Carta al presidente Lagos con relación al conflicto Mapuche con Endesa
Tlahui-Politic 9 I/2000. Información enviada a Mario Rojas, Director de Tlahui. Chile, a 12 de Junio, 2000. Chl - Entregan una carta al presidente Lagos con
relación al conflicto Mapuche con Endesa.
Equipo Nizkor. Derechos Human Rights. Serpaj Europa.
Información.
TEXTO DE LA CARTA ENTREGADA AL PRESIDENTE LAGOS POR ORGANISMOS AMBIENTALISTAS
CON RELACIÓN AL CONFLICTO MAPUCHE CON ENDESA EL 2 DE JUNIO DE 2000
Sr. Presidente, nos vemos en el imperativo de plantear a Ud. nuestra visión y
nuestra solicitud respecto a la situación en el Alto Biobío, dónde familias
Pehuenche se han visto en la necesidad de confrontar a la empresa ENDESA y al
Gobierno debido a que se niegan a permutarle sus tierras a la empresa para la
construcción de la central hidroeléctrica Ralco.
Nuestra opinión es que este proyecto no debiera construirse, ya que después de
seguir muy de cerca, a lo largo de los últimos años, su proceso de evaluación y
autorización, consideramos que la central Ralco es desde todo punto de vista
perjudicial para el país. Brevemente expondremos a Ud. a continuación las
principales razones que nos llevan a esta conclusión y que nos motivan a
dirigirnos a Ud. con suma urgencia.
En primer lugar, Ralco empobrece ecológicamente al país ya que destruiría uno de
los ecosistemas mas ricos, en este sentido, con la mas alta tasa de
biodiversidad y de endemismo, de Chile. Numerosas especies endémicas --únicas a
Chile-- de flora y de fauna presentes en el Alto Biobío están registradas por
los especialistas chilenos como en peligro de extinción, como vulnerables o
raras. Expresión de esta riqueza ecológica es también la belleza del Biobío y su
cuenca, reconocida en todo el mundo. La central y el embalse Ralco, sumado a las
obras de Pangue, destruirían en forma irreversible 70 km. del valle del Alto
Biobío, inundando 4. 000 has. de esta cuenca de valor cultural y ambiental
incalculable, patrimonio de los Pehuenche, de todos los chilenos y de la
humanidad.
Con el embalse Ralco se sustituiría un tramo de 45 km. del río por un lago
artificial ecológicamente aberrante, ya que la operación de la central
implicaría una fluctuación del nivel de las aguas de entre 25 a 33 mts., lo que
impediría para siempre su estabilización como ecosistema lacustre. Desde el
punto de vista del desarrollo en la zona, este embalse tendría un potencial
productivo o turístico cero ya que la fluctuación mencionada conlleva a la
periódica inundación y desnudamiento de cientos de hectáreas. El embalse estaría
rodeado de una enorme zona de barro y vegetación en descomposición. Con Ralco,
además, diez kms. del río Biobío serían prácticamente secados.
Es necesario considerar como costo del proyecto Ralco el valor del río Biobío y
su cuenca en su estado natural actual. Incluso con la central Pangue ya
construida, que ciertamente degrada significativamente la cuenca, este valor se
estima en cientos de millones de dólares, y éste sólo puede aumentar dada la
creciente escasez en el mundo de ríos, cuencas y paisajes naturales no
intervenidos industrialmente. El potencial eco-turístico del Alto Biobío, que
perfectamente podría ser gestionado y administrado por las comunidades Pehuenche
y la población local, es muy elevado y a perpetuidad.
En segundo lugar (no en orden de importancia), Ralco desmantelaría dos
comunidades Pehuenche, Quepuca Ralco y Ralco Lepoy, y pondría en riesgo de
extinción a un pueblo originario de este país. Esto es del todo inaceptable. De
hecho, la dispersión de estas dos comunidades ya ha comenzado, algo que puede y
debe ser reparado con la mayor urgencia.
