Tlahui-Politic. No. 8, II/1999


Carta abierta de los Presos Políticos a Marcela

Información enviada a Mario Rojas, Director de Tlahui. Chile, a 9 de Octubre, 1999. CHILE: ODEP: Carta abierta de los Presos Políticos a Marcela, http://www.presos.org/odep.

Querida compañera:

Una vez más remeces nuestras conciencias de aprendices revolucionarios con tu desafío al poder. Desde tu cuerpo inmóvil y herido, tu entereza y dignidad, tu belleza de mujer sencilla, tu sueño de una sociedad más justa, te levantas por tu vida y tu libertad, desnudando de paso la profunda perversión de esta mal llamada "democracia" chilena.

Ya antes el poder te había abandonado a una muerte segura, de cuyo trance sólo te alejó la solidaridad de muchos de aquí y de otros pueblos, y tu propia fortaleza interior. Entonces, debió retroceder en su intento de venganza. Ahora vuelve a la carga, amparado en la legalidad pinochetista y decidido a vengar en ti el momento que viven el tirano y sus esbirros. El poder militar castiga así, como en tantos otros casos, la "insolencia" de querer y luchar por cambiar esta realidad de superexplotación, marginación y represión. El poder civil, comprometido con los intereses de los grandes capitales y escudado en el eufemismo de un "Estado de Derecho", arremete con todo a través del inmoral doble estándar con que se dirige este país.

Valoramos y apoyamos tu actitud valiente y digna en defensa de tu vida. Ella sintetiza y expresa además un compromiso profundo con la lucha diaria de millones contra las duras condiciones de existencia a que obliga este sistema. Por lo mismo es que tiene un significado tan grande para nosotros y para todos los que luchan por cambiar las cosas. Esperamos y haremos todo de nuestra parte para ayudar al logro de tu libertad urgente, llamando y apoyando también las movilizaciones, la difusión y todo lo que se haga en pos de ese objetivo.

Queremos, por sobre todo, decirte que estamos contigo y con tu derecho a la vida. Estamos conscientes de la sería amenaza de que te encarcelen y sometan a las mismas condiciones que te pusieron hace ocho años al borde la muerte. Los milicos y el gobierno no pueden eludir que, al encarcelarte, en las condiciones que sea, ponen en grave riesgo tu vida. Pero nosotros conocemos de sobra el carácter inhumano y aniquilador de estos regímenes penitenciarios. Nosotros sabemos que, aún sin la prisión, tal peligro no desaparece a no ser que recibas un tratamiento integral que te saque del círculo vicioso en que has decidido batallar a lo largo de estos nueve años.

Al negarte el asilo, el gobierno de Noruega ignora ese peligro inminente, contradiciendo la actitud que tuvo en ese trance de apoyo a tu causa. Pero, además, al fundamentar su negativa, desconoce que Chile no vive una real democracia. Este régimen político conserva prácticamente el mismo carácter represivo que conocimos en dictadura. Eso se refleja, por ejemplo, el asilo otorgado por los Estados Unidos a la periodista Alejandra Matus, que se atrevió a desemascarar al poder judicial chileno. En cambio, este régimen no trepida en encarcelar y condenar a una muerte lenta a quienes como tú, o como María Cristina San Juan, Magdalena Gallardo y Dante Ramírez, enfrentan tan graves condiciones de salud.

Aquí se enfrentan dos visiones y dos realidad de país contrapuestas; una, que se esmera en motejarte y acusarte de todo tipo de "delitos", mientras apoyan hipócritamente artificiales diálogos y reconciliaciones y apelan a "razones humanitarias" para traerse de vuelta e impune al tirano. La otra, que se ha visto empujada a una lucha de dignidad y supervivencia y que se entiende como parte de los muchos que quieren cambiar los fundamentos de esta sociedad, poniendo como centro los derechos y aspiraciones de las grandes mayorías explotadas y marginadas.

En todas estas razones radica la legitimidad y fuerza de la exigencia de libertad: en la validez de la lucha por hacer realidad la soberanía del pueblo, por sobre la pretensión de empresarios, milicos y políticos de perpetuar una dominación elitista sobre la sociedad. Siguen intactas las razones y motivos que hicieran y necesarias todas las luchas levantadas contra la dictadura. Razones que fundamentan tu compromiso de siempre con estos sueños y que enaltecen aún más tu actitud de resistencia y amor a la vida demostrada en estos duros años. Eso legitima y fortalece tu derecho a la vida digna y en libertad. Y hace que, en la defensa de tu vida, plasmemos la necesidad y el desafío de ser mejores, para construir un mañana más justo para todos.

Fraternalmente y con mucho cariño y respeto te saludan

Prisioneros Políticos
Cárcel de Alta Seguridad, CAS
Santiago, 8 de octubre de 1999.

De ODEP odep@reúna.cl

From: Comité Internacionalista Arco Iris ale.ramon@numerica.it
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