares (ver comunicado Diócesis de Apartadó y parroquia de
Riosucio 8/10/99). El 6 de noviembre la Diócesis de Apartadó emitió una acción urgente en la que
se advierte de la posibilidad de un ataque a las comunidades de paz.
Entre el 20 y 21 de octubre pasado, una embarcación con ayuda humanitaria para los damnificados
del municipio de Riosucio fue detenida en la Ciénaga de Cacarica. En su interior, de acuerdo con
las autoridades, fueron encontrados precursores químicos para el procesamiento de coca. En sus
declaraciones a los medios de información, el Coronel Nicolás Montenegro, Comandante del Batallón
Fluvial No. 50 de la Armada, sugirió una asociación entre la embarcación detenida y sus
supuestos destinatarios, los desplazados del Cacarica en misión de exploración para un
pre-retorno, hecho que posteriormente fue desmentido por la Cruz Roja y la Red de Solidaridad
Social (Ver Comunicado de la Comisión Intercongregacional de Justicia y Paz 3/11/99).
El 10 de noviembre es retenida por un grupo paramilitar Diana Salamanca (integrante de la
Comisión Intercongregacional de Justicia y Paz, que acompañaba a las comunidades desplazadas de
la Balsita, albergadas temporalmente en Dabeiba, Antioquia) en la carretera que comunica los
municipios de Dabeiba y Mutatá. El 12 de noviembre Diana fue entregada a una comisión de la
Diócesis de Apartadó, tres campesinos también retenidos ese mismo día continúan desaparecidos.
El pasado 18 de noviembre en las cercanías de Quibdó (Chocó) una chalupa en la que se encontraban
varios campesinos, unos miembros de la Diócesis de Quibdó y un cooperante español fue embestida
por un panga que, según testigos presenciales, portaba a seis hombres armados y es utilizada por
paramilitares de la zona. El accidente provocó la muerte del sacerdote Jorge Luis Mazo, párroco
de Bellavista-Bojayá, y de Iñigo Egiluz, delegado español de la organización Paz y Tercer Mundo
(PTM). (Ver Acción Urgente de la Diócesis de Quibdó 19/11/99).
ANTECEDENTES E INFORMACIÓN DE CONTEXTO:
Durante el pasado mes de abril se produjeron una serie de ataques a varias comunidades de
desplazados en Urabá, en los que fueron asesinadas 15 personas. Estos hechos fueron reivindicados
por las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC). Los ataques vinieron precedidos de graves
señalamientos y cuestionamientos por parte de las AUC (entre los que cabe destacar una carta
firmada por Carlos Castaño, en términos similares a la mencionada en los hechos de referencia,
dirigida al padre Leonidas -ver carta de las AUC 28/3/99-) y de algunas autoridades locales,
civiles y militares, frente a la labor de las organizaciones nacionales e internacionales de
atención humanitaria a la población desplazada en la región de Urabá.
De la misma manera en que ahora se sustentan las acusaciones contra la neutralidad de las
comunidades en el supuesto testimonio de una ex-guerrillera, en aquel momento se puso en
entredicho la neutralidad de los procesos por supuestos "testimonios", que fueron mencionados
como justificación para las masacres, por parte de las AUC.
Por otra parte y dadas las características del conflicto armado que vive Colombia, la confusión
creada por declaraciones de autoridades militares de la región, a raíz de la incautación
precursores químicos para el procesamiento de coca, aumentan la vulnerabilidad e indefensión de
las comunidades desplazadas.
La gravedad de este panorama se ha visto incrementada por los recientes ataques a instituciones y
ONG's colombianas e internacionales, destacándose en este sentido el secuestro (con posterior
liberación) de Diana Salamanca, de la Comisión Intercongregacional de Justicia y Paz, en Dabeiba
y los hechos que provocaron la muerte del Padre Jorge Luis Mazo, de la parroquia de Bellavista
(Quibdó), y del cooperante español Iñigo Egiluz, de la ONG española Paz y Tercer Mundo. Estas
últimas agresiones contra instituciones colombianas e internacionales, se han producido en
lugares que mantienen una relación directa con el Urabá antioqueño y chocoano, por la
coincidencia de actores armados y escenarios de conflicto, lo cual hace temer por la seguridad de
los distintos procesos organizativos para un retorno de las comunidades desplazadas de Urabá.
