Tlahui-Politic. No. 8, II/1999


FARC-EP: Entrevista a Raúl Reyes

Información enviada a Mario Rojas, Director de Tlahui. Colombia, a 18 de Octubre, 1999. COLOMBIA: FARC-EP: Entrevista a Raúl Reyes (18.10.99): "Nos interesa la beligerancia". Por: Alfredo Molano, El Espectador. San Vicente del Caguán.

Las FARC están resueltas a ir a la mesa de negociación en busca de una solución negociada del conflicto armado, pero advierten que no quieren imposiciones. Por eso no admitieron ni comisión de verificación, ni de acompañamiento, ni subcomité de quejas. Dicen que nada de eso fue acordado, y ellos, las FARC, se atienen a los acuerdos.

Raúl Reyes, uno de los hombres que a punta de ponerle la cara a los asuntos de la organización encarna ya una identidad, aceptó hablar con El Espectador sobre el proceso de paz:

¿Por qué estaba varada la mesa de negociación, qué pasaba?

Lo que se argumenta es que el gobierno tiene muchas presiones para imponer la verificación. Nosotros no tenemos ese lío, no tenemos este tipo de problemas, por eso estábamos dispuestos siempre a acudir a la mesa sin verificación. Sabemos que hay unos sectores que vienen diciendo que hay que conversar cuanto antes. Nosotros hemos dicho que cualquier problema se puede resolver cuando se inicien las conversaciones. Es que hasta el momento no hay conversaciones, no hay nada. Hemos venido conversando sin ninguna comisión.

Yo había entendido que se había acordado una comisión receptora de quejas, para tramitarlas a través de la mesa. ¿Una fórmula así sería aceptable?

Sí, esta fue una propuesta que hicieron en la búsqueda del desentrabe de los diálogos. El gobierno venía pensando en otras variantes. Se habló entonces de una subcomisión conformada por el gobierno y las FARC y se habló de Joaquín Gómez y de Camilo Gómez, pero nosotros no aceptamos ningún tipo de comisión, para eso está la mesa de los diálogos. Ella es la que tiene que definir todo y no otra instancia. El lío esta en que no se ha instalado la mesa. Lo que los colombianos quieren y lo que la comunidad internacional espera es el diálogo, es la concertación, es la solución política del conflicto social armado.

La posición de ustedes es de procedimiento o es de principio?

La verificación no se ha acordado. Lo convenido en la primera conversación que hizo Marulanda con Pastrana fue empezar a dialogar sin ningún tipo de condicionamientos distintos a retirar las tropas de los cinco municipios y a mostrar resultados en la lucha contra los paramilitares. Fíjese que acudimos a instalar los diálogos el da 7 de enero, sin que se hiciera nada contra el paramilitarismo. No obstante, después de la instalación de los diálogos lo que vimos fue el asesinato impune y en masa de más de doscientos colombianos por los paramilitares. Por eso congelamos los diálogos. Quisimos darle tiempo al gobierno para que pudiera hacer algo contra el paramilitarismo. No mostró resultados satisfactorios; sin embargo, nosotros dijimos: no vamos a hacer de eso un problema tan grande; de pronto se necesita más tiempo.

Entendemos que con buenos oficios no se resuelve el problema, porque el paramilitarismo está amparado por leyes de la República, tiene su apoyo en el Ejército y la policía, entonces es un problema que no se resuelve tan rápido. Por eso decidimos reiniciar los diálogos y nos pusimos a conversar. Así fue que acordamos la agenda común.

Llamamos una cantidad de gente a hablar acá. Vino la Dirección del Partido Liberal, la del conservador, los independientes. Vino todo el mundo: la Cámara, el Senado, los gremios, el episcopado, era necesario rodear el proceso con su apoyo. Hicimos la segunda reunión el dos de Mayo con el señor Pastrana y quedamos en instalar la mesa de negociación el 6 de Mayo. Se consideró que habíamos avanzado en un 80% sobre la unificación de la Agenda y que estaban dadas las condiciones para la instalación de la mesa. Pero el día 3 ó 4, nos vinieron con una lista muy grande de lo que tenían que ser las reglas del juego. Es decir, unas leyes en las que nos quieren meter a nosotros, unas leyes que tendríamos que cumplir en esta área. No entienden que nosotros nos hemos levantado contra el Estado y sus leyes. Las leyes de Colombia las consideramos injustas, porque no interpretan el sentir de la gente del pueblo, de los trabajadores. Para nosotros esto si es una posición de principio.

Es que nosotros no estamos dialogando para dejar de luchar por el pueblo. Estamos dialogando para encontrar una solución a los problemas económicos, políticos, sociales y culturales del país.

¿Eso quiere decir que llegado el caso, hay posibilidad de acuerdos sobre verificación?

