Tlahui-Politic. No. 8, II/1999
La Pastoral Social de Apartadó y Quibdó, denuncia amenazas de paramilitares
Información enviada a Mario Rojas, Director de Tlahui. Colombia, a 10 de Noviembre, 1999. Col - La Pastoral Social de Apartadó y
Quibdó, denuncia graves amenazas de paramilitares.
Equipo Nizkor, miembro del Serpaj Europa, Derechos Human Rights (USA) y del GILC (Global Internet Liberty Campaign).
Información.
DENUNCIAN LA INTIMIDACIÓN, AMENAZAS Y MASACRES DE PARAMILITARES QUE
UTILIZAN COLABORADORES EX GUERRILLEROS.
Con suma preocupación las Diócesis de Apartadó y Quibdó nos vemos
obligados a reaccionar públicamente frente a un fenómeno cada vez más
frecuente del conflicto armado y de la polarización de fuerzas. Es la
amenaza terrible que se cierne sobre las comunidades cuando un
guerrillero decide colaborar con el paramilitarismo.
Se conocen innumerables casos en los que estos exguerrilleros no tienen
el menor reparo en señalar para que sean asesinados aquellos que, por
temor a las armas o intimidados por sus amenazas, les dieron un vaso de
agua, les llevaron una carta o les hicieron de comer. Y también han sido
asesinadas personas que no han tenido absolutamente ninguna relación con
un grupo subversivo. De esta manera, los que cambian de bando se
convierten en amos y señores de la vida y la muerte de muchas personas
inocentes, según sus conveniencias. Para muchas comunidades, para
pueblos enteros, se han convertido en un fantasma del terror por las
amenazas y calumnias que profieren contra ellas.
Mediante una macabra maniobra pretenden ganar confianza y prestigio
dentro de la nueva fuerza armada, que los utiliza acusando a las
comunidades que tuvieron que soportar sus abusos como guerrilleros, de
ser colaboradores y causantes de la presencia guerrillera en su vereda.
Lo más extraño de todo es que hacen aparecer a la población civil como
la responsable de la fuerza que tenga la subversión, y los que le
facilitan la estrategia en su accionar.
La manipulación de este fenómeno degradado de violencia en contra de la
población civil esta generando un sin número de muertes y crea
desconcierto y terror en las comunidades, que no entienden este proceder
tan injusto de parte de los que dicen "estar con el pueblo" y le hacen
pagar con la vida lo que no han cometido. Se muere la gente porque sí y
porque no.
Quienes acompañamos los proyectos de vida de las comunidades y sus
grandes esfuerzos por volver a sus tierras o por no dejarse desplazar a
la fuerza de ellas, no salimos del asombro ante estas prácticas de
terror que no tocan a los verdaderos responsables.
Recientemente Patricia Teherán, desertó del V frente de las FARC, y sus
declaraciones se han convertido en la mayor amenaza para la comunidad de
paz de San José de Apartadó y no para la guerrilla. Ella acusa a la
comunidad de permitir en su interior la presencia de la milicia
guerrillera (sin uniforme, pero manteniendo la radio dentro de las
botas), que son los encargados de recoger durante la noche el mercado
que llega para ellos a las tiendas. También dice que Samir, comandante
del V frente, maneja relaciones públicas, secuestros y extorsiones desde
las oficinas del teléfono público del corregimiento. Los guerrilleros,
según sus declaraciones, pueden bajar de civiles al pueblo e incluso
utilizar los distintivos de la comunidad de paz para moverse libremente.
Aun si fuera verdad, la responsable directa de todas estas anomalías
sería la guerrilla, que estaría manipulando a los civiles y violando el
compromiso de respeto a la declaratoria de la Comunidad de Paz que han
hacho los campesinos.
Una circunstancia similar se vivió en las comunidades de paz San
Francisco de Asís de Riosucio-Choco, cuando se calumnió a miembros de
estas comunidades, causando la muerte de 18 personas y el terror y
desplazamiento de muchos más.
Otro caso grave se presenta desde el mes de agosto de este año en las
comunidades del Medio Atrato que sufren el pánico por señalamientos de
un exguerrillero del ELN, frente El Boche, llamado "Ever", que se volvió
paramilitar y ya ha causado la muerte a varios campesinos de la región.
Dicha persona anda en los retenes que los paramilitares ponen en
diferentes lugares sobre el río Atrato y señala arbitrariamente a los
campesinos como presuntos colaboradores de la guerrilla.
En octubre una comunidad recibió una carta de este individuo, fechada
del 30 de septiembre, que deja ver toda su brutalidad, ignorancia y
hasta blasfemia. En medio de un ensarte de amenazas e insultos
irrepetibles dice así: "Yo Ever el que era guerrillero y ahora soy
paraco por fin lo logré tenerlos siempre en mis manos a todos....se
despide Ever el paraco yo mato y mando a matar y Dios me perdona".
Es inaudito y revela la paranoia del conflicto armado interno, que
estas personas carentes de toda credibilidad, deshonestas,
desequilibradas por un conflicto que no entienden y que lo han
convertido en su modus vivendi, que se venden al mejor postor y que
muestran la degradación de la propia guerra, ya que desde las distintas
filas salen, y son tomadas como testigos en contra de los esfuerzos que
hacen las Comunidades de Paz y las comunidades del Medio Atrato que
resisten contra el desplazamiento forzado en medio del conflicto armado,
del cual no toman parte.
