Tlahui-Politic. No. 8, II/1999
ELN: Comunicado del 13 de Agosto de 1999
Codehsel: Grupo paramilitar en Municipio del departamento de Antioquia
PCC: Aniversario del magnicidio de Manuel Cepeda Vargas
PCC: La lucha popular por la Unidad [por Álvaro Vásquez del Real]
PCC: Repudiamos el crimen de Jaime Garzón
PCC: Atropellan campesinos en el municipio de Viotá (Cundinamarca)
Información enviada a Mario Rojas, Director de Tlahui. Colombia, a 15 de Agosto, 1999. COLOMBIA: NUEVOS DOCUMENTOS!
COMUNICADO (13 de Agosto de 1999)
Del Ejército de Liberación Nacional de Colombia
Este comunicado había sido redactado minutos antes de conocer el asesinato
de Jaime Garzón, muerte que nos duele a todos los demócratas, progresistas
y revolucionarios de Colombia. Estamos convencidos que el mejor homenaje a
Jaime es continuar luchando con valor por hacer realidad nuestros sueños.
Pese a este vil asesinato, saludamos con beneplácito el pronunciamiento
realizado en días pasados por aquellos amantes de una salida política al
conflicto, que en buena medida quedó interrogada por la actitud excluyente
del presidente Pastrana, que pretendió marginar al ELN de dicho proceso al
cerrarle las puertas a la realización de la Convención Nacional, ese camino
que se inició a construir con el esfuerzo de muchos colombianos y que es
una posibilidad de futuro cierto para nuestra patria.
El actual Presidente se posesionó enarbolando la bandera de la paz, pero un
año después el panorama de nuestra patria no puede ser más sombrío y las
incertidumbres crecen con el fantasma de la invasión Norteamericana a bordo.
Así las cosas, nuestra respuesta a la carta mencionada no puede ser mas que
receptiva y sólo esperamos que se generen las condiciones para que todas
las expectativas que se vinieron abajo en febrero del año en curso, vuelvan
a ser realidad para quienes le hemos apostado a un nuevo país.
Dentro de este contexto, el ELN reafirma que para iniciar las
conversaciones con la sociedad no debe haber precondiciones, así como
tampoco temas vedados en el transcurso de las discusiones.
Sea este el momento de saludar y agradecer también las manifestaciones de
Gobiernos, personalidades y pueblos amigos, que conscientes de la gravedad
del conflicto colombiano, se disponen a contribuir en una salida de paz con
justicia social donde todos construyamos de manera soberana nuestro propio
destino.
Colombia para los trabajadores,
Ni un paso atrás... Liberación o muerte.
Ejército de Liberación Nacional de Colombia
Comando Central
Nicolás Rodríguez Bautista, Antonio García, Pablo Beltrán,
Ramiro Vargas, Oscar Santos.
Montañas de Colombia,
Agosto 13-99
De: "COLECTIVO DE DDHH SEMILLAS DE LIBERTAD"
Medellín, agosto 13 de 1999-08-13
Señores:
Oficina del Alto Comisionado de N. U. para los DDHH.
Defensoría del Pueblo
Procuraduría General de la Nación
Comité Internacional de la Cruz Roja
Gobernación de Antioquia
Ministerio del Interior
Organismos nacionales e internacionales de DDHH
En el día de ayer, jueves 12 de agosto, siendo aproximadamente las 4: 00
p.m., un numeroso grupo de hombres, que se identifico como paramilitar,
portando prendas y armas de uso privativo de las Fuerzas Armadas ingreso al
área urbana del municipio de San Carlos (Oriente del Departamento de
Antioquia).
En su recorrido por el poblado las personas fueron sacadas de las viviendas
y establecimientos o retenidas en la vía pública y conducidos bajo amenaza
al coliseo polideportivo de la localidad, en donde se encontraban reunidos
los niños de todas las escuelas celebrando la fiesta municipal.
Una vez allí las personas retenidas fueron obligadas a presentar su
identidad y luego de arengar a la población amarraron a algunos de los
retenidos y asesinaron a un numero no determinado de personas, dentro de
las cuales se han reportado los siguientes:
1. RODOLFO SEPÚLVEDA. Empleado de la UMATA, líder de la comunidad y
administrador de la Estación Piscícola del Municipio de San Carlos.
