Tlahui-Politic. No. 8, II/1999


paramilitares continúan sus masacres en la zona del Oriente Antioqueño

Información enviada a Mario Rojas, Director de Tlahui. Colombia, a 19 de Diciembre, 1999. Col - Los paramilitares continúan sus masacres en la zona del Oriente Antioqueño. Equipo Nizkor, miembro del Serpaj Europa, Derechos Human Rights (USA) y del GILC (Global Internet Liberty Campaign). Solidaridad Urgente.

NUEVA MASACRE CONTRA LA POBLACIÓN DEL ORIENTE ANTIOQUEÑO

El 16 de diciembre a las 6: 30 de la mañana un grupo de hombres vistiendo ropa de civil y botas militares, y portando armas cortas, se hicieron presente en la vereda La Esperanza del municipio de San Carlos (Oriente antioqueño) donde procedieron a retener y a amarrar a ocho personas que se encontraban laborando en la producción de panela, como miembros de una asociación campesina existente en la zona. Posteriormente, luego de tenderlos en el piso, dispararon sobre siete de ellos, asesinando a los hermanos MAURO y YAMIL ZAPATA (este último menor de edad), WILSON y JAIME GIRALDO y a ALBEIRO ALZATE y ORLANDO DAZA, dejando herido a HORACIO ALZATE.

En el grupo de personas se encontraba un menor a quien decidieron dejar con vida ordenándole que avisara a la comunidad que debían abandonar la vereda.

Con posterioridad a estos hechos se produjo el desplazamiento masivo de las familias campesinas de las veredas La Esperanza, Pio XII y Juan XXIII hacia el casco urbano del municipio de San Carlos, en donde permanecen sin que hasta el momento hayan sido atendidos ni apoyados para generar las condiciones necesarias para su retorno con seguridad.

ANTECEDENTES

En el municipio de San Carlos (Oriente antioqueño) se presenta un recrudecimiento de las acciones en contra de la vida de los campesinos de la región, presentándose un alto número de masacres, sin que las autoridades civiles y militares realicen acciones efectivas en procura de preservar la vida.

En el mes de septiembre de 1997 un grupo de doce maestros del corregimiento El Jordán del municipio de San Carlos, fueron amenazados y obligados a abandonar su lugar de trabajo y desplazarse a la ciudad de Medellín, donde no se les prestó ningún tipo de atención por parte de la Secretaria de Educación Departamental debiendo retornar a su lugar de origen. El día 23 de marzo de 1998 un grupo de paramilitares ingresó a este corregimiento dando muerte a la profesora ROSMIRA JIMÉNEZ y a los campesinos JUAN AGUDELO, JUAN CIRO, DARIO CASTRILLON, ALBERTO GONZÁLEZ y LEONEL CIRO. En esta oportunidad se denunció con extrañeza la inoperancia de los militares del batallón Héroes de Barbacoas que tienen puestos fijos de custodia en las centrales hidroeléctricas de Playas y de Juanes, lugares obligados para el ingreso y retiro de quienes ocasionaron el múltiple crimen.

Procedentes de la zona de los embalses hidroeléctricos altamente militarizada incursionó en el casco urbano del municipio de San Carlos, un grupo paramilitar que durante los días 24 y 25 de octubre de 1998 dieron muerte a JORGE GUZMÁN, CARLOS ALBERTO ARIAZ SERNA, JESÚS MARIA CANO, JESÚS MARIA URREGO, MANUEL EDUARDO SALAZAR, MARIA ROCÍO GIRALDO CASTAÑO, RAÚL ABAD ARIAS, GRACILIANO GIRALDO, JAIME ALBERTO BOTERO GARCÍA, MARIANO BEDOYA VELÁSQUEZ, VÍCTOR VELÁSQUEZ y LIBARDO DUQUE. Es de anotar que durante estos días hubo incremento del pie de fuerza pública del batallón Barbacoas, con la llegada de un grupo a mando del Teniente Jhon Fredy González Monsalve, el que se acantonó en inmediaciones del lugar de tránsito de los paramilitares que acometieron el crimen.

