Sucumbíos podría explotar
Tlahui-Politic 9 I/2000. Información enviada a Mario Rojas, Director de Tlahui. Ecuador, a 6 de Marzo, 2000. ECUADOR: A cambio de 47 milllones de dólares, Sucumbíos podría explotar. Desde: "Tonantzin" huarmi@clubplus.net
El Ecuador es un país que mantiene un salario mínimo de 100 mil sucres
mensuales, una deuda externa de 17 mil millones de dólares y un índice de
desempleo y subempleo que supera el 80 por ciento, por consiguiente
sobrevive en medio de la peor crisis económica de toda su vida republicana.
A estas fatales cifras se suma la realidad de una nación cercenada, a causa
del último conflicto bélico con el Perú, donde los militares y ciudadanos
pobres ofrendaron sus vidas, y los políticos nacionales con el depuesto
presidente Jamil Mahuad, al frente, entregaron una gran parte de la
cabecera del Alto Cenepa, humillando al país con la retención privada sin
derecho a la soberanía, de un kilómetro cuadrado en torno a la legendaria
Tiwintza, símbolo de la resistencia nacional.
Las falsas promesas de Mahuad, de que una vez solucionado el problema
limítrofe, la bonanza campearía; y cuando esto no dio resultado apuntó a la
renegociación de la deuda externa, sin alternativas inmediatas, decidiendo
por el contrario el aumento de los artículos de primera necesidad,
incluyendo a los combustibles y congelando las cuentas bancarias, no
hicieron más que fraguar los levantamientos populares con los indígenas a
la cabeza, acelerando las condiciones para la consolidación de grupos
insurgentes.
Política continuista
Ahora, el Gobierno Nacional, con Gustavo Noboa como capitán de la nave del
Estado, no ha podido desechar de los pasillos de Carondelet y demás
instituciones públicas el fantasma del descontento popular.
Noboa, al igual que Jamil Mahuad, se empecina en continuar impulsando el
modelo neoliberal, por encima del rechazo de una gran mayoría de
organizaciones sociales y populares, quienes incluso dieron un plazo de
seis meses al mandatario para que rectifique su práctica política, social
y económica.
Rechazan dolarización
La dolarización, el último experimento, es rechazada por las organizaciones
indígenas, campesinas y trabajadores, por considerarla nociva a sus
intereses, pues temen el calvario que padece Argentina, que superó en menso
de 4 años el 400 por ciento de su deuda externa y liquidó a la clase
trabajadora al incrementar el índice de desempleo del 15 al 35 por ciento.
Hugo Guzmán, periodista chileno, asegura que existen en América Latina 190
millones de indigentes y pobres, 45 millones de niños y niñas viviendo en
la extrema pobreza, 40 millones de analfabetos.
En definitiva, una maltusiana realidad donde el déficit social es brutal;
datos contundentes que desdicen de la eficacia del modelo neoliberal que
buscan imponer las clases dominantes del continente, fiel servidoras de los
organismos crediticios internacionales que se dan el lujo, como en el
Ecuador, de amenazar y condicionar a todos sus ciudadanos.
Datos sospechosos
Recordemos que Philep Ageen, agente en el Ecuador de la Central de
Inteligencia Americana (CIA) utilizó el método de la desorientación,
dinamitó iglesias, creó grupos "guerrilleros", se infiltró en
organizaciones de izquierda, para exterminar con todo lo que olía a
subversión, como fue considerado el movimiento obrero en ese entonces
(1960-1986).
A esta serie de hechos que se dan en el país, se suma otro, quizá el más
importante y peligroso, desde el punto de vista de un conflicto armado; y
es el que se vive en la provincia de Sucumbíos, y en toda la zona del
Putumayo, que une a la selva amazónica de Colombia, Ecuador, Perú,
Venezuela y Brasil, donde la guerrilla, las bandas paramilitares, los
narcotraficantes y los militares de estos países se encuentra frente a
frente, quizás a la espera de que uno de estos protagonistas bélicos
dispare su primer tiro, para iniciar la confrontación armada internacional.
Las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos, a través de un número
indeterminado de efectivos, también entran a este escenario, tal vez como
los únicos instigadores e interesados en evitar un crecimiento de los
procesos revolucionarios que, de hecho, se viven en toda América Latina.
Ellos, a decir de Luis Mosquera, concejal del cantón Lago Agrio, utilizan
la muletilla del narcotráfico en la Amazonía colombiana para acabar con la
insurgencia en ese país, desde territorio ecuatoriano.
"Y cuando les conviene trafican con drogas para comprar armas dirigidos a
grupos terroristas de derecha, como sucedió en el caso Irán-Contras, cuando
un alto oficial estadounidense desvió importantes recursos económicos
manejados por el Gobierno de ese país hacia los contrarrevolucionarios
nicaraguenses", recalca Mosquera.
From: Comité Internacionalista Arco Iris ale.ramon@numerica.it
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