Tlahui-Politic. No. 8, II/1999


Paramilitares amenazan a población civil y el ejército se niega a intervenir

Información enviada a Mario Rojas, Director de Tlahui. Colombia, a 3 de Diciembre, 1999. Col - Grupos paramilitares amenazan a población civil y el ejército se niega a intervenir. Equipo Nizkor, miembro del Serpaj Europa, Derechos Human Rights (USA) y del GILC (Global Internet Liberty Campaign). Solidaridad Urgente.

PARAMILITARES AMENAZAN A LA POBLACIÓN CIVIL EN EL NORTE DE SANTANDER CON LA COMPLICIDAD DE LOS MANDOS DEL BATALLÓN HÉROES DE SARAGURO Y DE LA V BRIGADA CON SEDE EN BUCARAMANGA

La Asociación para la Promoción Social Alternativa -MINGA-, denuncia ante la opinión pública nacional e internacional, la grave situación de ataque y amenaza contra la población de los municipios de El Tarra y Tibú, en el Norte de Santander. Esta información se basa en testimonios escritos y verbales de autoridades del municipio.

HECHOS

1.. El 20 de noviembre de 1999, grupos paramilitares que operan desde el 29 de mayo en el municipio de Tibú, ingresaron a la vereda Martillo Bajo del municipio de El Tarra, ubicada sobre el río Catatumbo, cerca de la Misión Indígena de Catalaura, y procedieron a destruir las casas, tienda comunal y enseres de la población civil. En estos hechos fue muerto al parecer un labriego de apellido Eslava, cuyo cadáver no ha podido ser enterrado y mucho menos objeto de levantamiento por parte de las autoridades competentes.

2.. Este ataque ocasionó un desplazamiento inmediato y masivo de los habitantes de la vereda. Así mismo, por el temor a ser objeto de los ataques paramilitares, los habitantes de las veredas cercanas: Martillo Alto, Isla del Cedro, Filo de la Virgen, Playa Cotiza (en el municipio de El Tarra) y La Angalia, Mineiros y Puerto de las Palmas en el municipio de Tibú, han comenzado a desplazarse hacia los municipios cercanos, la ciudad de Cucuta o Venezuela.

3.. El 19 de noviembre una comisión de autoridades del municipio de El Tarra, se dirigieron al corregimiento de Filo Gringo, para indagar sobre las amenazas de ataques a la población y verificar el desplazamiento forzado que esta situación ha generado en esa localidad.

4.. El informe de la Comisión reseña: De 105 viviendas, solo 33 se encuentran ocupadas. El caserío no cuenta con servicio telefónico dado que la línea está dañada. Los funcionarios del Centro de salud se han desplazado y por tanto tal servicio no se brinda a la población. Se clausuró desde el mes de octubre el año escolar por la amenaza contra profesores y estudiantes.

5.. En el municipio de El Tarra se efectuó un Consejo de Seguridad, en el que las autoridades municipales, solicitaron a la Fuerza Pública su actuación inmediata tendiente a proteger a la población afectada. El Capitán Mauricio Sánchez del Batallón Batalla de Palonegro, informó que el área afectada no corresponde a su jurisdicción, sino a la del Batallón Héroes de Saraguro con sede en Tibú. Al parecer unidades operativas de este Batallón, se encuentra ubicadas en el corregimiento de Versalles, en la vereda San Isidro Alto (a una hora a pie de Filo Gringo) y en Orú.

Por lo anterior, solicitamos insten a las autoridades civiles y militares de Colombia para que:

1.. Adopten las medidas necesarias para proteger la seguridad y la vida de los habitantes del corregimiento de Filo Gringo, de las veredas antes mencionadas y del casco urbano de El Tarra, amenazadas por los grupos paramilitares según consta en el informe de la Comisión de Verificación Interinstitucional que visitó al Catatumbo entre 8 y el 10 de julio.

2.. Ordenen a las tropas del Batallón Héroes de Saraguro, V Brigada con sede en Bucaramanga, el combate y neutralización de los grupos paramilitares que permanecen en la zona de Barrancas y Martillo Bajo (Río Catatumbo).

3. Atiendan de manera pronta a la población desplazada y prevengan nuevos desplazamientos de población.

FUNDAMENTACIÓN DEL EQUIPO NIZKOR:
Los paramilitares actúan con impunidad en zonas bajo control militar

1) Según el Reglamento del Tribunal Internacional de Nuremberg y las sentencias posteriores reafirmadas por el Tribunal ad doc de la Ex Yugoslavia en el mes de julio de 1999, en el caso TADIC, la responsabilidad de los comandantes militares que controlan la zona donde actuaron los paramilitares son responsables de no impedir la actuación de los paramilitares con las mismas responsabilidades penales individuales que si hubieran dirigido las operaciones en la zona de su comando.

2) La actuación de los paramilitares en Colombia recoge un patrón de instrumentación de operaciones militares encubiertas que hacen responsables a los cuerpos militares y al estado mayor del ejército de Colombia de crímenes de guerra, secuestros, desapariciones forzosas y demás delitos constituidos en la figura de crímenes graves contra la humanidad. Estos delitos ni prescriben, ni son amnistiables, si sus responsabilidades fueran depuradas con los parámetros utilizados por los Tribunales Penales Internacionales y la doctrina actual sobre el Derecho Internacional Humanitario.

4) Los paramilitares deben saber que según los convenios de Ginebra los mercenarios no tendrán derecho al estatuto de combatiente o de prisionero de guerra.

5) Es evidente que se están utilizando forma de exterminio de población civil que siguen perfiles de modelos de análisis social con la utilización de técnicas de simulación por ordenador que determinan las listas de personas que son "nodos" de activismo civil político, social y cultural y que son: a) son fijadas como blanco; b) son amenazadas como forma de determinación del blanco a las unidades paramilitares; c) son despejadas las áreas geográficas de actuación paramilitar en zonas rurales o fijadas zonas de cobertura de seguridad en zonas urbanas; d)son otorgadas facilidades de comunicaciones y coordinación y finalmente se determina el momento de la ejecución. Estos hechos son constitutivos de la figura de organización criminal y planificación sistemática de exterminación de población civil. Según la Comisión Colombiana de Juristas, durante 1998 el 77, 8 por ciento de las violaciones graves de derechos humanos responsabilidad de las organizaciones criminales paramilitares. Sumadas a las cometidas bajo responsabilidad militar llegan al 96 por ciento de los 1.656 incidentes contabilizados, habiéndose más que duplicado en el período entre 1994 y 1998.

6) En el caso que nos ocupa el Capitán Mauricio Sánchez del Batallón Batalla de Palonegro, informó que el área afectada no corresponde a su jurisdicción, sino a la del Batallón Héroes de Saraguro con sede en Tibú. Los comandantes de la zonas militares que son responsables en la cadena de mando de la que dependen los batallones y los jefes de los batallones son responsables de no impedir la actuación de las organizaciones criminales que componen los grupos paramilitares, no es suficiente las alegaciones de subordinación territorial ante la comisión de delitos de esta naturaleza.. Estas responsabilidades deben ser depuradas ante un tribunal.

7) Es evidente que es "modus operandi" es el que estamos focalizando en esta zona es la situación de ataque y amenaza contra la población de los municipios de El Tarra y Tibú, en el Norte de Santander por parte de grupos paramilitares con conocimiento explícito de los mandos militares. Es necesario ejercer una presión clara y transparente ante todo tipo de autoridades para evitar una nueva "masacre anunciada" y hacer responsable a las autoridades civiles de complicidad en un caso tan evidente.

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