Bajo estas mismas circunstancias los días 17, 18 y 19 de junio de 1999 en el corregimiento de El Jordán fueron asesinados FABIÁN LÓPEZ MORALEZ y su hijo ALEXANDER; al otro día el grupo paramilitar hizo su aparición en la vereda La Holanda donde eliminaron a CARLOS MANUEL CIRO GIRALDO, JOSÉ DAZA GONZÁLEZ, PABLO EMILIO COLORADO ZULUAGA y a LIBARDO ANTONIO NARANJO. El mismo grupo armado llego al día siguiente en la noche a la vereda Santa Isabel y procedió a quitarle la vida al labriego TULIO ADÁN CUERVO y a sus hijos ALCIVIADES DE JESÚS y JOSÉ DARÍO CUERVO. Los atacantes retornaron al Jordán matando a otras tres personas identificadas como: ÁNGEL RENE CÁRDENAS NARANJO, AMADO DE JESÚS GIRALDO GUTIÉRREZ y ALBERTO LEÓN LÓPEZ MUÑOS.

En el mes de junio del presente año, un grupo armado, identificado como paramilitar, ingresó a la vereda La Holanda y a la Vereda la Granja, esta última del municipio de San Rafael y asesinaron a cuatro labriegos.

El 12 de agosto de 1999 luego de que la policía nacional decidiera retirar sus efectivos de esa localidad, un grupo de hombres fuertemente armados que se identificaron como paramilitares se tomaron el municipio, procedieron a reunir a la población, conduciéndola mediante amenazas de muerte al coliseo polideportivo, donde la arengaron, para posteriormente solicitar identificación persona por persona, atándolos y asesinando a LUIS CLAVER GIRALDO ALZATE, ASDRÚBAL HERNÁNDEZ MOLINA, RODOLFO SEPÚLVEDA BOTERO, ALBERT LONDOÑO OSORIO Y JAIME ALCIDEZ HERNÁNDEZ CUERVO.

En la vereda Bueno Aires de este municipio ubicada en el sector de los embalses, el día 27 de noviembre fueron asesinados por un grupo paramilitar que se movilizaba libremente en una camioneta Toyota Land Crusser estaca, de color blanco y en dos motocicletas, GILBERTO GUARÍN, ALIRIO GIRALDO MURILLO, LUIS ABEL GÓMEZ GIRALDO, RIGOBERTO COLORADO, ALCIDES ARIAS Y VÍCTOR MANUEL URREA, arrojándolos posteriormente a la represa Punchiná.

El 9 de diciembre a escasos días de la anterior masacre, otro grupo de hombres que se denominaron como Autodefensas Campesinas, incursionó hasta el barrio Zulia ubicado a las afueras del casco urbano del municipio y asesinó a FRANCISCO JAVIER CIRO ARIAS, EDISON DE JESÚS CIRO, JAIME SÁNCHEZ, FABIO DE JESÚS SUÁREZ Y OLIVERIO USME.

Efectivos de los batallones de contraguerrilla Barbacoas y Granaderos acamparon en la vereda La Esperanza desde el 30 de noviembre de este año hasta el 3 de diciembre, de ahí se movilizaron a la vereda Pio XII hasta el día 6 de diciembre a la cual regresaron el día 11. El 14 de diciembre el ejército regresó al casco urbano y en la misma fecha hombres armados que se identificaron como paramilitares secuestraron y desaparecieron a SACRAMENTO CIRO y ERNESTO FRANCO y asesinaron a JAIRO BUITRAGO.

Ante la gravedad de la situación, solicitamos que se investiguen y esclarezcan estos hechos y exijan acciones del Estado tendientes a la búsqueda de justicia y la reparación a las víctimas de estos crímenes, que se persigan y desmantelen los grupos paramilitares y se sancionen de manera ejemplar a los miembros de la fuerza pública comprometidos con su acción u omisión.

17dic99
CORPORACIÓN JURÍDICA LIBERTAD

FUNDAMENTACIÓN DEL EQUIPO NIZKOR:

Los paramilitares actúan con impunidad en zonas bajo control militar.

1) Según el Reglamento del Tribunal Internacional de Nuremberg y las sentencias posteriores reafirmadas por el Tribunal ad doc de la Ex Yugoslavia en el mes de julio de 1999, en el caso TADIC, la responsabilidad de los comandantes militares que controlan la zona donde actuaron los paramilitares son responsables de no impedir la actuación de los paramilitares con las mismas responsabilidades penales individuales que si hubieran dirigido las operaciones en la zona de su comando.

