Las FARC llevan a la mesa su propuesta de reforma agraria
Tlahui-Politic 9 I/2000. Información enviada a Mario Rojas, Director de Tlahui. Colombia, a 7 de Junio, 2000. COLOMBIA: Las FARC llevan a la mesa su propuesta de reforma
agraria. Desde: "Redresistencia" . 16 de mayo de 2000. Nelson Padilla. Bogotá. Clarín/Rebelión.
Una reforma agraria integral basada en la entrega a campesinos pobres de
tierras en poder de los grandes terratenientes anunciaron las Fuerzas
Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), la principal guerrilla del país.
La ley 001 del grupo rebelde incluye nueve reformas dirigidas a la
reestructuración de la agricultura y a la redistribución del poder
económico, entre ellas la confiscación de tierras de las multinacionales.
El presidente de la Sociedad de Agricultores de Colombia, Fernando Devis,
fue duro con las FARC al rechazar la propuesta: "Los guerrilleros no tienen
ni idea de lo que es una reforma agraria. Ni saben para dónde va la
agricultura", dijo.
El manifiesto está basado en la proclama de fundación del grupo rebelde del
20 de julio de 1964, y en el octavo pleno realizado en 1993. Entre los 9
puntos propuestos por las FARC en la "Primera Ley de la Política Agraria
Revolucionaria", que será llevada a la mesa de negociación, figuran:
Tierra gratuita: el gobierno de las FARC entregaría tierras a los
campesinos que la trabajan o que quieran trabajarla de acuerdo con las
regiones geográficas del país.
Confiscación de tierras: la guerrilla decreta que las propiedades de los
latifundistas serán confiscadas y distribuidas equitativamente entre los
colombianos.
Unidades económicas: las FARC crearán la unidad económica del campo, que
servirá para trabajar de acuerdo con la fertilidad y ubicación de los
terrenos con un mínimo de 20 hectáreas.
Anulación de deudas: las deudas de los campesinos con el Estado serán
perdonadas y el dinero que ganen por la producción de sus tierras será
reinvertido.
Crédito y asistencia: las FARC darán facilidades de pago, semillas y
herramientas de trabajo a los campesinos.
Precios de sustentación: para mantener una economía de bolsillo estable,
los productos de la canasta familiar tendrán precios básicos.
Tierra a indígenas: todas las tierras de los indígenas serán respetadas.
Confiscación a extranjeros: los terrenos ocupados por compañías
multinacionales, cualquiera que sea la actividad a la cual estén dedicadas,
serán confiscados.
Este pronunciamiento se conoce una semana después de que las FARC
publicaran la "ley tributaria 002", en la que instituyeron el cobro de un
impuesto del 10% a toda persona o empresa que tenga más de un millón de
dólares.
A los poseedores de este patrimonio los citaron a la zona de distensión
para pagar voluntariamente lo que llamaron "impuesto revolucionario" a
cambio de no ser secuestrados. La semana pasada el máximo comandante del
movimiento insurgente, Manuel Marulanda, también anunció la creación de
tribunales de justicia propios para juzgar a la población de 130 municipios
que estarían bajo su control. El país tiene 1.090 cabeceras municipales.
La expedición de estas "leyes" ha generado duras críticas contra la
guerrilla porque, según el presidente de la república, Andrés Pastrana, se
trata de actos de "intimidación" a los colombianos que van en contra del
Derecho Internacional Humanitario y del proceso de paz.
Según los analistas, lo que buscan las FARC con esto es mostrarse ante el
país y ante la comunidad internacional como un Estado y reclamar que se les
declare como fuerza beligerante.
Con ese objetivo el grupo guerrillero lanzó un partido político clandestino
llamado Movimiento Bolivariano por una Nueva Colombia, con el cual aspira a
llegar al poder por vías legales si algún día se firma la paz con el
gobierno. Si las conversaciones se rompen insistirán en la toma del poder
por la vía armada.
DOCUMENTO:
PROGRAMA AGRARIO DE LOS GUERRILLEROS DE LAS FARC-EP
Proclamado el 20 de Julio de 1.964 en el fragor de la lucha armada de
Marquetalia, corregido y ampliado por la OCTAVA CONFERENCIA NACIONAL de las
FARC-EP, Abril 2 de 1.993.
Compañeros campesinos, obreros, estudiantes, artesanos, intelectuales,
soldados, policías y oficiales patriotas, hombres y mujeres de Colombia:
Víctimas de cinco guerras
Nosotros somos nervio de un movimiento revolucionario que viene de 1.948.
Contra nosotros, campesinos del Sur de Tolima, Huila y Cauca, desde 1.948
se ha lanzado la fuerza del gran latifundio, de los grandes ganaderos, del
gran comercio, de los gamonales de la política oficial y de los
comerciantes de la violencia. Nosotros hemos sido víctimas de la política
de "a sangre y fuego" preconizada y llevada a la práctica por la oligarquía
que detenta el poder.