El desplazamiento interno de población sigue siendo uno de los más profundos problemas generados
por las violaciones de derechos humanos y el conflicto armado en Colombia. Siendo Urabá una de
las regiones donde más grave es el problema del desplazamiento, es al mismo tiempo un escenario,
casi único en Colombia, de negociación entre los desplazados y el Gobierno y de experiencias de
refugio, retorno y reasentamiento, que afectan a más de 10.000 personas. Se ha invertido un
trabajo enorme, por parte de los desplazados y de las instituciones que trabajan hacia ellos
(tanto colombianas como internacionales) para hacer posible este escenario, a pesar de las
decenas de muertos habidos durante este tiempo.
Entendemos que las presiones que están recibiendo las comunidades de desplazados y las ONG's e
instituciones colombianas e internacionales que los acompañan han alcanzado un nivel tal que hace
temer nuevas acciones contra unas u otros, y en gran medida se está transformando en el cierre
de espacios de este tipo de expresiones legales y legítimas.
RELACIONES CON PBI:
Desde que en Julio de 1998, PBI inició su trabajo en la región de Urabá, ha desarrollado una
intensa tarea de acompañamiento y presencia internacional, junto a las comunidades desplazadas de
la Cuenca del Cacarica (Chocó), albergadas temporalmente en Turbo, Bocas del Atrato y Bahía
Cupica, y las comunidades de paz de San José de Apartadó (Antioquia) y San Francisco de Asís
(Chocó).
Esta presencia nos ha permitido hacer un seguimiento a la grave situación de amenazas con la que
desde un principio se han visto enfrentadas las comunidades. La evolución de estos procesos de la
población civil que buscan mecanismos de supervivencia en un contexto de conflicto armado intenso
como el que se vive en la región, se vio interrumpida por las masacres cometidas por los
paramilitares en el mes de abril del presente año. Desde entonces intensificamos nuestra
presencia en dichas comunidades, y las labores de interlocución con las autoridades colombianas
con el objetivo de mostrar nuestra profunda preocupación por el grave riesgo que corren estas
iniciativas si las autoridades correspondientes no toman todas las medidas necesarias para
garantizar la protección de sus pobladores.
Sin embargo tenemos que constatar una vez más que esta expresión de preocupación no ha sido
suficiente, pues a lo largo de los últimos meses y especialmente en octubre y noviembre se han
producido nuevos hechos y amenazas que hacen peligrar la seguridad de las comunidades y las
instituciones que las acompañan (ver últimas publicaciones de PBI: PIQ 140, Focos de Interés nº29
y 31), llegando en la mayoría de los casos a esperar una nueva arremetida por parte de los
paramilitares (ver Comunicado Público de la Comunidad de San José de Apartadó 05.11.1999).
CUAL ES LA ACTUACIÓN DE PBI
Entendemos que la norma internacional de los derechos humanos, o el derecho internacional
humanitario, o los principios Deng para las actuaciones con la población desplazada, delimitan
claramente que dicha población es población civil (del mismo modo que las instituciones
humanitarias y de derechos humanos que trabajan hacia ellas), y, por tanto, no pueden ser objeto
de ataques ni amenazas por los actores armados del conflicto. Por consiguiente PBI mantendrá su
acompañamiento y reforzará su presencia en dichas comunidades, haciéndola permanente o casi
permanente. Del mismo modo en estas semanas se han iniciado y se aumentarán las gestiones con las
autoridades del gobierno y estado colombiano, así como con las representantes del cuerpo
diplomático con el objetivo de informar de estas amenazas para promover las pertinentes
actuaciones en materia de protección que eviten una nueva agresión a las poblaciones desplazadas
en Urabá.
Por ello solicitamos de las entidades de la Red de Apoyo que expresen su preocupación ante el
caso y su interés en conocer dichas actuaciones dirigidas a la protección de la población civil.
También solicitamos que mantengan su atención en la evolución de las comunidades en las próximas
semanas.