2. WILLIAM HERNÁNDEZ. Miembro de la Cooperativa de Transportes del Municipio.
3. NICOLÁS CORTES. Secretario de Asocomunal.
4. GUILLERMO DAZA. Líder cívico y Almacenista del Hospital Municipal.
5. ALBERT LONDOÑO OSORIO. Vinculado hasta hace poco como celador del
municipio.
Adicionalmente se refiere la ejecución de un campesino en la Vereda Sardina
y de dos personas que ocasionalmente se encontraban en el municipio así
como la desaparición de un numero no determinado de habitantes, sin que
hasta el momento se nos haya suministrado datos sobre sus identidades.
En momentos en que el supuesto grupo paramilitar realizaba su acción se
presento un enfrentamiento armado, al parecer como consecuencia de la
reacción de la guerrilla que opera en la zona, lo cual permitió que muchas
de las personas retenidas pudieran escapar. Pese a ello el grupo armado
continuo haciendo presencia durante toda la noche y se le vio en el casco
urbano hasta primeras horas de hoy.
Integrantes del grupo advirtieron que mantendrán la presencia y algunos
pobladores afirman que aun se encuentran acampando en los alrededores del
casco urbano.
Es de anotar que la Policía Nacional abandono esta población desde el
sábado 7 de agosto y que este municipio ha sido blanco de reiteradas
amenazas y ataques, registrando incluso tres masacres en menos de un agno
pese a la proximidad de las bases militares y batallones que prestan
seguridad permanente a las hidroeléctricas de la zona.
En tales condicione solicitamos su urgente intervención para que:
1. Se realice una visita urgente a la localidad por parte de organismos
humanitarios y autoridades civiles para evaluar la acción del grupo armado,
socorrer a las victimas y poner fin a la agresión.
2. Se garantice la vida de las personas que aun se encuentran en situación
de peligro mediante mecanismos de protección y acompañamiento.
3. Se requiera a las autoridades del Estado colombiano para que cumplan con
su misión constitucional de proteger a la población.
4. Se promuevan las acciones legales y disciplinarias a que haya lugar por
la actitud de abandono de la población por parte de las Fuerzas Armadas.
Suscribe,
COLECTIVO DE DDHH SEMILLAS DE LIBERTAD (Codehsel)
De: Partido Comunista Colombiano
Aniversario del magnicidio de Manuel Cepeda Vargas, ex director de VOZ.
CINCO AÑOS ESPERANDO JUSTICIA
Interpuesto derecho de petición ante el Ministro de Defensa para que sean
destituidos suboficiales responsables del asesinato de Manuel
Cepeda. Demandado ante la Corte Constitucional el Código Militar
Disciplinario, que en casos de crímenes de lesa humanidad sólo establece
para los culpables la reprensión severa.
Avanza lucha contra la impunidad
El 9 de agosto se cumplieron cinco años del atentado que costó la vida al
senador, dirigente comunista y director de VOZ Manuel Cepeda Vargas. Este
magnicidio está inscrito en la lista de miles de asesinatos, persecuciones,
exilios y hostigamientos de que ha sido blanco la Unión Patriótica y el
Partido Comunista, organizaciones a las que la guerra sucia les ha impedido
tener presencia en el Parlamento. Hernán Motta Motta, quien sucediera a
Cepeda en el Senado, tuvo que marchar al exilio a causa de amenazas de
muerte contra él y su familia.
La batalla por esclarecer la verdad
La Fundación Manuel Cepeda Vargas, que preside su hijo Iván Cepeda, y la
Corporación Colectivo de Abogados "José Alvear Restrepo" han librado cinco
años de lucha contra la impunidad en este caso, en el que se ha intentado
destruir la prueba reina, dos familiares del testigo principal han sido
desaparecidos y se han hecho múltiples amenazas y hostigamientos contra
quienes reclaman castigo para los culpables del magnicidio.
La Justicia Especializada, a cuyo cargo está la investigación penal, llamó
a juicio a los suboficiales del Ejército adscritos a la Red de Inteligencia
de la Novena Brigada, sargentos Hernando Medina Camacho y -Justo Gilberto
Zúñiga Labrador, señalados como autores materiales del asesinato del
dirigente comunista. Con ellos también fue llamado a los tribunales el jefe
de las así llamadas "Autodefensas Unidas de Colombia (AUC)" Carlos Castaño
Gil. Las investigaciones establecieron que Zúñiga Labrador poseía una
pistola, con la que meses después del magnicidio su hija, una menor de
cuatro años, se disparó accidentalmente causándose la muerte. El cotejo
balístico comprobó que el arma era la misma con la que se había disparado
contra Cepeda. La pistola apareció después misteriosamente dañada. A causa
de las medidas de aseguramiento, los suboficiales fueron recluidos en
guarniciones militares. Sin embargo, denuncias concretas indican que éstos
se movilizan libremente, visitan a sus familiares en otras ciudades e
incluso cumplen en la actualidad misiones de inteligencia.
