Tlahui-Politic. No. 8, II/1999


Propuesta de "Mesa de Diálogo" Impulsada por Pérez Yoma

Información enviada a Mario Rojas, Director de Tlahui. Chile, a 19 de Agosto, 1999. Chl - Carta abierta de Familiares sobre la "mesa de diálogo" militar. Equipo Nizkor. Derechos Human Rights. Serpaj Europa. Información.

CARTA ABIERTA SOBRE LA PROPUESTA DE "MESA DE DIÁLOGO" IMPULSADA POR PÉREZ YOMA

Compañeras Silvia Castillo, María Isabel Ortega, Magdalena Navarrete, Mónica Gana y otras:

Nos dirigimos a Uds. después de conocer su carta pública del 13 de agosto. En dicha carta, Uds. señalan además de su preocupación por la situación actual, dos cosas que nos parece importante analizar:

Primero: validan la desafortunada iniciativa de una "Mesa de Diálogo" para la solución pendiente de los derechos humanos, patrocinada por el Ministro de Defensa Edmundo Pérez Yoma, secundado por los abogados Luciano Fouillioux, Pamela Pereira y otros.

Segundo: aceptan concurrir a un diálogo con los mandos institucionales de las FF AA para una solución del problema de los detenidos-desaparecidos. Además, se insinúa que los actuales mandos de las FF. AA habrían cambiado su posición respecto a las violaciones de los derechos humanos ocurridas en Chile durante la dictadura militar.

La posición de Uds. es lamentable, más aún cuando el círculo de militares en retiro y las declaraciones del Comandante en Jefe del Ejército, general Izurieta, refuerzan categóricamente su tradicional rechazo a la verdad y la justicia en los miles de casos de violaciones de derechos humanos ocurridas durante la dictadura de Pinochet. Se equivocan al aceptar un escenario que coloca el tema fuera de los Tribunales de Justicia y lo convierte en una cuestión coyuntural y no estructural.

En estos diez meses, toda la sociedad chilena: jóvenes, pobladores, mujeres, trabajadores, iglesias; se han mostrado partidarios de la verdad y la justicia. Por otro lado, internacionalmente, el juicio al dictador ha provocado un gran apoyo en la mayoría de los partidos políticos del mundo, en las organizaciones de derechos humanos, en las organizaciones sociales y en las instituciones morales.

En Chile la opinión pública y distintas corrientes de opinión han reconocido los crímenes y la importancia de cimentar la convivencia en la sociedad, en una verdadera justicia. Incluso en los últimos meses, sectores del Poder Judicial han reaccionado reabriendo investigaciones o procesando a autores de los crímenes más brutales de que haya memoria en el Chile de este siglo.

El pinochetismo de los cuarteles y fuera de ellos, ha desarrollado distintas maniobras para buscar revertir la situación. En particular las FF. AA ven aparecer las huellas de la verdad que ocultaron celosamente por años; los juicios por la Caravana de la Muerte, los avances en el caso de la operación Albania, los resultados de la investigación por el crimen de Tucapel Jiménez, los antecedentes por el asesinato del General Prats y su esposa en Argentina, la aplicación de la figura de secuestro en el caso de los detenidos desaparecidos; en fin, son muchos los elementos que han ensanchado la conciencia del país en la búsqueda por la verdad y la justicia.

El aparente discurso de esta "Mesa de Diálogo" habla de un camino para conocer la verdad y de la ocasión para cerrar un duro capítulo de nuestra historia. Sin embargo esas afirmaciones carecen de sostén político y moral y, curiosamente surgen precisamente cuando en la sociedad crece la demanda por justicia.

La memoria social ha sido tenaz y persistente, y se ha convertido en queja real, por ello esta "Mesa de Diálogo" resulta, al igual que en otras oportunidades, contraria a lo que se desearía encontrar. Busca por sobre todo alimentar con una imagen de diálogo y olvido, las maniobras para evitar el juicio del dictador Pinochet, intenta dividir el campo de los derechos humanos y, por sobre todo, intenta construir la idea de que la justicia impediría la verdad; pretende con una frivolidad exacerbada, señalar que la impunidad puede producir paz social.

Se puede suponer buena fe en algunos de los participantes de la iniciativa, pero nos negamos a aceptar ciertas imágenes que se pretenden construir como por ejemplo, que las FF. AA. desconocen el paradero de los detenidos desaparecidos. Todos sabemos que el terrorismo de Estado fue una política planificada y consciente, que los desaparecimientos eran parte del sistema de terror con que se gobernó Chile por 17 años.

Plantearnos el olvido y la impunidad como objetivo, es patrocinar un nuevo acto de violación de derechos humanos contra las víctimas y el conjunto de la sociedad chilena.

Si verbalizar la verdad se hace tan complejo y tan difícil para las FF. AA. y sus aliados, es cuestión de ellos; ellos construyeron esa realidad obscena y repudiable; a nosotros los ciudadanos y al pueblo, no se nos puede pedir transformarnos en cómplices de esta inhabilidad que resulta tan costosa para el mundo militar.

Una "Mesa de Diálogo" entre víctimas y victimarios no es camino para conquistar la verdad y menos la justicia. La reparación es necesaria, natural y justa, lo cual no significa que pueda ser utilizada como una concesión.

En temas de derechos humanos no existe el "Punto Final", la historia del Holocausto en Europa sigue abierta y toda la sociedad alimenta la memoria para que Nunca Más vuelvan a ocurrir hechos semejantes.

En Chile lo ético, lo que provocará la curación de las heridas, no sólo de los familiares de las víctimas sino que de toda la sociedad, se logrará conociendo la auténtica verdad de los hechos, dignificando la memoria histórica de las víctimas y llevando a los criminales de violaciones de derechos humanos a un verdadero juicio.

La memoria histórica y social es un pilar para la soberanía y para la construcción de la verdadera democracia. La "Mesa de Diálogo" producirá mayor desconfianza, mayor frustración y quedará registrado como otra maniobra para construir la impunidad.

Compañeras, se equivocan Uds. al plantear que el tema pertenece exclusivamente a los familiares de las víctimas; hoy por hoy, este es un tema del conjunto de la sociedad y del pueblo chileno. La proposición de Uds. no hace más que confundir a sectores de la justicia, a sectores del campo de los derechos humanos, y a la propia sociedad chilena. Por cierto, el diálogo es una metodología, pero actualmente no están dadas las condiciones para que sea simétrico y represente lealmente los intereses de todos los dañados por el terrorismo de Estado.

La tarea fundamental de todas las posiciones y sectores de la sociedad chilena, ética, jurídica e históricamente consecuentes con la causa de los Derechos Humanos es crear un Acuerdo por la Verdad, la Justicia y contra la Impunidad, que permita democratizar nuestro país, por ello cualquier paso en falso puede reforzar la pinochetización y no democratizarlo. Les saludan fraternalmente,

Familiares de Detenidos Desaparecidos, personas afectadas por la represión, trabajadores de los Derechos Humanos y otros.
Santiago de Chile, 18 de agosto de 1999

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