Tlahui-Politic. No. 8, II/1999


Continua la teleserie del anciano moribundo

Información enviada a Mario Rojas, Director de Tlahui. Chile, a 27 de Septiembre, 1999. CHILE: Continua la teleserie del anciano moribundo. Por Sergio Ramírez.

La detención de Pinochet en Londres y la operación rescate" para traerlo de regreso "a casa", adquieren los rasgos de una comedia televisiva, que emite cada día un nuevo episodio de la vida del Chacal del Mapocho que, desde la distancia, envía cartas lamentando "el dolor de los que sufrieron" y declarando cobardemente que se encuentra "en el límite de sus fuerzas". Pero más allá de los truculentos episodios, los argumentos del pinochetismo y de la Concertación en su defensa han fracasado. La duda acerca del definitivo desenlace se mantiene y aumenta en relación directa con las reaccionarias gestiones de uniformados y civiles. A pesar de que el día 27 se iniciara el juicio de extradición en Inglaterra, tales espúreos esfuerzos continuarán por varios caminos. Ante la profusión de interpretaciones y anuncios de la defensa mancomunada de la derecha y La Moneda, es conveniente un análisis de los pasos que han realizados y su verdadero significado.

El fracaso de la posibilidad de recurrir al arbitraje se confirmó mediante las declaraciones del Canciller español, Abel Matutes. Entre las razones de la negativa figuran tres particularmente destacadas,. que ponen en evidencia la falsedad de los argumentos del oficialismo La primera de ellas se funda en que cuando Chile ratificó el Convenio sobre Tortura, hizo expresa reserva justamente de aquellas cláusulas del Convenio que se relacionan con el arbitraje, lo que inhabilita al gobierno de Frei para invocar parte del Convenio que antes no había suscrito. Además, para someter a arbitraje una determinada materia, se precisa ser parte de ella. En la solicitud del gobierno la parte involucrada es un individuo (Pinochet), y no el Estado de Chile, que no participa como querellante ni como procesado. Y, que someter a arbitraje un caso supone la voluntad de resolverlo mediante esa vía, que es excluyente de la vía judicial, camino automáticamente descartado por España porque los antecedentes fueron entregados a la justicia. La maniobra de la Concertación de no recurrir a la justicia para juzgar a un responsable de crímenes de lesa humanidad ha fracasado rotundamente. Pero no se resigna. Continúa adelante. En efecto, ya anunció que recurrirá a la Corte de La Haya. Camino que supone retardar varios años la resolución del proceso. El mando castrense no ha aprobado a tal iniciativa, sólo la valoriza como efecto propagandista. Por lo que es seguro que quedará relegada al rincón donde se deposita la utilería circense en deshuso.

Las normas son similares en España, Inglaterra y los paises adscritos al Convenio Europeo sobre Extradición, y asignan un papel clave al ministro británico Jack Straw. Sin su respuesta positiva a la solicitud de España, el proceso de extradición no se habría iniciado. Son las prerrogativas que las normas vigentes asignan al poder político para estos casos. También deberá ser -por las mismas razones- el gobierno británico el que, una vez concluido el proceso por extradición que comenzara el reciente 27 de septiembre, determine que el acusado sea enviado a España o en lugar de ello se le mande de vuelta a Chile. En el caso que el juez británico confirmara la extradición a España, razones procesales hacen improbable que la extradición se resuelva antes de fines de año, y cuando terminen de verse todos los recursos que las partes presenten al Tribunal Superior Británico y a la Cámara de los Lores, Straw, debería volver a pronunciarse para ratificar la extradición. Ese es el único instante en el que él podría denegarle a España la extradición de Pinochet, invocando razones humanitarias o de interés político para Gran Bretaña. Pero, si así actuara no todo estaría definido. Existen otras dos peticiones de que obligan al gobierno británico a darles curso, y que son por otros delitos. Ante esta situación, existe la hipótesis de que Straw niegue también el inicio de estos procesos de extradición pendientes solicitados por Suiza y Francia. Por lo cual, el examen de los distintos escenarios lleva a concluir que resultaría excepcional que Pinochet pudiese retornar a Chile antes del primer semestre del próximo año, y que en caso que Straw diera lugar a los nuevos procesos, como ocurrió con España, ese plazo se podría dilatar a más de dos años (un año por cada solicitud), aun cuando terminaran no entregándolo a la justicia de los nuevos solicitantes. Además, si el gobierno británico no entregara a Pinochet a la justicia española, estaría obligado, de acuerdo con la legislación británica y europea, a juzgarlo en Inglaterra porque los delitos por los cuales España lo requiere son sancionados en Inglaterra, como lo confirmó la Cámara de los Lores del 24 de marzo de este año.