Contra nosotros se han desencadenado en el curso de los últimos 45 años,
cinco guerras: una, a partir de 1.948; otra, a partir de 1.954; otra, a
partir de 1.962; otra, a partir del 18 de Mayo de 1.964 cuando los Altos
Mandos declaran oficialmente que ese día empezaba la "Operación
Marquetalia" y esta que enfrentamos a partir del 9 de Diciembre de 1.990,
cuando el dictador Gaviria y los Altos Mandos Militares iniciaron la
operación de Exterminio contra el Secretariado de las FARC en Casa Verde y
de agresión militarista contra el movimiento popular en todo el país.
Hemos sido víctimas de la furia latifundista y castrense porque aquí, en
esta parte de Colombia, predominan los intereses de los grandes señores de
la tierra y los intereses en cadena de la reacción más oscurantista del
país. Por eso nos ha tocado sufrir en la carne y en el espíritu, todas las
bestialidades de un régimen podrido que brota de la dominación de los
monopolios financieros entroncados con el imperialismo.
Una vía cerrada
Es por eso, que en esta guerra participan contra nosotros aviones, Altos
Mandos y especialistas norteamericanos. Es por esto, que se lanzan contra
Marquetalia 16.000 hombres provistos de todo tipo de armas. Es por esto,
que contra nosotros se emplea la táctica del bloqueo económico, de los
cercos de exterminio, de las acometidas por aire y tierra y, por último, la
guerra bacteriológica. Es por esto que el gobierno, los Altos Mandos
Militares y el imperialismo yanqui, emplean cientos de millones en armas,
pertrechos, pagos de espías y delatores. Es por esto, que el gobierno y los
Altos Mandos sobornan y corrompen conciencias, matan, persiguen y
encarcelan a la gente colombiana que se levanta a la lucha solidaria con
nosotros, víctimas de una cruel e inhumana guerra de exterminio.
Nosotros hemos golpeado en todas las puertas posibles en busca de auxilio
para evitar que una cruzada anticomunista, que es una cruzada contra
nuestro pueblo, nos condujera a una lucha armada prolongada y sangrienta.
Nosotros somos revolucionarios que luchamos por un cambio de régimen. Pero
queríamos y luchábamos por ese cambio usando la vía menos dolorosa para
nuestro pueblo: la vía pacífica, la vía democrática de masas. Esa vía nos
fue cerrada violentamente con el pretexto fascista oficial de combatir
supuestas "Repúblicas Independientes" y como somos revolucionarios que de
una u otra manera jugaremos el papel histórico que nos corresponde, nos
tocó buscar la otra vía: la vía revolucionaria armada para la lucha por el
poder.
El régimen actual, ha incorporado a su sistema de gobierno, formas abiertas
de fascismo. Al mando de las fuerzas represivas se hallan los elementos más
provocadores y aventureros. Las Fuerzas Armadas oficiales están llevando a
la práctica la Teoría de la Seguridad Nacional, que es la filosofía del
terror, la guerra sucia, el paramilitarismo y la muerte, bajo el patrocinio
y mando de la oligarquía y de un grupo de Altos Oficiales que hacen suya la
política, la táctica y la estrategia de la GUERRA PREVENTIVA y del ENEMIGO
INTERNO para mantener la disciplina social de los monopolios, la
explotación de nuestro pueblo y de nuestros recursos naturales por parte
del imperialismo y de una clase dominante rapaz y reaccionaria como la
colombiana.
Por eso, esta guerra ha asumido en la actualidad un genuino carácter
nacional, que necesariamente incorporará a la lucha armada revolucionaria a
las más amplias masas de nuestro pueblo contra los soportes militares del
régimen.
Por eso, las FARC-EP se han constituido como una organización
político-militar que recoge las banderas Bolivarianas y las tradiciones
libertarias de nuestro pueblo para luchar por el poder y llevar a Colombia
al ejercicio pleno de su soberanía nacional y a hacer vigente la soberanía
popular. Luchamos por el establecimiento de un régimen político democrático
que garantice la paz con justicia social, el respeto de los Derechos
Humanos y un desarrollo económico con bienestar para todos quienes vivimos
en Colombia.
Luchamos por una Política Agraria que entregue la tierra del latifundio a
los campesinos: por eso, desde hoy, 20 de Julio de 1.964, somos un ejército
guerrillero que lucha por el siguiente Programa Agrario:
PRIMERO: A la Política Agraria de Mentiras de la Oligarquía, oponemos una
efectiva Política Agraria Revolucionaria que cambie de raíz la estructura
social del campo colombiano, entregando en forma completamente gratuita la
tierra a los campesinos que la trabajan o quieran trabajarla, sobre la base
de la confiscación de la propiedad latifundista en beneficio de todo el
pueblo trabajador.
La Política Agraria Revolucionaria entregará a los campesinos favorecidos
por ella, la ayuda técnica y de infraestructura, herramientas y animales de
labor para la debida explotación económica de la tierra. La Política
Agraria Revolucionaria es condición indispensable para elevar verticalmente
el nivel de vida material y cultural de todo el campesinado, librarlo del
desempleo, el hambre, el analfabetismo y las enfermedades endémicas que
limitan su capacidad de trabajo; para liquidar las trabas del latifundismo
y para impulsar el desarrollo de la producción agropecuaria e industrial
del país. La Política Agraria Revolucionaria confiscará las tierras
ocupadas por compañías imperialistas norteamericanas a cualquier título y
cualesquiera que sea la actividad a la cual estén dedicadas.
