Tlahui-Politic. No. 8, II/1999
Contreras acusa a Marina Calleja de autora material del crimen del Gral Prats
Información enviada a Mario Rojas, Director de Tlahui. Chile, a 28 de Diciembre, 1999. Chl/Arg - Contreras acusa a Marina Calleja de ser la autora material del
crimen del Gral Prats y dice que la
organización Cóndor fue un invento del FBI.
Equipo Nizkor. Derechos Human Rights. Serpaj Europa.
Información.
EL GENERAL CONTRERAS ACUSA AL FBI DE HABERSE INVENTADO LA OPERACIÓN CÓNDOR.
Santiago de Chile (EFE).- El encarcelado general chileno Manuel Contreras sostuvo que la
denominada Operación Cóndor -un acuerdo secreto de las dictaduras latinoamericanas de los años
'70 para perseguir y asesinar opositores políticos- fue "un invento" de un funcionario del FBI
destacado en la Argentina.
Esa afirmación del militar, quien ejerció la jefatura de la disuelta Dirección de Inteligencia
Nacional (Dina) durante la dictadura de Augusto Pinochet, está contenida en las respuestas a la
jueza Argentina María Servini de Cubría que investiga el asesinato en 1974 en Buenos Aires del
general Carlos Prats, ex jefe del Ejército chileno.
El diario local El Mercurio reprodujo ayer las declaraciones que Contreras y su lugarteniente en
el organismo represivo, brigadier Pedro Espinoza, también encarcelado, formularon a Servini de
Cubría en la indagatoria realizada el miércoles pasado en una prisión militar.
El ex jefe de la Dina aseguró que Robert Scherrer, oficial del FBI (la policía federal de Estados
Unidos), "cumplía funciones falsas" en la embajada de su país en la capital Argentina. Contreras
dijo que Scherrer "asignó" a la "Operación Cóndor, así bautizada por él" los asesinatos con
artefactos explosivos del general Carlos Prats, perpetrado en Buenos Aires en 1974, y del ex
canciller Orlando Letelier, ocurrido en Washington en 1976, y también el frustrado atentado
contra el ex vicepresidente Bernardo Leighton, en Roma en 1975. A su juicio, la desaparición de
119 "extremistas chilenos que se habían fugado a Argentina", que ha sido identificada como la
primera actuación conjunta de los aparatos represivos sudamericanos, también fue "asignada" por
el agente del FBI a la "Operación Cóndor".
Varios jueces argentinos y el español Baltasar Garzón, quien ordenó la detención de Pinochet en
Londres por genocidio, han recibido documentación sobre la llamada Operación o Plan Cóndor. Según
esa documentación, las dictaduras que gobernaron Argentina, Brasil, Bolivia, Chile, Paraguay y
Uruguay en los años '70 acordaron un plan conjunto de persecución y eliminación de sus opositores
políticos.
Contreras culpó a la CIA (la central de inteligencia de Estados Unidos) de la "planificación" del
asesinato del general Prats y de su materialización al agente de ese organismo Michael Townley y
a su mujer, Mariana Callejas, "en concomitancia con individuos de los grupos Milicias y Triple
A", de la extrema derecha de Argentina. El ex jefe de la Dina señaló haber recibido
informaciones sobre el atentado a Prats del general argentino Otto Paladino, quien durante los
primeros años de la dictadura Argentina fue jefe de la SIDE.
LA MUJER DE TOWNLEY DETONÓ LA BOMBA
Santiago de Chile (dpa).- El encarcelado ex jefe de la disuelta DINA, el ex general Manuel
Contreras, sostuvo ante la jueza Argentina María Servini de Cubría que la CIA y los grupos
argentinos Milicias y Triple A fueron los autores del crimen del ex jefe del Ejército chileno,
general Carlos Prats y su esposa Sofía Cuthbert, en 1974 en Buenos Aires. El matutino publica que
al concluir el interrogatorio y sin mediar pregunta, Contreras reveló además que en agosto de
1976, Michael Townley junto con el jefe del Movimiento Nacionalista Cubano, Guillermo Novo,
viajaron a Argentina "y en dicho país cooperaron a la tortura y asesinato de dos diplomáticos
cubanos".