Queremos denunciar a Ud. que ENDESA, para construir Ralco, desde 1992 ha
desplegado una perversa campaña a través de la Fundación Pehuén con el sólo
objetivo de dividir y desmoralizar a estas dos comunidades a través del
amedrentamiento, de rumores de todo tipo, de contrataciones estratégicas de los
líderes y dirigentes para convencerlos, durante el día de trabajo, que no tienen
opción salvo entregar sus tierras a ENDESA, que la Ley Indígena no sirve porque
ellos tienen una ley eléctrica mas poderosa, que los que se oponen a la
construcción de estas centrales serán sacados de sus tierras por la fuerza
pública y quedarán sin sus tierras ancestrales y sin compensaciones. Se les ha
dicho desde hace años que Ralco ya estaba plenamente autorizado por el
Presidente Frei en persona. Sr. Presidente, estos hechos están en gran medida
registrados en el libro "Ralco: ¿Represas o Pobreza?" de Domingo Namuncura,
ex-Director de CONADI, despedido por la administración Frei por llegar a la
conclusión fundada que la mayoría de las promesas de permutas de las familias
Pehuenche tenían vicios de consentimiento, en otras palabras, que habían sido
obtenidas por ENDESA con engaños y amedrentamiento.
Anteriormente, a raíz de una denuncia de organizaciones chilenas en el sentido
que la Fundación Pehuén estaba siendo utilizada como "caballo de Troya" para
allanarle el camino a la construcción de Ralco con los métodos descritos, el
Presidente del Banco Mundial encargó una evaluación independiente de la
Fundación Pehuén a un antropólogo de la U. de Arizona, Theodore Downing, quién,
después de largos meses de evaluación en terreno, no sólo corroboró lo
denunciado sino que hizo otros importante hallazgos negativos sobre el accionar
de ENDESA y de esta fundación en el Alto Biobío. Por presión de ENDESA este
informe fue enterrado hasta después que Ralco fuera autorizado ambientalmente,
lo que motivó una queja del antropólogo ante la Asociación Americana de
Antropología (AAA), tanto por la violación de los derechos de los Pehuenche a
conocer información vital para su supervivencia, como por la violación de sus
derechos como consultor a entregar las conclusiones de su evaluación a los
afectados por los proyectos hidroeléctricos en cuestión, tal como lo estipulaba
su contrato. La AAA dio la razón al especialista y emitió un informe sumamente
desfavorable tanto respecto al accionar de ENDESA como del BM y de la
International Finance Corporation (IFC), esta última responsable del préstamo
para la construcción de Pangue.
Otro informe posterior encargado por el BM a un connotado ecólogo fue aún mas
crítico de la situación del Alto Biobío generada por el impropio accionar de
ENDESA, así como de la responsabilidad del propio BM al respecto. Las
consiguientes presiones del BM sobre ENDESA para que esta cumpliera los
compromisos suscritos llevaron a que finalmente ENDESA devolviera a la IFC del
BM el préstamo contraído para liberarse de su fiscalización.
La situación de las comunidades Pehuenche hoy es crítica. El accionar de ENDESA
ha generado una situación de violencia entre las comunidades, entre familias e
incluso intrafamiliar. Hace tan sólo diez años estas comunidades, a pesar de su
pobreza que es la consecuencia histórica del proceso de agresión, negación y
abandono al que han estado sometidos todos los pueblos originarios del país,
estaban cohesionadas y mantenían una estructura comunitaria tradicional, y, en
el caso particular de Ralco Lepoy, con muy bajas tasas de emigración. Hoy estas
comunidades están evidentemente deterioradas, en desintegración, algo que
insistimos, puede y debe ser reparado.