SEGUNDO: Los colonos, ocupantes, arrendatarios, aparceros, terrazgueros,
agregados, etc., de tierras de los latifundistas y de la nación, recibirán
los títulos correspondientes de propiedad de los terrenos que exploten. Se
liquidará todo tipo de explotación atrasada de la tierra, los sistemas de
aparcería, el arriendo en especie o en dinero.
Se creará la unidad económica en el campo de acuerdo con la fertilidad y
ubicación de los terrenos, con un mínimo de 10 a 20 hectáreas, cuando se
trate de tierras planas y aledañas a poblaciones o ciudades y, en otras
tierras, de acuerdo con su fertilidad y red de comunicaciones. Se anularán
todas las deudas de los campesinos con los usureros, especuladores,
instituciones oficiales y semi-oficiales de crédito.
TERCERO: El Gobierno Revolucionario respetará la propiedad de los
campesinos ricos que trabajen personalmente sus tierras. Se preservarán las
formas industriales de trabajo en el campo. Las grandes explotaciones
agropecuarias que por razones de orden social y económico deban
conservarse, se destinarán al desarrollo planificado de todo el pueblo.
CUARTO: El Gobierno Revolucionario establecerá un amplio sistema de crédito
con facilidades de pago, el suministro de semillas, asistencia técnica,
herramientas, animales, aperos, maquinaria, etc., tanto para los campesinos
individuales como para las cooperativas de producción que surjan en el
proceso. Se creará un sistema planificado de irrigación y electrificación y
una red de centros oficiales de experimentación agrotécnica.
Se organizarán servicios suficientes de sanidad para la atención completa
de los problemas de la salud pública en los campos. Se atenderá el problema
de la educación campesina, la erradicación total del analfabetismo y se
creará un sistema de becas para el estudio técnico y superior de los hijos
de los trabajadores de la tierra. Se cumplirá un vasto plan de vivienda
campesina y la construcción de vías de comunicación de los centros rurales
productivos a los centros de consumo.
QUINTO: Se garantizarán precios básicos remunerativos y de sustentación
para los productos agropecuarios.
SEXTO: Se protegerán las comunidades indígenas otorgándoles tierras
suficientes para su desarrollo, devolviéndoles las que les hayan usurpado
los latifundistas y modernizando sus sistemas de cultivos. Las comunidades
indígenas gozarán de todos los beneficios de la Política Agraria
Revolucionaria. Al mismo tiempo estabilizará la organización autónoma de
las comunidades respetando sus Cabildos, su vida, su cultura, su lengua
propia y su organización interna.
SÉPTIMO: La realización de este Programa Agrario Revolucionario dependerá
de la alianza obrero-campesina y del Frente Unido de todos los colombianos
en la lucha por el cambio de régimen, única garantía para la destrucción de
la vieja estructura latifundista de Colombia. La realización de esta
política se apoyará en las más amplias masas campesinas, las que
contribuirán decididamente a la destrucción del latifundio. Para tal fin se
organizarán potentes uniones de lucha campesina, fuertes sindicatos,
comités de usuarios y juntas comunales. Por eso, este Programa se plantea
como necesidad vital, la lucha por la forjación del más amplio frente único
de todas las fuerzas democráticas, progresistas y revolucionarias del país
para librar un combate permanente hasta dar en tierra con el régimen
oligárquico al servicio de los imperialistas yanquis, que impiden la
realización de los anhelos del pueblo colombiano.
OCTAVO: Las FARC-EP en su momento promulgarán la Primera Ley de la Política
Agraria Revolucionaria. Por eso invitamos a los campesinos, obreros,
empleados, estudiantes, artesanos, pequeños industriales y comerciantes, a
la burguesía nacional que esté dispuesta a combatir contra el imperialismo,
a los intelectuales demócratas y revolucionarios, a todos los partidos y
corrientes de izquierda y de centro, que quieran un cambio en sentido del
progreso, a la gran lucha revolucionaria y patriótica por una Colombia para
los colombianos, por el triunfo de la revolución, por un gobierno
democrático de Liberación Nacional.
Marquetalia, Julio 20 de 1964
Manuel Marulanda Vélez, Jacobo Arenas, Rigoberto Losada, Isauro Yosa,
Isaías Pardo, Luis Pardo, Jesús María Medina, Darío Lozano, Tarcisio
Guaracas, Parménides Cuenca, Roberto López, Miryam Narváez, Judith
Grisales, Jesús Ortiz, Rogelio Díaz, Miguel Aldana, Hernando González
Acosta, Gabriel Gualteros, Miguel Pascuas, Jaime Bustos, Alcides González y
hermanos, David González, Andrés López y hermanos, Luis Salgado, Pedro
Ipús, Evaristo Losada, Vicente Torres, Desiderio García, Agustín Cifuentes,
Abraham García, Ismael Valderrama, Miguel Garzón, Jaime García, José
Domingo Rivera, Mariano Pérez Montes.
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