La prensa local, junto con destacar que por primera vez un juez extranjero accede a ex
uniformados chilenos, consideró que Servini difícilmente obtendría datos novedosos en relación a
los que ya posee, pero que una vez cumplido el requisito de interrogar podría dictar un auto de
procesamiento en contra de Contreras y su segundo el brigadier (R) Pedro Espinoza. "Entre las
informaciones que me entregó (el general argentino Otto) Paladino está el hecho de que Mariana
Callejas (la esposa de Townley) fue quien apretó el botón del control remoto que detonó la bomba
o artefacto explosivo que destruyó el auto del general Carlos Prats", sostuvo Contreras. (DPA)
[Fuente: Diario Río Negro, Argentina, 27dic99]
UNA JUEZA ARGENTINA INTERROGA A DOS JEFES DE LA DINA CON RELACIONA AL ASESINATO DEL GENERAL
PRATS.
Para un caso que lleva ya 25 años tramitándose, la fugaz visita a Chile de la jueza Argentina
María Servini de Cubría, para interrogar al general (R) Manuel Contreras y el brigadier (R) Pedro
Espinoza por el asesinato del ex comandante en jefe del Ejército, general Carlos Prats, y su
esposa, Sofía Cuthbert, en Buenos Aires en 1974, fue breve e intenso. La magistrada estuvo apenas
36 horas en suelo chileno, pero en ese tiempo marcó un récord en el sistema judicial chileno: es
la primer vez que se constituye un tribunal completo extranjero en tierra chilena.
Ya en una ocasión, hace más de un año, estuvo un juez suizo en un interrrogatorio practicado por
un tribunal chileno. Pero, en esta ocasión, vino la jueza y la secretaria, lo que significa que
se trasladó el juzgado a Chile. La maratónica jornada de casi 10 horas de interrogatorios en la
cárcel de Punta Peuco se debió a la decisión de la jueza de terminar las diligencias de una sola
vez y en una sola jornada, aunque fuera larga y agotadora.
Cuando partió rumbo al penal, lo hizo acompañada de una secretaria, Karina Mesiano, y un
prosecretario, Eduardo Rodríguez, además del juez del Primer Juzgado el Crimen de Santiago,
Joaquín Billard, de la secretaría del tribunal, Doris Ocampo, y del oficial primero, Francisco
Olivares. Lo que realmente impresionó a la Servini fue la extrema celeridad con que la justicia
chilena accedió a su petición de estar presente en el interrogatorio a ambos jefes de la disuelta
Dirección de Inteligencia Nacional (Dina).
También destacó el que se le hubiera facilitado de todos los medios posibles, entre ellos varios
vehículos para desplazarse, además de agentes de la policía a su disposición. Cuando la comitiva
paró en un bomba de bencina para reabastecerse de combustible, la jueza comentó: "Si esto lo
hubiera hecho en Buenos Aires, habría tenido que pagar de mi bolsillo todos
los gastos, incluso la gasolina", dejando en evidencia la crisis presupuestaría por la que
atraviesa la justicia transandina.
Además, se mostró sorprendida por la rapidez con que se hizo todo en Chile, para que se llevaran
a cabo los interrogatorios que a ella le interesaban. "En Argentina, realizar estas diligencias
me habría tomado un mes, por lo menos", dijo a quienes le acompañaban a Punta Peuco, para
explicar las trabas burocráticas en la justicia Argentina.
