La Izquierda Electoralista

Información enviada a Mario Rojas, Director de Tlahui. Argentina, a 13 de Noviembre, 1999. ARGENTINA: PL: Liberación No. 149

Los resultados de la izquierda electoralista fueron magros. La suma de los sufragios obtenidos por los cinco partidos de ese tipo resultó bastante inferior al voto en blanco.

La Izquierda Unida (Partido Comunista y Movimiento Socialista de los Trabajadores) obtuvo 158.000 votos (0,85 por ciento), el Partido Obrero 113.000 (0,61), el Frente de la Resistencia 66.000 (0,36), el PSA 43.000 (0,23) y el PTS 43.000 (0,24). Entre todos reunieron 363.000 votos (2,29 por ciento del total).

No sólo mostraron pobreza de resultados. Lo peor fue que sus eslóganes de campaña estuvieron teñidos de un reformismo total. "La izquierda que se une", decía IU; "Hace falta una alternativa", decía el PO; "Por un nuevo proyecto nacional", decía el FR; "Trabajador vote trabajadores" decía el PTS, etc.

Incluso más, la propuesta más audaz no salió de ellos. El Partido Humanista -que no incluimos dentro de la izquierda- propuso abolir la ley de convertibilidad y desdolarizar la economía. La idea era justa pero no fue recogida por ninguna de las 5 agrupaciones.

Las 5 tiraron con munición gruesa contra el voto en blanco. "Es estéril" dijeron a coro. "Es un voto reaccionario", falsificó Jorge Altamira, del PO. En este sentido no captaron o no quisieron captar el sentimiento anti-partidos patronales que expresaba en esta oportunidad el voto en blanco entre sectores de las masas y la intelectualidad.

Los partidos de la izquierda electoralista se mantuvieron prácticamente ausentes de las luchas de los trabajadores y el pueblo desde varios meses atrás, concentrados como estaban en los asuntos comiciales. Fue un signo más de que estaban sintonizando otro canal, muy distinto al de las preocupaciones populares.

Lo que la dirigencia de esos partidos no entiende ni quiere entender es que en medio de la crisis del sistema capitalista dependiente y de auge de las luchas de los trabajadores, la participación en este tipo de elecciones no reporta utilidad para la acumulación de fuerzas revolucionarias. Una de las razones fundamentales es que la propia gente mira la campaña electoral con mezcla de crítica y escepticismo, defraudada por las anteriores.

¿Qué sentido tiene entonces todo el esfuerzo de participar con listas de candidatos propios en una elección que el grueso de los explotados visualiza como una farsa?. Hay que tener en cuenta que este capitalismo en crisis no da el menor margen de maniobra para encarar reformas por la vía parlamentaria. El ex diputado del Frente Grande-PC, Floreal Gorini, confesó haber presentado 36 proyectos de ley; ninguno de ellos había sido tratado en una comisión.

Quiere decir que los cambios, incluso los mínimos, vendrán por afuera del Parlamento, impuestos por la fuerza de la rebelión de las masas que cortan rutas y protagonizan puebladas.

Si bien la cosecha electoral del reformismo fue decepcionante, sus respectivas direcciones tratan de disimularlo con datos secundarios. Por ejemplo, el PC y el MST dicen que tienen que perseverar por ese trillado camino porque "salimos primeros dentro de la izquierda", un argumento que antes criticaban cuando lo usaba el trotskista PO.

El PO tenía el delirio de que sacarían entre el 4 y 5 por ciento de los votos. Ahora admite que con el 0,61 por ciento sacó menos que antes y le echó la culpa del resultado a las masas, que se habrían "corrido a la derecha", según escribió Altamira en Página/12. Pero insistirán con que individualmente sigue siendo la principal oferta electoral de "la izquierda". Los que no tienen ningún argumento para disimular su fracaso son los dirigentes del Frente de la Resistencia-Corriente Patria Libre. La operación de peronizar a Patria Libre, su programa y candidatos se reveló como un fiasco. Esa maniobra les ha llevado a perder militantes, simpatías y votos por izquierda, lo que provocará diferencias en su seno. Es importante que establezcamos más polémicas con los compañeros de Patria Libre, criticando su línea movimientista, nacionalista y electoralista. Seguramente en esa Corriente hay muchos militantes que tienen reservas revolucionarias.

La izquierda reformista piensa profundizar el electoralismo. Patricio Echegaray llamó a formar un frente electoral "más amplio" que Izquierda Unida para las elecciones de Capital Federal a realizarse el año próximo. Algo similar intentaron sin éxito en Córdoba para los comicios provinciales del 10 de octubre último en torno a Unión Popular. Obtuvieron 21.000 votos (1,4 por ciento) pese a la participación de todo ese espectro: PC, MST, Frente de la Resistencia, Frente Grande y CTA regional Córdoba.

Con el argumento que alguna vez utilizó Patria Libre, de que las fuerzas menores tienen que empezar antes sus campañas electorales para "poder instalarse", el PC-MST-Izquierda Unida, el PO y el Frente de la Resistencia, juntos o por separado, ya tienen su plan de trabajo: en abril del 2000 las elecciones de Capital, en octubre del 2001 las legislativas nacionales y en octubre del 2003 las presidenciales. La línea divisoria entre reforma y revolución es tajante.

Partido de la Liberación (PL), Argentina
Sede: Belgrano 1024 (CP 5000) Córdoba, Argentina
E-mail: pl_tupac@hotmail.com

From: Comité Internacionalista Arco Iris ale.ramon@numerica.it
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