La Revolución de los Ponchos
Tlahui-Politic 9 I/2000. Información enviada a Mario Rojas, Director de Tlahui. Ecuador, a 23 de Febrero, 2000. ECUADOR: La Revolución de los Ponchos. http://www.geocities.com/Eureka/Network/2251/ponchos.htm, por Ariruma Kowii/ALAI.
Quito.- En los últimos 10 años los pueblos indios del Ecuador han logrado
desempolvar, sacarle brillo a la historia oficial que por mucho tiempo
intentó ocultar una realidad: la existencia de una gran población del país
que era sometida y explotada por los grupos dominantes; la diversidad y la
particularidad de los diferentes pueblos, el racismo institucionalizado.
El levantamiento nacional del 90 fue el inicio de muchos cambios, entre
ellos la inclusión del Movimiento Indio en el escenario nacional,
contribuye a dotarle a la política de un nuevo matiz que en sí, es visto
como una expresión legítima del pueblo.
Los aportes del levantamiento son muchos, el tema de la identidad, el
mestizaje, el acuñamiento e innovación de conceptos como, nacionalidad,
plurinacionalidad, interculturalidad, la recuperación y vigencia de
símbolos culturales de los Pueblos Indios, por ejemplo son temas que
comienzan a ser analizados a profundidad.
La sociedad ecuatoriana que hasta entonces se autodenominaba blanca hace el
intento de recuperar su identidad, a entender su ser como fruto de un
proceso histórico del cual no hay razón, motivo de avergonzarse.
Otro aporte importante del levantamiento es la propuesta de convocar a una
Asamblea Nacional Constituyente, como una necesidad de refundar el país.
Finalmente cabe recalcar que el mayor logro del levantamiento del 90 es su
presencia, su rol y protagonismo en el escenario nacional e internacional.
Reconstituido así el Movimiento, sus acciones posteriores se han
concentrado en reivindicar temas específicos, así en el 92, la marcha de
la Organización de Pueblos Indios del Pastaza (OPIP) logra el
reconocimiento de miles de hectáreas a favor del pueblo kichwa, Shiwiar. En
el 94 la aprobación de la ley Agraria. En el 97 la destitución del Abogado
Abdalá Bucaram y
consecuentemente el compromiso de convocar a una Asamblea Nacional
Constituyente.
Este último inaugura una nueva etapa, la coyuntura se desenvuelve en
momentos en que todo el conjunto de la población ecuatoriana se siente
indignada por las acciones de corrupción, el vulgarismo del ex presidente
de la república Abdalá Bucaram, en estas circunstancias los pueblos indios,
establecen alianzas con los movimientos sociales de la ciudad, los
campesinos y los partidos políticos tradicionales.
Al interior del movimiento indio, las alianzas son vistas de diferente
forma, para algunos permite unir varias fuerzas que contribuirían a exigir
con mayor fuerza las reivindicaciones de cada sector, para otros como la
militancia del movimiento Pachakutik, permitiría garantizar más adeptos y
por lo tanto incrementar el número de votantes, para otros las alianzas son
importantes, siempre y cuando estas se las realice con organizaciones que
cuenten con una base social sólida y no con dirigentes que aducen
representar a sectores organizados.
En esta dinámica, la movilización del mes de julio del 99, que es liderada
nuevamente por la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador
(CONAIE) logra captar la alianza de nuevos sectores como los taxistas,
obligando al Gobierno Nacional se comprometa a congelar el precio de la
gasolina, el gas, constituyendo además una comisión de diálogo con el
objeto de definir propuestas que beneficien al pueblo en general y a los
pueblos indios en particular.
El diálogo desde algunos sectores del movimiento indio, era visto como un
anzuelo que utilizaba el gobierno para ganar tiempo, su estrategia
consistía en dilatar a lo máximo el tiempo y en poner en marcha su proyecto
que básicamente consistió en: cubrir los desfalcos provocados por los
banqueros y empresarios corruptos; encubrir y proteger a los causantes de
la desestabilización económica; incautar los depósitos y ahorros del pueblo
para salvaguardar a la banca; conceder la base de Manta al Gobierno
Norteamericano en condiciones que no favorecen al país; deslegitimar,
amenazar y desconocer permanentemente a la CONAIE, como una organización
poco representativa y finalmente tomar la decisión de la dolarización.
Esta forma de gobernar fue permanentemente cuestionada por los diferentes
sectores del país, incluida la derecha, que pedían rectificaciones
inmediatas y finalmente la renuncia del presidente, esta última sobretodo,
logró una mayor presión en los meses de noviembre, diciembre y el mes de
enero, presiones que fueron lideradas por personajes como: el presidente
del Congreso Nacional Juan José Pons, de quien decía la prensa tenía listo
inclusive su gabinete, los expresidentes de la república como: el Ingeniero
León Febres Cordero, el Dr. Rodrigo Borja, el Dr. Oswaldo Hurtado Larrea,
los empresarios de la costa, la CONAIE, los movimientos sociales, etc.