La Fundación Manuel Cepeda advirtió a las autoridades y a la opinión
nacional sobre el peligro latente que los incriminados del Ejército
intenten obstaculizar las investigaciones aprovechando la permisividad de
que gozan y que ante la proximidad del fallo penal, intenten fugarse. Las
autoridades no han respondido estos reclamos.
Un Código para la impunidad
De otra parte, el 25 de junio la Procuraduría 29 Distrital, falló en
primera instancia el caso. El fallo sustenta plenamente desde el punto de
vista probatorio la responsabilidad material de los militares Medina
Camacho y Zúñiga Labrador. También condena a Herman Arias Gaviria,
secretario de Gobierno del Distrito Capital, por omisión. La Procuraduría
afirma que los sargentos recibieron del brigadier general Rodolfo Herrera
Luna, ya fallecido, (quien figura en el libro "Terrorismo de Estado en
Colombia" como responsable de graves violaciones de derechos humanos en
Huila y Meta, entre las cuales se cuentan los asesinatos del defensor de
derechos humanos Josué Giraldo y el dirigente comunista del Llano Pedro
Malagón), la orden de asesinar a Manuel Cepeda.
A pesar del peso de la prueba, que apunta sin dudas a los suboficiales y
el general Herrera Luna, la Procuraduría se vio precisada a acogerse en
primera instancia a la única sanción que prevé el Código Disciplinario
Militar para estos casos, que es la reprensión severa. Una especie de
regaño público hecho por el superior de los incriminados, en el cual éste
invoca razones de honor y ética.
Resulta entonces como aseveraría recientemente Iván Cepeda ante la Comisión
de Derechos Humanos del Senado presidida por Piedad Córdoba, en presencia
de altos oficiales militares, Procurador Nacional, Fiscal General,
Vicefiscal, Defensor del Pueblo, Director del DAS, Zar Antisecuestro y el
Director de la Oficina de Naciones Unidas para los Derechos Humanos en
Colombia Anders Kompass, que los crímenes de lesa humanidad: masacres,
desapariciones, torturas, magnicidios, a la luz de este Código no son
consideradas como causas de mala conducta, y en consecuencia, no son
motivos suficientes y razonables para que a los responsables de estos
delitos atroces se les destituya de las filas del Ejército. "A este Código
sólo cabe asignarle el calificativo de vergonzoso para la justicia y de
causa eficiente de la impunidad en nuestro país", precisó Iván Cepeda.
El defensor de derechos humanos informó al Senado que el 26 de julio de
1.999 la fundación que preside y el Colectivo de Abogados inter-pusieron
ante el ministro de Defensa Luis Fernando Ramírez un derecho de petición
en el que se exige que tomando en cuenta las circunstancias, de conformidad
al Derecho y como muestra de la voluntad del actual Gobierno de superar la
impunidad y la grave crisis de derechos humanos, destituya a los dos
suboficiales del Ejército responsables materiales del magnicidio. El
derecho de petición fue respaldado por la Comisión de Derechos Humanos del
Senado y se designó una comisión para que redacte el respectivo oficio. En
la sesión el Procurador Jaime Bernal Cuéllar informó que estaba próximo a
ser radicado en el Congreso un proyecto de reforma del Código Disciplinario
Militar y que el fallo contra los suboficiales incriminados ya había
recorrido la segunda instancia. El Fiscal Alfonso Gómez Méndez corroboró
por su parte que la responsabilidad intelectual era del general Herrera Luna
y Carlos Castaño quienes habían ordenado el asesinato de Cepeda. Como
autores materiales, dijo, se encuentran los dos suboficiales y dos sicarios
paramilitares que fueron asesinados. La investigación de la Fiscalía deja
sentado que la autoría ha sido probada desde el punto de vista testimonial,
documental y fáctico. El Colectivo de Abogados por su parte, demandó ante
la Corte Constitucional el código Militar Disciplinario (Decreto 085 de
1.989), pidiendo que se produzca una sentencia integradora de todo el
régimen disciplinario que cobije a los gentes del Estado sin distinción
alguna.