ATRAPADOS EN UN ZAPATO CHINO

En medio de este panorama surgió la teoría de que Pinochet se entregara voluntariamente al juez Garzón, lo que le permitiría ahorrarse todo el proceso de extradición, detener las otras solicitudes de Suiza y Francia y, una vez en España, ser eximido de permanecer recluido y, finalmente, ser indultado, para luego regresar a Chile. Tal variable se descartó. Existía un problema que impedía tales maniobras: al trasladarse a España, estaría aceptando ser juzgado por todos los delitos que certifican sus crímenes de lesa humanidad, lo que le significaría una pena muy alta. Después del fracason de tal maniobra, las cosas siguieron un curso normal: El juicio de extradición se ha iniciado. Todo indica que desde Chile los defensores de Pinochet continuarán maniobrando para generar un clima artificial favorable a su objetivo final. En el centro de sus argumentaciones estarán "la mesa de diálogo", la apelación a las "razones humanitarias" y todo tipo de presiones sobre el ministro Straw. Incluso, no se puede descartar, que opten por solicitar la extradición del dictador desde Chile. Petición que significaría un alto costo político pues antes deberían estar dispuestos a desaforarlo y aceptar que sea procesado por todos los crímenes que en Chile se le imputan. Hecho que rechazan la derecha, los grupos fascistas y las cúpulas castrenses.

El general y sus serviles reclutas están atrapados en un "zapato chino". Así lo ratifica la resolución de la Audiencia Nacional de España al confirmar la orden de prisión en contra de Pinochet en Londres, ante el riesgo de fuga que "pueda dar al traste con la efectividad del proceso penal" en el que existen "indicios más que suficientes" para mantener la imputación contra él. Además el Tribunal, al desestimar el recurso interpuesto por el fiscal, establece que debe seguir "manteniéndose la situación de privación de libertad" y considera que "obran en la causa indicios más que suficientes para mantener dicha imputación", entre ellos, las declaraciones de dos obispos chilenos sobre la desaparición del religioso español Antonio Llidó y el informe Rettig, donde se recogen los hechos criminales imputados a Pinocher. Además, se destacan las declaraciones del general (R) Manuel Contreras,ex director de la Dina, ante la Corte Suprema de Chile en las "que se desprende con toda claridad la relación directa entre Pinochet y el director de la DINA", en la determinación y ejecución de los delitos que se le acusan. Asimismo, los jueces españoles consideran que "los límites del enjuiciamiento de la persona requerida no se encuentran todavía delimitados, sino que dichos límites vendrán dados específicamente por la resolución definitiva que acompañe a la entrega efectiva del reclamado (Pinochet) a las autoridades españolas". Así, un proceso en España no estaría limitado a casos de torturas en un período limitado, como lo han establecido los lores ingleses, sino que "hasta tanto no se produzca dicha entrega, no podrá hablarse con propiedad de límites del proceso extradicional referidos al reclamado. Será entonces cuando el propio instructor, a la vista de la resolución inglesa, deberá establecer los límites del proceso penal y en definitiva, los hechos por los que puede ser enjuiciado el entregado".

PLAN PARA SALVAR AL CHACAL

La operación salvataje cuenta con la participación directa de Frei, que conversó por teléfono, con el primer ministro británico, Tony Blair, en el marco de las intensas gestiones que el Gobierno realiza ante Inglaterra para lograr la liberación de Pinochet por razones humanitarias. No es la única conversación de ambos mandatarios, pues ya se habrían contactado "un par de veces". Ello ha provocado un gran alegría en las cúpulas de la Concertación que esperan el regreso del "senador vitalicio" a Chile,dado que estiman que las relaciones con Gran Bretaña pasarían por un "buen momento" y el gobierno británico habría mostrando una "mayor apertura" para concordar una salida político en el caso Pinochet que España. Pero, en su euforia, olvidan que en mayo, Frei también mantuvo conversaciones con José María Aznar, mientras el entonces canciller José Miguel Insulza (PS) se contactaba con Abel Matutes, y que tales intentos de generar una salida política para el caso fracasaron por la negativa de España. Igual puede suceder ahora con Inglaterra.

El diseño para liberar al ex dictador consiste en esperar el término del juicio de extradición -que todos coinciden en que será desfavorable para Pinochet- para que luego sea liberado por razones humanitarias. Para lo cual, según el canciller Valdés, la la defensa del general (R) no debe apelar a la resolución del juez Ronald Bartle para así apurar la resolución del ministro del Interior inglés. Y segundo, que Bartle invoque razones de salud, para detener el proceso. Como esta resolución es apelable por la Fiscalía británica, la idea es que Straw se apoye en la resolución del magistrado. Esto sería posible porque el nuevo juez a cargo del caso fue candidato a parlamentario de los conservadores británicos, quienes, dirigidos por Margareth Thatcher, están realizando lobby en ese sentido. Además, la defensa de Pinochet tiene previsto presentar un recurso de amparo, invocando razones de salud. Pero, las cúpulas de la Concertación tienen claro que hay dos riesgos que podrían hacer fracasar este diseño: Que la defensa de Pinochet apele a la resolución del juicio de extradición, alargando el proceso y demorando una posible intervención de Straw. Para evitar tal hecho, voceros del gobierno han conversado con los abogados Miguel Schweitzer y Hernán Felipe Errázuriz, para instarlos a que no apelen. Sin embargo, cercanos a la defensa de Pinochet manifestaron que lo harán porque no confían en el éxito de las gestiones del Gobierno y creen que la administración de Blair sólo está por conceder la extradición de Pinochet.