Bueno, si hay acuerdos, eso es otra cosa. Si se llegan a dar acuerdos pues es posible que los sectores que se van a beneficiar de los eventuales acuerdos necesiten a alguien que ayude a presionar el cumplimiento de esos acuerdos. Si vamos a hablar por ejemplo del problema del desempleo, que es lo que más está acabando con la gente, que es lo que está llevando a los mayores niveles de pauperización, pues si el gobierno llega a comprometerse a generar, yo no sé, dos o tres millones de empleos en X tiempo, será necesario que los beneficiarios de esos eventuales acuerdos, tengan una Comisión que les ayude a que el gobierno cumpla, o que sea por lo menos testigo de lo que se deja de cumplir.

¿Podría ser internacional esa verificación?

Bueno, no, eso lo definirán ellos. Porque nosotros no vamos a pedir nada para nosotros. Nosotros no necesitamos nada. Nosotros buscamos que la gente se beneficie de unos eventuales acuerdos, para que resuelvan ellos su problema.

¿En el caso del desempleo está claro, pero en el caso de una reforma a las fuerzas militares cómo será?

También. Tendrá que nombrarse comisiones que verifiquen eso, que determinen o no lo acordado. Usted sabe que este país esta hecho de trampas. Recuerde lo que pasó con Guadalupe Salcedo, lo que pasó con el M19. ¿No mataron a Pizarro? Por eso es que nosotros desconfiamos, no creemos. Y el pueblo tampoco. A la gente le da mucho temor que nos engañen, porque ha habido comportamientos muy sucios.

Se le vio muy optimista con la declaración de López Michelsen sobre la "beligerancia restringida".

Pues es que de hecho las FARC tienen reconocimiento de fuerza beligerante. Usted recordará que cuando se firmaron los acuerdos con el gobierno de Belisario, en el año 84, el Presidente dio la orden a todas sus fuerzas de seguridad de suspender acciones militares contra las FARC; y Manuel Marulanda al mismo tiempo dio la orden a todas las unidades de las FARC de suspender acciones militares contra las fuerzas de seguridad del Estado. Ese es el primer reconocimiento. Ese reconocimiento se ha venido fortaleciendo con muchas cosas recientes: la toma de la base de las Delicias, que no consistió solamente en copar la unidad, sino coger prisioneros a todos los efectivos, y posteriormente entregarlos a los organismos internacionales cumpliendo con las normas del DIH. Lo mismo ha sucedido con las acciones de El Billar, Miraflores, Gutiérrez, Pastacoy y otras más, que nos han dejado cerca de 400 prisioneros de guerra, desde soldados rasos hasta tenientes y coroneles. Eso lo puede hacer solo una fuerza que tenga capacidad política y militar. No solamente para poder copar las unidades en combate, sino luego para garantizar el sostenimiento, seguridad y salud de los prisioneros.

Es notorio el hecho de que el presidente electo de la República haya venido en persona a hablar con Marulanda, y que el 2 de Mayo pasado haya regresado como Presidente en ejercicio. Cabe agregar que este reconocimiento fue subrayado por toda la gente que usted mismo presenció el 7 de enero cuando se di inicio a los diálogos. Estuvo presente la comunidad internacional, expresidentes, militares en retiro, gremios, obreros, campesinos. ¿No es esto un reconocimientos de nuestra fuerza beligerante? Más aún, hemos hablado en el exterior con muchísimos gobiernos que nos han recibido a ese nivel. Hemos hablado también con militares. ¿Por qué? Porque las FARC son una organización revolucionaria, opositora, no al señor Pastrana, sino al sistema gobernante, al Estado. El señor Pastrana hoy es el presiente y mañana será expresidente; la confrontación no es contra él, sino contra los intereses que Pastrana defiende.

Ahora bien, si hablamos del DIH nosotros cumplimos muchas de sus normas. Como por ejemplo, que las armas hay que cargarlas visibles, que hay que usar uniformes, y que se deben dar declaraciones sin el rostro cubierto (cubrirnos el rostro nos parece terrible). No obstante las FARC tiene sus propias normas y estatutos, que se pueden conocer. Tenemos la cartilla de beligerancia que nos indica el comportamiento que tenemos frente la población civil. La beligerancia, aunque sea restringida, nos interesa. En el momento de ser reconocidos como fuerza beligerante, sabemos que nos toca comprometernos a otras cosas, que nos obligan ciertas cosas. Aunque nosotros por ser una organización revolucionaria cumplimos con varios numerales del Protocolo. Por ejemplo, cuando los enemigos se rinden en combate hay que respetarles su integridad física, sus creencias y toda esa cuestión. Si hay un herido hay que prestarle asistencia médica. Eso está en el protocolo y lo hacemos por principio. Entonces la propuesta del señor López es muy importante, porque se hace en un momento que nadie quiere reconocer que en Colombia hay una confrontación armada muy grande y muy violenta.

From: Comité Internacionalista Arco Iris ale.ramon@numerica.it
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