A la espera de hechos vitales
En consecuencia la opinión nacional se encuentra a la espera de tres hechos
que
deberán producirse en el caso del magnicidio de Manuel Cepeda Vargas. Estos
son:
1.- Respuesta de Mindefensa al derecho de petición que solicita la
destitución de los dos suboficiales culpables materiales del asesinato de
Cepeda.
2.-Sentencia de la Corte Constitucional con relación al Código Militar
Disciplinario. 3.-Fallo Penal de la Justicia Especializada sobre el
magnicidio. Considerado un paso importante en la Comisión Interamericana de
Derechos Humanos de la OEA para producir el fallo en la investigación que
se adelanta por el genocidio cometido contra la UP.
Los hechos de justicia transcurridos hasta ahora en la investigación
señalan la
existencia de responsabilidad estatal, participación en términos de
complicidad
y consuno con los paramilitares con statu de operaciones encubiertas del
Ejército y la existencia de un plan sistemático y masivo, no casual,
elementos que configuran un crimen de lesa humanidad. Es como aseveran
varios analistas de derechos humanos, un primer paso, decisivo para
derribar el muro de la impunidad que ampara a los autores intelectuales y
materiales de la guerra sucia contra las organizaciones democráticas, de
derechos humanos y de izquierda.*
LA LUCHA POPULAR POR LA UNIDAD
Por Álvaro Vásquez del Real.
Quizá el tema más interesante para los sectores populares en esta etapa es
la posición de la izquierda frente a los choques que se libran en los
diversos escenarios de la vida política nacional y en el marco de los
cambios internacionales, fuertemente influidos por la ofensiva del gran
capital transnacional con la envoltura del neoliberalismo.
Todos somos conscientes que estamos en un cruce de caminos, en un cambio de
etapa, por lo que es apenas natural la tendencia a la radicalización de las
posiciones y al esfuerzo por asumir una identidad que le dé fuerza
característica a una posición ante la perspectiva.
Si nos sustraemos un tanto de la inevitable inclinación al juego político
doméstico y de corta visión que ha sido característica de siempre de la
clase dirigente colombiana en su conjunto, y tratamos de ver adelante, en
lo inmediato pero también en la proyección, podemos señalar algunos
elementos favorables a las posiciones que las corrientes progresistas del
país han mantenido a lo largo del tiempo.
Ante todo, los diversos participantes del campo popular están de acuerdo en
que toda posibilidad de salida de la crisis nacional pasa por la confianza
y la esperanza en la acción de masas. En el proceso de restablecimiento de
la lucha social al que asistimos, la movilización de las multitudes -en el
buen sentido de esta categoría- es el proyecto común con que trabajan las
corrientes del movimiento obrero y popular. Sobra decir que esta marca de
lo masivo, de lo social, es propia de los luchadores de avanzada de nuestra
sociedad.
Hasta representantes de la política tradicional más encopetada, como
Francisco Santos de la casa oligárquica de El Tiempo, sueñan con repetir la
maniobra de la burguesía en mayo del año 1957 cuando derrocó al general
Rojas Pinilla movilizando las grandes mayorías nacionales. Es la
interpretación que se hace de las marchas contra el secuestro que se están
realizando en varias ciudades.
Pero no capta que en este proceso lo que se hace es capitalizar
sentimientos que en fin de cuentas apuntan más al anhelo de paz de la gente
que al intento burgués de hegemonizar a la población para un proyecto
contrainsurgente. Es que esto no se puede fabricar a gusto de la oligarquía.
Un segundo momento de esta conciencia es la apuesta por la unidad. Han
quedado atrás las ideas de que mientras más sueltos y separados sean los
puntos del trabajo político es mejor. Las viejas tradiciones -que algunos
consideraban ya desgastadas- del movimiento obrero de afianzarse en la
organización y fortalecerse en la solidaridad, el encuentro y la unidad,
vienen cobrando fuerza y son la moneda corriente del intercambio de
experiencias y opiniones al interior del movimiento de los trabajadores.
Los tres paros grandes que se han registrado en este período así lo han
comprobado. Sin el frente unitario no se habrían podido realizar.
Los dos proyectos más importantes que están desarrollándose, el frente
social y
político que promueve la CUT y el Foro Permanente Alternativo de la
Izquierda, van en dirección a profundizar los logros unitarios como base de
cualquier posibilidad de avanzar hacia la democracia, la paz y la lucha
contra los efectos del neoliberalismo.