PUNTA PEUCO
Ya en el recinto penal, la jueza Servini pasó por los controles de Gendarmería y los militares
que están dentro de un perímetro especial. Los interrogatorios se desarrollaron en una sala
dentro del pabellón Alfa. La Servini nunca pudo ver personalmente las celdas de Contreras y de
Espinoza, por lo que sólo pudo decir que consideraba que era "una cárcel" y no "un hotel", como
la han calificado abogados de derechos humanos.
En el interrogatorio, las preguntas estaban por escrito y las hizo el juez Billard. La Servini no
pronunció palabra. Tampoco pudo contrapreguntar. El juez dejó hablar a los interrogados y
contestar lo que ellos quisieran decir. Contreras y Espinoza tuvieron que responder 68 preguntas
cada uno, cuyas respuestas fueron escritas en un computador. Contreras fue más extenso en sus
respuestas y entregó bastantes detalles respecto de la supuesta participación del ex agente de la
Dina Michael Townley y de su esposa, Mariana Callejas, en relación con el crimen.
Debido a lo extenso de la jornada, hubo una pequeña interrupción durante la tarde, que fue
aprovechada para servirse un pequeño refrigerio. Después, siguió el interrogatorio a Espinoza.
Este fue menos expresivo que Contreras. Dijo no conocer a varias personas nombradas en las
preguntas del exhorto. Ambos reiteraron que la Dina era un organismo de análisis de inteligencia,
más que un ente operativo.
Ya agotada, la Servini regresó al hotel cerca de las 23 horas, ubicado en Apoquindo con Vecinal.
Allí la esperaba un gran número de reporteros. Apenas contestó algunas preguntas y se dirigió a
su habitación. Pero allí siguió trabajando por tres horas más.
Por la mañana, desayunó tarde y otra vez fue abordada por la prensa, pero no dijo nada nuevo, con
el argumento de que cualquier cosa que expresara podía entorpecer la investigación. Reconoció, en
todo caso, que Contreras y Espinoza habían colaborado en la diligencia practicada y que no tuvo
dificultades ni retraso en ese sentido. Posteriormente, abordó el avión que la llevó de regreso a
Buenos Aires, cumpliendo con su intención de volver lo más pronto a su juzgado.
[Fuente: Diario La Tercera, Santiago de Chile, 24dic99]
BREVE ANÁLISIS DE CONTEXTO.
En Buenos Aires, como surge de la información, existe un procedimiento abierto desde hace más de
25 años motivado por el asesinato del General Prats. Prats fue general en jefe del ejército
chileno de marcado carácter constitucionalista, sucedió al Gral Schneider (asesinado por el grupo
Patria y Libertad con armas suministradas por la CIA). Dimitió del gobierno de Allende y tuvo que
exiliarse en Argentina. El General Pinochet fue su sucesor en el cargo, por deseo expreso del
Gral Prats que creyó que Pinochet era otro constitucionalista. En Argentina fue asesinado él y su
mujer mediante una bomba colocada en su vehículo. En Argentina se encuentra detenido el agente de
la DINA y hermano de destacados militares chilenos, Arancibia Clavel, como responsable de la
planificación del atentado.
La única cuestión destacada, a nuestro entender, de lo que ha publicado la prensa es la acusación
de que Mariana Callejas fue autora material del asesinato. Esta versión ha sido manejada por
investigadores del caso que suponen que también tuvo que ver en el asesinato de un diplomático
español en Santiago de Chile. En todo caso es de destacar la "colaboración" de la justicia
Argentina que en ese período de tiempo ha sido incapaz de determinar cómo y quien asesinó al
General Prats, prueba descarnada y flagrante de su colaboración activa en la construcción de la
impunidad en Chile y en Argentina y a la que no es ajena la jueza María Martínez de Cubría. Esta
jueza es esposa de un Brigadier (RE) de la fuerza aérea Argentina con responsabilidades en la
dictadura de ese país y ha protegido los intereses del ex presidente Carlos Menem en un caso de
lavado de dinero donde estaba implicado el traficante de armas y oficial de inteligencia sirio,
Al Kassar que se dirimió en los juzgados de la Audiencia Nacional de Madrid.