ACCIONES SUGERIDAS:
Con el objetivo de prevenir y evitar la anunciada escalada de ataques contra las comunidades y
mejorar su protección y la de las instituciones y ONG's colombianas e internacionales que les
atienden solicitamos su colaboración para ENVIAR DE MODO URGENTE faxes o cartas (por courier o
urgentes) a las cuatro siguientes direcciones, manifestando la más honda preocupación por los
hechos y por la seguridad de ONG's e instituciones acompañantes.
A continuación les sugerimos un modelo de carta.
TEXTO MODELO DE CARTA
Estimado señor:
Conocedores de la crítica situación de conflicto armado interno que atraviesa Colombia y
saludando las iniciativas y esfuerzos de las autoridades colombianas tendientes a la búsqueda de
la paz y el respeto a los derechos humanos, nos dirigimos a Usted con el objetivo de compartir la
grave preocupación que han causado en la comunidad internacional las últimas amenazas proferidas
por las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), en contra de las comunidades desplazadas en Urabá.
Según la información que hemos recibido, en carta abierta de las Autodefensas Unidas de Colombia
dirigida al padre Leonidas Moreno, de la diócesis de Apartadó, se dice: "Nuevamente recurrimos a
usted [sic]... para que impida que estas comunidades sean utilizadas por la guerrilla como
estrategia de guerra, así está sucediendo...", sigue la carta: "de esto no son culpables los
miembros de las comunidades sino sus creadores". Se advierte al padre "es su deber aclarar y
corregir esta preocupante situación, sólo así impediría que la corrijamos nosotros (ver carta
abierta de las AUC 31/10/99).
De acuerdo a la información publicada sobre estos hechos, (ver Comunicado de la Diócesis de
Apartadó y Quibdó, 09/11/99), "Recientemente Patricia Teheran, desertó del V frente de las FARC,
y sus declaraciones se han convertido en la mayor amenaza para la comunidad de Paz de San José de
Apartadó y no para la guerrilla". Ante esta información la Comunidad de Paz de San José dijo:
"...queremos señalar que realmente nuestra Comunidad de Paz, sigue firme en sus principios de
neutralidad, que no brindamos apoyo a ningún actor armado porque ésta ha sido la decisión de la
comunidad como la única forma posible de sobrevivir en medio del conflicto (06/11/99).
Estos hechos, por su semejanza con los ocurridos el pasado mes de abril en los que similares
pronunciamientos desembocaron en una masacre en la que fueron asesinadas 15 personas
pertenecientes a las comunidades de San José de Apartadó y de San Francisco de Asís, provocan una
gran incertidumbre y temor por cuales puedan ser en esta ocasión los destinatarios de un posible
ataque de las AUC.
El temor y preocupación provocada por estos pronunciamientos se incrementa a raíz de los últimos
hechos acaecidos en Dabeiba con el secuestro (y posterior liberación) de Diana Salamanca, de la
Comisión Intercongregacional de Justicia y Paz, y en Quibdó por los hechos que provocaron la
muerte de Jorge Luis Mazo, párroco de Bellavista y de Iñigo Egiluz cooperante español de la ONG
Paz y Tercer Mundo.
Entendemos que de no frenarse los anunciados ataques contra las comunidades y de no generarse la
suficiente protección para estas y para las instituciones que les acompañan, el proceso que
adelantan las comunidades desplazadas del Cacarica, y las comunidades de paz de San José de
Apartadó y San Francisco de Asís, puede verse seriamente dañado o incluso revertido, con las
enormes pérdidas en sufrimiento humano y material que ello puede acarrear.
La difícil situación de orden público que se vive en la zona, subraya la relevancia de que el
estado colombiano adopte todas las medidas necesarias para proteger a la población civil que en
ningún momento puede ser víctima de amenazas ni ataques por parte de ningún actor armado.
Mantendremos nuestra atención sobre la situación de dichas comunidades, y esperamos poder
compartir con Usted la satisfacción por una mejora en la situación de seguridad de dichos
procesos y saludamos cualquier esfuerzo tendiente a la protección de las comunidades de
desplazados y de las instituciones y ONG's que las atienden.
Quedando atentos a la evolución de la situación, agradecemos su atención,
Le saluda atentamente,
Las Brigadas Internacionales de Paz
Mailto: pbispain@jet.es
From: Editor Equipo Nizkor nizkor@teleline.es
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