En estas circunstancias, la CONAIE promueve en el mes de diciembre la
constitución de los Parlamentos de los Pueblos Indios, iniciativa que por
presión de otros sectores cambia de denominación y se lo llama "El
Parlamento Popular de los Pueblos". La propuesta de los Parlamentos es
acogida por todos los sectores y en todas las provincias se promueve su
constitución, el objetivo es lograr la participación del pueblo para que
ésta defina las propuestas, las demandas de cada sector y sean transferidas
luego al Parlamento Nacional de los Pueblos.
Las iniciativas son múltiples y el Parlamento de Tungurahua en la primera
semana de enero, lanza la propuesta de "destituir a los funcionarios de los
tres poderes: ejecutivo, legislativo y judicial", la propuesta es acogida
por todos los Parlamentos Populares y la consigna de la movilización se
focaliza en la destitución de los tres poderes, castigar la corrupción, no
a la dolarización. La propuesta inquieta a los sectores de la derecha, los
políticos del Congreso Nacional, la iglesia y las Fuerzas Armadas que
inicialmente planteaban la renuncia del Dr. Jamil Mahuad o en su defecto la
rectificación de su política, se repliegan, superan las contradicciones y
forman un solo frente, desde el cual combaten la pretensión de la disolución
de los tres poderes.
Fortalecido el frente de la derecha, el gobierno amparado en sus antiguos
rivales, inaugura una campaña de desprestigio de la CONAIE, a través de los
diferentes medios de comunicación, la campaña se concentro en: (1)
deslegitimar la representación de la CONAIE, y vender la idea de su
división, (2) culpar a la organización de haber rechazado la firma de
convenios que beneficiaban a las comunidades, (3) distorsionar las acciones
de la organización y reactivar los prejuicios raciales de la población
ecuatoriana, (4) Comprar el silencio y la parcialización de organizaciones
nacionales indígenas como la FEINE, FENOCIN, a cambio de cuotas,
aspiraciones solicitadas por las organizaciones aliadas al gobierno.
La prensa logró amortiguar la reacción y la solidaridad de la población
mestiza.
Pese a esta campaña racista, a la militarización del país y al decreto de
estado de emergencia, el 14 de enero se instala en Quito el Parlamento
Nacional de los Pueblos, en esta asamblea los parlamentarios resuelven la
derogatoria del estado de emergencia, la destitución del Presidente de la
República, el desconocimiento del Congreso Nacional y de los magistrados de
la Corte Suprema de Justicia y se declaran en sesión permanente.
Martes 18, las comunidades burlando el control militar llegan a Quito y
concretan la Toma de Quito. La noche del 20, las comunidades logran el
control del Congreso Nacional y la Corte Suprema de Justicia, la wipala es
izada en el Congreso Nacional.
El día 21 de enero, los parlamentarios del Pueblo sesionan en el Congreso
Nacional y las comunidades, los movimientos sociales, las organizaciones de
los barrios populares avanzan hacia el Palacio de Gobierno. En la tarde de
este día, Jamil Mahuad, abandona el Palacio de Gobierno camuflado en una
ambulancia de la Cruz Roja. En la tarde y noche de este día los dirigentes
de los militares, los movimientos sociales, el movimiento indígena,
presionados por la multitud afinan acuerdos y resuelven constituir la Junta
de Salvación Nacional, constituida por el General Carlos Mendoza, Antonio
Vargas y Carlos Solorzano.
A las tres de la mañana del día 22, el General Mendoza, rompiendo a su
palabra, su juramento y compromiso, renuncia a ser parte de la Junta de
Salvación Nacional y a las siete y treinta de la mañana del mismo día,
resguardado por las Fuerzas Armadas asume la Presidencia de la República el
Dr. Gustavo Noboa. En la mañana de este mismo día, las comunidades
retornan a sus provincias. Los representantes de la derecha reaccionan de
este y recuperan su altivez, su arrogancia y su
prepotencia. Su reacción enardecida por la recuperación y control del poder
deja al descubierto su indignación y su racismo hacia los pueblos indios y
los sectores populares que fugazmente tuvieron en sus manos el poder
político del país y piden la sanción inmediata a todos los "golpistas".
La Toma de Quito, deja varias lecciones, muchas interrogaciones: la
democracia es democracia cuando esta controlada por los sectores de la
derecha. ¿La cúpula de las Fuerzas Armadas sirven para garantizar la
democracia o resguardar los privilegios, los actos de corrupción de los
grupos dominantes que controlan el país? ¿Quiénes violan
permanentemente la Constitución y por qué razón no se los sanciona?
¿La toma del poder es el objetivo de los Pueblos indios?
La Toma de Quito deja una derecha fortalecida, un movimiento indígena
cohesionado, una población mestiza inyectada de racismo, unas Fuerzas
Armadas que tratan a sus subalternos como los gobernantes al pueblo, una
advertencia contundente en contra de la corrupción. Inquietudes al interior
del Movimiento indígena en función de definir con mayor precisión el
proyecto Político de los Pueblos Indios, un proyecto que si bien no debe
descuidar los temas nacionales debe concentrarse en propuestas concretas
que garanticen aspectos jurídicos, educativos, culturales y sobretodo
económicos, una propuesta que permita garantizar alianzas amplias con todos
los sectores del país, que evite sobretodo caer en extremismos que excluyan
o pretendan dominar a cualquier sector.
From: Comité Internacionalista Arco Iris ale.ramon@numerica.it
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