Mientras tanto, en forma paralela, es de espera que Pinochet continúe con el show "El anciano moribundo", se someta a exámenes médicos durante todo el proceso, y la reacción, junto al oficialismo, intensifiquen su campaña sobre "la fragilidad de su estado de salud" y el "peligro de muerte" que le amenaza. Además, el general "que no tiene quien que le escriba", puede seguir mandando cartas plagadas de mentiras, para despertar compasión y simular una dimensión humana que encubra sus crímenes. Pero ello no puede engañar. Se trata de un acomodo politiquero de un personaje siniestro con fines personales. En efecto, abismantes diferencias se aprecian entre sus dos últimas cartas -la de diciembre y la de septiembre- Mientras en la primera escribía "(...) quienes dispusieron de armas y financiamiento soviético y predicaron a nuestro pueblo la siniestra ideología del socialismo marxista, son los que se levantan hoy como mis jueces", o "(...) soy inocente de todos los crímenes y de los hechos que se me imputan, aunque quienes lo hacen nunca estarán dispuestos a aceptar la verdad". En cambio, cuando compruebe que esos enemigos del ayer ("terrorista", "ladrones", "asesinos",etc.), son los más eficientes y abnegados defensores de su impunidad y de los asesinos que comandara, hoy dice que " (...) en mi alma no existen odios ni rencores". Y, en el colmo del cinismo, después de haber ordenado el asesinato, tortura, exilio, raptos de miles de chilenos, escribe: "Es más, el dolor de quienes han sufrido no me fue ajeno en el pasado y menos lo es hoy", al mismo tiempo, tratando de escabullir cobardemente a su responsabilidad, dice: "Lamento todas las situaciones de beligerancia y hechos de violencia que lo causaron". La derecha y la Concertación consideran estas últimas expresiones como una contribución a la mesa de diálogo y que, tanto Pinochet como los mandos castrenses, hacen un aporte significativo a la misma reconciliación nacional que ellos persiguen, que nos otro que culminar un negociado espúreo: los asesinos uniformados indican la ubicación de algunas osamentas de detenidos desaparecidos, sus familiares le dan sepultura y dejan de exigir verdad y justicia, a cambio de impunidad absoluta y total para sus victimarios.

CONTRA EL MUNDO EN DEFENSA DE UN ASESINO

En la defensa del tirano, el gobierno y el oficialismos concertado arremeten contra el mundo por intermedio de una intervención de Valdés en las Naciones Unidas. En efecto, el canciller calificó la demanda de extradicción de actitud "pretenciosa y arrogante" y rechazó que Garzón quiera constituirse en un "justiciero internacional. Además, demandó a la comunidad internacional que rechace la solicitud de extradicción de España porque ella sólo generaría un "caos internacional" y entorpecería la constitución del Tribunal Penal Internacional. Por ello, estimó oprobioso el intento de "algunas naciones europeas por decirnos cómo y cuándo debió concluir la transición" Tales fraudulentas afirmaciones obedecen también a otros objetivos Estos son develados por el propio Valdés: "... me asiste la más plena convicción que no es posible que el primer Gobierno de Chile en el siglo XXI tenga que cargar, como primera tarea, con repatriar a una persona que, efectivamente, representa de la manera más plena y absoluta el pasado de Chile". Es decir, junto con impedir que sea extraditado y juzgado Pinochet es fundamental que Lagos, en su soñado cargo de presidente, no tenga que asumir la tarea de traer a "casa" al ex dictador. Para ello, Valdés afirmó: "No me desanimo nunca", y añadió que le asiste la más firme convicción de que hay una tarea crucial que es evitar que el próximo Gobierno tenga este asunto en contra.

La defensa de Pinochet en la Asamblea General de la ONU realizada por el canciller Valdés recibió el aplauso unánime de los candidatos Lagos, Frei Bolivar y Lavín. Este último sintetiza un pensamiento común: "Me siento representado cien por ciento por lo que dijo el canciller Valdés en las NU, por la decisión del propio presidente Frei, del gobierno, de no concurrir a la Cumbre de la Habana y por lo que han dicho respecto de la actitud española.... Es el camino adecuado y creo que va a tener buenos resultados". En cambio, Gládys Marín rechazó la acción del gobierno que "ha usado la última Asamblea General de NU de este siglo para ir a defender a Pinochet, siendo que en ese recinto durante 16 años consecutivos se condenó la dictadura de Pinochet. Me parece increíble, me parece una vergüenza".

From: Comité Internacionalista Arco Iris ale.ramon@numerica.it
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