Tlahui-Politic. No. 8, II/1999


ODEP: Mesa de Diálogo: Mesa de la Injusticia

Información enviada a Mario Rojas, Director de Tlahui. Chile, a 2 de Septiembre, 1999. CHILE: ODEP: Mesa de Diálogo: Mesa de la Injusticia. Santiago/01-09-99.

La detención de Pinochet en Londres ha ratificado lo que sabemos desde hace tiempo sobre la verdadera posición del Gobierno y los partidos de la Concertación ante el tema de la justicia: así como durante todos estos años Frei se negó a recibir a los familiares de los detenidos desaparecidos, hoy defiende de manera intransigente al mayor violador de los derechos humanos de nuestra historia. Ante el inminente inicio del proceso de extradición de Pinochet a España, despliega una frenética actividad, siendo la más importante a nivel nacional la iniciativa de su ministro de Defensa de instalar una mesa de diálogo cuyos principales pilares debían ser, en principio, los familiares de los detenidos desaparecidos y ejecutados políticos y los militares.

El rechazo de las agrupaciones de familiares de participar en la mesa no desanimó a Pérez Yoma, comprometido como está con los altos mandos militares en la empresa de traer a Pinochet de regreso a Chile y de ahorrarles a los oficiales actualmente procesados el "bochorno" de presentarse ante los tribunales de justicia. El 21 de agosto se realizó la primera reunión, en la que participaron abogados concertacionistas (dos DC, dos PS, dos PPD), cuyo rol es esencialmente político, algunas personalidades del mundo artístico e intelectual y los militares designados por sus superiores para representarlos en las conversaciones. Todo bajo la bendición de la Iglesia Católica, quien se ha hecho cómplice de esta maniobra del gobierno y el pinochetismo, porque como ha dicho en repetidas oportunidades el arzobispo Francisco Javier Errázuriz "todos somos culpables de lo que pasó el 73". Es decir, para la cúpula de la Iglesia, nadie es culpable de las violaciones a los derechos humanos.

Sobre la base de esta interpretación de la historia en la cual coinciden "la espada y la cruz", Pérez Yoma pretende obtener resultados que le permitan al Gobierno exhibir progresos en el terreno de los derechos humanos, especialmente ante los tribunales y gobiernos extranjeros. Mientras las deliberaciones de la mesa saturan los medios de comunicación, las verdaderas negociaciones se realizan con la más absoluta discreción. Una señal de las intenciones de la derecha la dio la UDI, quien volvió a plantear públicamente la necesidad de legislar en torno a una ley de Punto Final.

Es tarea de las organizaciones políticas y de derechos humanos, pero sobre todo del pueblo que sufrió en carne propia los rigores de la represión y del hambre, oponerse decididamente a cualquier tentativa de cerrar el capítulo de los derechos humanos por la vía de la ampliación e institucionalización de la impunidad. El gobierno quiere transitar de una impunidad de hecho a una impunidad legislada en nombre de todos. Debemos ser claros: aún de aprobarse en el parlamento una "ley de punto final" negociada a espaldas de los chilenos, el tema de los derechos humanos seguirá estando pendiente. El pueblo organizado y movilizado es el único garante de que en el país se haga efectivo el anhelo de justicia que guió la lucha contra el dictador al que hoy el Gobierno ampara y defiende política y judicialmente.

El día de ayer, para protestar contra la segunda reunión de la mesa, las agrupaciones y organizaciones de derechos humanos protestaron una vez más ante el edificio Diego Portales (ex UNCTAD) en que se reúnen los cómplices de las maniobras concertacionistas. En un acto realizado en la Universidad Arcis, Fabiola Letelier, del CODEPU, fustigó en duros términos a los abogados de derechos humanos que por primera vez rompen la posición monolítica que hasta ahora habían mantenido, en favor de un itinerario hacia la verdad y la justicia que pasa por los tribunales -pese a todas sus falencias-, y no por cualquier mesa de diálogo político.

Hoy más que nunca debemos parar el chantaje y la impunidad militar con todas las formas de movilización, haciendo de este mes de septiembre un mes una lucha por la justicia.

¡JUSTICIA: NADA MÁS, PERO NADA MENOS!
¡IMPUNIDAD JAMÁS!

Organización de Defensa Popular
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