2) La actuación de los paramilitares en Colombia recoge un patrón de instrumentación de operaciones militares encubiertas que hacen responsables a los cuerpos militares y al estado mayor del ejército de Colombia de crímenes de guerra, secuestros, desapariciones forzosas y demás delitos constituidos en la figura de crímenes graves contra la humanidad. Estos delitos ni prescriben, ni son amnistiables, si sus responsabilidades fueran depuradas con los parámetros utilizados por los Tribunales Penales Internacionales y la doctrina actual sobre el Derecho Internacional Humanitario.

4) Los paramilitares deben saber que según los convenios de Ginebra los mercenarios no tendrán derecho al estatuto de combatiente o de prisionero de guerra.

5) Es evidente que se están utilizando forma de exterminio de población civil que siguen perfiles de modelos de análisis social con la utilización de técnicas de simulación por ordenador que determinan las listas de personas que son "nodos" de activismo civil político, social y cultural y que son: a) son fijadas como blanco; b) son amenazadas como forma de determinación del blanco a las unidades paramilitares; c) son despejadas las áreas geográficas de actuación paramilitar en zonas rurales o fijadas zonas de cobertura de seguridad en zonas urbanas; d) son otorgadas facilidades de comunicaciones y coordinación y finalmente se determina el momento de la ejecución. Estos hechos son constitutivos de la figura de organización criminal y planificación sistemática de exterminación de población civil. Según la Comisión Colombiana de Juristas, durante 1998 el 77, 8 por ciento de las violaciones graves de derechos humanos responsabilidad de las organizaciones criminales paramilitares. Sumadas a las cometidas bajo responsabilidad militar llegan al 96 por ciento de los 1.656 incidentes contabilizados, habiéndose más que duplicado en el período entre 1994 y 1998.

6) En el caso que nos ocupa los batallones de contraguerrilla Barbacoas y Granaderos, ha participado conjuntamente con la organización criminal Autodefensas Campesina y han estado en la zona en el momento de las masacres. Los comandantes de la zonas militares que son responsables en la cadena de mando de la que dependen los batallones y los jefes de los batallones son responsables de no impedir la actuación de las organizaciones criminales que componen los grupos paramilitares, no es suficiente las alegaciones de subordinación territorial ante la comisión de delitos de esta naturaleza.. Estas responsabilidades deben ser depuradas ante un tribunal.

7) Es evidente que es "modus operandi" es el que estamos focalizando en esta zona es la situación de ataque y amenaza contra la población civil desplazada en el Magdalena medio y de la situación de violación sistemática de los derechos humanos, por parte de grupos paramilitares con conocimiento explícito de los mandos militares. Es necesario ejercer una presión clara y transparente ante todo tipo de autoridades para denunciar esta nueva "masacre" y hacer responsable a las autoridades civiles de complicidad en un caso tan evidente.

8) Tomamos nota y apoyamos en todos sus términos, la Declaración Pública del Comité Permanente de Relaciones Exteriores y Comercio Internacional del Parlamento Canadiense de 16oct99 que dice expresamente " 2) Hace un llamado al Gobierno de Colombia a intensificar tanto la investigación de la masacre de Barrancabermeja como también todas las actividades orientadas a reducir y prevenir la violencia, la violación de los derechos humanos en el país y a que ponga fin a la impunidad especialmente respecto a los crímenes de lesa Humanidad. 4). Hace un llamado al Gobierno de Canadá a intensificar sus esfuerzos bilaterales y multilaterales en orden al mejoramiento de la situación en Colombia y a que examine si tiene jurisdicción legal para levantar expediente y enjuiciar en Canadá, a los responsables de la masacre de Barrancabermeja e informar al Comité sobre este asunto; 5). Hace un llamado al Gobierno de Canadá, a que incremente el monitoreo sobre el impacto de las inversiones y el comercio de las corporaciones canadienses en Colombia, a fin de asegurar que sus actividades y su presencia no estén empeorando el conflicto ni la situación de los derechos humanos y a que presente un informe a este Comité sobre este aspecto. En concordancia con esta Declaración solicitamos a otros gobiernos que adopten similares posturas y que revisen las relaciones diplomáticas y económicas con el gobierno Colombiano que ha demuestra ser insensible a sus obligaciones frente al Derecho Internacional de los Derechos Humanos y al Derecho Internacional Humanitario, garantizando además que la actuación de sus diplomáticos, empresarios y otros dirigentes no estén empeorando la situación de la violación de los derechos humanos.

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