Es precisamente por eso que de parte de la Iglesia y las organizaciones
que están trabajando con nosotros hemos insistido siempre en que nadie
se deje involucrar con ninguno de los grupos armados, porque siempre
han quedado las personas inocentes como víctimas. Nuestro camino es el
del Evangelio en fidelidad a las enseñanzas y el ejemplo de Jesús de
Nazaréth y por eso decimos una vez más no a la guerra y mientras ésta
exista, exigimos a los actores armados que acaten las normas del
Derecho Internacional Humanitario y se respete la dignidad e integridad
de la población civil y sus bienes!
Apartadó y Quibdó, 9 de noviembre 1.999
Pastoral Social de las Diócesis de Apartadó y Quibdó
PIDEN UNA DECLARACIÓN DE LOS BELIGERANTES SOBRE LAS COMUNIDADES DE
PAZ
Comunicado público dirigido a los actores armados del conflicto en
Colombia, la opinión pública nacional e internacional.
Desde los primeros meses de 1.997, cuando se constituyó la primera
Comunidad de Paz en Colombia en el corregimiento de San José de
Apartadó, las víctimas civiles del fuego cruzado entre los actores
armados del Urabá antioqueño y chocoano han buscado medios de
convivencia pacífica que les permitan vivir - sobrevivir incluso - en
medio de un conflicto al que han aportado demasiada sangre inocente,
esforzada, solidaria e ilusionada con la idea real de una convivencia
justa y en paz.
Los campesinos antioqueños y chocoanos que se han adherido a esta
fórmula esperanzada de vida llegan hoy a los 15.000, y se han ganado el
reconocimiento y respeto internacional (como lo atestiguan numerosos
premios y visitas de delegaciones diplomáticas, de obispos extranjeros,
de instituciones de ayuda humanitaria) y nacional (han sido incluso
nominadas para el último Premio Nacional de la Paz).
Estas comunidades, junto con los desplazados de la cuenca del Cacarica
que acaban de iniciar su retorno, han expresado PÚBLICAMENTE ante la
comunidad nacional e internacional su deseo de vivir al margen de un
conflicto en el que todos los actores armados dicen representarles, y
del que son víctimas sucesivas de unos y otros.
Cada integrante de las Comunidades de Paz se ha comprometido PÚBLICAMENTE
a no facilitar información a ninguno de los actores armados del
conflicto, a no portar armas y a no colaborar de modo alguno con
cualquiera de ellos.
Los campesinos de las Comunidades de Paz han RESPETADO este compromiso.
Han sido los campesinos quienes se han constituido como Comunidades de
Paz; son ellos quienes ejercen directamente uno de los derechos más
íntimos del ser humano: el de decidir, individual y colectivamente, su
propio destino.
A pesar del respeto de estas comunidades a su compromiso, a lo largo de
estos más de dos años han sufrido alternativamente los ataques directos
de los actores armados. De ello son un triste recuerdo los líderes
inocentes asesinados por unos y por otros, tanto en las comunidades del
Chocó como en Urabá.
Tan grave como el asesinato de los líderes campesinos, son los intentos
de permanencia de los actores armados en el interior de las Comunidades,
utilizando el recurso de la fuerza que les otorgan sus armas y el miedo
que infunden en una comunidad que sólo dispone de SU FIRME DECISIÓN
ÉTICA DE VIVIR EN PAZ Y AL MARGEN DEL CONFLICTO.
Hoy, cuando Colombia observa con esperanza la instalación de la mesa de
paz, los actores armados amenazan gravemente la supervivencia de estas
Comunidades de Paz.
Por ello exigimos de los actores armados, que dicen representar una idea
de una Colombia justa y en paz, manifiesten PÚBLICAMENTE su respeto
integral a las comunidades que optaron por la no violencia.
Señores comandantes de las FARC, de las AUC, del ELN: les conminamos a
que hagan una declaración PÚBLICA de respeto a unos campesinos
desarmados. Este respeto es muy concreto y se manifiesta en unos pocos
puntos:
· No hacer presencia ni proselitismo político por la violencia, ni
instalarse en el seno de los asentamientos donde viven los integrantes
de las Comunidades de Paz, así como en las tierras que les permiten
sobrevivir.
· No agredir en ningún modo a ninguno de los integrantes de las
Comunidades de Paz.
Señores comandantes: la vida de cada uno de los integrantes de las
Comunidades de Paz depende de su respeto integral a estos dos puntos.
Colombia no puede permitirse que una iniciativa tan JUSTA y preciosa sea
dañada.
Todos los actores del conflicto serán responsables si no se comprometen
en estos puntos, porque su presencia de en las Comunidades de Paz y la
violencia que ejerzan contra sus integrantes servirán de justificación
para que sus oponentes las irrespeten y continúen el baño de violencia
que inunda el país.
Señores comandantes de los grupos armados: los colombianos y la opinión
pública internacional les demandan respeto hacia esta iniciativa justa,
emanada de gente que, en medio de sus sufrimientos, se sostienen
valientemente ante el Mundo y la Historia en su decisión de ser una
Comunidad de Paz. ¿PARA CUANDO SU DECLARATORIA PÚBLICA DE RESPETO?.
Equipo Misionero de Justicia y Paz, Quibdo 8nov99
From: Editor Equipo Nizkor nizkor@teleline.es
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