Habría que agregar una tercera tendencia, la que apunta a la necesidad de
la amplitud en los objetivos y la confianza en las reservas acumuladas en
la lucha en diversos escenarios. Aun cuando esta perspectiva no es todavía
compartida con la misma convicción que los dos anteriores rasgos que hemos
apuntado, sí es manifiesta la inclinación a despojarse del exclusivismo, a
acercarse a otros para una tarea común decisiva y a estirar en lo posible
el campo de los cambios. En este terreno, desde luego, hay varias visiones.
¿Hasta dónde llega el techo de una tal apreciación de lo amplio y
compartido?. Es ésta una posibilidad en construcción, que está determinada
en primer plano por las urgencias sociales de enfrentar la ofensiva
patronal y empresarial que
pretende arrasar hasta con la última conquista de los trabajadores, por el
rechazo a
entregar toda la política económica al F.M.I. y por la indignación que
produce el intento de buscar con espíritu lacayuno la protección militar
norteamericana
para una solución de fuerza del conflicto social y armado.
Una interpretación de la amplitud con que se debe actuar no borra las
fronteras
de las aspiraciones a cambios profundos que caracterizan el nivel de la
izquierda social y política. Aquí el tema de la identidad de una posición
avanzada juega un papel significativo. El frente de los que están contra el
neoliberalismo es muy ancho y engloba a todos los que vienen sufriendo el
embate de la llamada globalización. Pero lo que caracteriza una posición a
la izquierda del espectro político es el tipo de salida para tal situación
y la alternativa que debe proyectarse en su lugar. Una mirada en
profundidad debe llegar hasta la necesidad de avanzar en los elementos
anticapitalistas, porque la lucha popular no sólo se libra contra lo
neoliberal, ya que ésta es una forma, de todos modos tran-sitoria, de
presentar el modelo capitalista.
Armado el conjunto de estos rasgos de la lucha social y política en el
instante
que se vive, podríamos decir que éste es el bagaje con que se presenta el
llamado al paro cívico nacional, cuya realización exitosa podrá ser el
elemento catalizador de prometedores procesos democráticos, de avances
sociales y de nuevos estadios de las aspiraciones en la larga vía de la
liberación *
Tomado de *VOZ - Edición 2013 - Quincena del 11 al 24 de agosto de
1999.
Comunicado de prensa de la fecha:
REPUDIAMOS EL CRIMEN DE JAIME GARZÓN
El espantoso crimen del periodista Jaime Garzón representa la mas burda
maniobra destinada a acallar una actitud y unas gestiones en búsqueda de la
paz.
El paramilitarismo intensifica su acción en medio de la mas flagrante
impunidad
y se burla de los rimbombantes planes de defensa de los Derechos Humanos
proclamados ayer mismo por el vicepresidente de la República Gustavo Bells.
Los mismos que asesinan dirigentes estudiantiles, profesores universitarios,
activistas de la izquierda, líderes sindicales, periodistas y ciudadanos
inermes, son los que piden la intervención militar inmediata de Estados Unidos
"para poner orden" en Colombia. Los enemigos de la paz tratan de agravar
el ya
deteriorado ambiente político y aplicar la represión violenta como amenaza
frente a la protesta popular en desarrollo.
El Partido Comunista colombiano repudia este crimen atroz y reclama el cese de
los asesinatos y la parálisis irresponsable del gobierno frente al despliegue
militarista con amplia complicidad de las autoridades. A los familiares y
allegados del periodista inmolado, expresamos nuestro sentimiento de pesar y
solidaridad.
PARTIDO COMUNISTA COLOMBIANO
Comité Ejecutivo Central
Santa fe de Bogotá, D.C., 13 de agosto de 1999.
ATROPELLAN A CAMPESINOS DE VIOTÁ
El ejército colombiano desarrolla en los actuales momentos un vasto operativo
en el municipio de Viotá (Cundinamarca) estableciendo retenes, ejecutando
allanamientos y detenciones arbitrarias como la del dirigente comunista Héctor
Grijalba.
Estos operativos se desarrollan cuando se preparan en diversas veredas del
municipio las festividades de aniversario del Partido Comunista en esa región,
lo que constituye una clara y abierta provocación en contra del Partido.
Convocamos a repudiar ante el gobierno nacional estas acciones en contra del
PCC y de los pobladores de Viotá.
Comité Ejecutivo Central
From: Comité Internacionalista Arco Iris ale.ramon@numerica.it
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