Otro dato interesante es la imputación de los miembros de Patria y Libertad y del Movimiento
Nacional Cubano, en la tortura y muerte de dos diplomáticos cubanos que desaparecieron en Buenos
Aires y de los que no se tuvo más rastros. Todo indica que fueron llevados a una cita falsa por
parte de "colaboradores" o infiltrados de la ESMA en la organización Montoneros. Es la primera
vez que alguien tan destacado como Contreras reconoce que estos diplomáticos cubanos "pasaron"
por sus manos. Quizá esto de la pista para entender los diversos casos de chilenos desaparecidos
en Argentina, como es el caso de un ciudadano suizo desaparecido en Buenos Aires y en el que
todas los elementos hacen suponer que la Marina Argentina, dirigida por el Almirante Massera tuvo
una destacada actuación.
El agente del FBI que menciona Contreras es el que envía un famoso telegrama a sus jefes, desde
Buenos Aires. Este telegrama es el primero que define la existencia de la Operación Cóndor y la
disponibilidad de la DINA para asesinar dirigentes políticos chilenos en el exterior y que fue
usado como prueba en el procedimiento por el asesinato en Washington del ex ministro de Salvador
Allende, Orlando Letelier.
Este procedimiento fue llevado ante el Tribunal de Justicia del Distrito de Estados Unidos
(Washington) por los fiscales Eugene Propper, E. Lawrence Barcella y Diane Kelly, el 9 de enero
de 1979. El juez del caso fue Barrington Parker Jr., ex comisionado nacional del Partido
Republicano se había hecho famoso en 1997 al condenar al jefe de la CIA, Richard Helms, por
mentir a un Comité del Senado de los Estados Unidos acerca de la participación de la CIA en la
acción encubierta en Chile. Este juez el 23mar79 condenó a Guillermo Novo y a Alvin Roos a
prisión perpetua y dijo "en los diez años que he servido en esta corte, nunca había presidido un
juicio por asesinato tan monstruoso como éste". El 11may79, Parker sentenció a Michael Townley a
diez años de prisión, basándose en un acuerdo de reducción de condena a cambio de su testimonio
firmado en 1978. Bajo la cláusula de protección de testigos federales, recibió una nueva
identidad. El mismo juez condenó a a Manuel Contreras, Espinoza y Fernández. El 16may79 el
Presidente de la Suprema Corte de Justicia de Chile, Israel Bórquez, denegó la extradición de
estos tres criminales.
El telegrama fue aportado, años después, al procedimiento sobre los desaparecidos españoles en
Chile. Desde allí se envío una fotocopia a organismos de derechos humanos argentinos. Tiempo
después fue utilizada, sin informar de su origen, por abogados que llevan el caso de los "niños
robados" en Argentina lo que motivo que el juez del caso pidiera confirmación de la prueba al
gobierno de los Estados Unidos. Este confirmó la veracidad de la prueba y su origen.
Las pruebas juegan en contra de este intento defensivo del General Contreras: Letelier fue
asesinado con la participación de la estructura de la Operación Cóndor, lo mismo ocurrió con el
atentado de Leigthon en Roma y además el caso de los 119 chilenos que se hizo aparecer como
asesinados en Argentina, ha sido el elemento que ha permitido la detención del General Pinochet
en Londres.
Hay que recordar que el nexo causal que permitió la presentación de la ampliación de la querella
que, a su vez, permitió la orden de detención contra el General Pinochet, fue su inclusión en el
procedimiento por los desaparecidos españoles en Argentina a causa, precisamente, de que dichos
asesinatos demostraban la implicación de la organización criminal que dirigió el General
Pinochet, en territorio argentino.
Goyo Dionis, 28dic99
From: Editor Equipo Nizkor nizkor@teleline.es
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