Es necesario señalar que durante el proceso de participación ciudadana que
establece el Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental de CONAMA la gran
mayoría de los Pehuenche siempre se opuso al proyecto Ralco y a una eventual
relocalización, incluyendo a aquellos Pehuenche que hoy aparecen defendiendo el
proyecto. Esta oposición está consignada claramente en documentos públicos que
son parte del archivo Ralco de CONAMA. La evidente indiferencia del Gobierno
respecto de la opinión de los directamente afectados terminó por desmoralizar a
los Pehuenche y los convenció que no tenían otra opción que aceptar el proyecto
y sus consecuencias.
La situación de las 45 familias ya reasentadas por ENDESA en el predio "El
Huachi" es patética. El Huachi en mapudungún significa 'la trampa'. Es un predio
de 500 has. de lomas sin bosque, es decir sin sombra y sin leña en el predio
mismo, esto último paradójico ya que todo el sistema de calefacción y cocina de
las casas entregadas por ENDESA es con este combustible. (ENDESA posteriormente
adquirió un predio contiguo intentando reparar esta grave omisión). El Huachi
por supuesto no tiene río, estero ni vertiente. El sistema de agua potable
instalado por ENDESA ha estado fallando constantemente. Lo que ya parece una
franca crueldad, es que el predio es cruzado en diagonal por la línea de
transmisión de alta tensión que viene de la central Pangue. Es obvio que el
predio fue comprado por estar depreciado por este hecho. En todo caso es
evidente, y siempre lo fue, que las familias Pehuenche, esta gente del Pehuén
que ha vivido toda su vida a orillas del río Biobío, a la sombra y el amparo de
Araucarias, Canelos, Robles, Coihues y Raulíes, en este lugar no tienen ningún
futuro posible.
Sr. Presidente, el Presidente Frei declaró el Alto Biobío "Área de Desarrollo
Indígena" (ADI) en 1997, pero esta nunca fue implementada, permitiéndose así que
ENDESA apareciera como la única opción de ingresos y 'desarrollo' en la zona. A
través de la implementación del ADI los Pehuenche podrían acceder a todo lo
ofrecido interesadamente por ENDESA y mucho mas, incluyendo el ecoturismo
mencionado, sin represas de por medio. De hecho Ralco destruiría toda
posibilidad de desarrollo para los Pehuenche en el Alto Biobío, ya que
destruiría todas las tierras bajas, planas, ribereñas que permiten la
'invernada' de los Pehuenche en el lugar. Ralco haría inhabitable el Alto Biobío
para los Pehuenche. Tal como ya se mencionó, el lago artificial tampoco ofrece
ninguna posibilidad de desarrollo en torno a él.
Sr. Presidente, Ralco sería el fin de un pueblo y de una cultura. Permitir su
construcción viola una vez mas los compromisos suscritos por don Patricio Aylwin
a nombre de la Concertación de Partidos por la Democracia en 1989 en el Acuerdo
de Nueva Imperial y viola de igual forma la Ley Indígena (19. 253) promulgada en
Democracia después de larga consulta a los pueblos originarios. Las familias
Pehuenche que no quieren permutar están defendiendo un derecho claramente
consagrado en la Ley Indígena y en la Constitución.
Ud. personalmente ha prometido un nuevo trato a los pueblos originarios de Chile
y ha declarado que la solución real de sus problemas es una de las prioridades
de su Gobierno. Elocuentes fueron sus palabras el 21 de mayo en cuanto a la
riqueza multicultural de Chile y a la necesidad imperiosa de conservarla y
ampliarla. Los pueblos originarios, así como de hecho todos los chilenos,
necesitamos urgentemente gestos de amor, de consecuencia, de honestidad y de
cordura de parte de las autoridades que nos representan.
En tercer lugar, el proyecto Ralco empobrece al país en términos estrictamente
económicos. En efecto, cuándo ENDESA unilateralmente, en 1995, haciendo caso
omiso de las señales de la Comisión Nacional de Energía (CNE), declaró Ralco en
construcción, la CNE se vio obligada, dada nuestra sui-generis legislación
eléctrica, a incluir obligadamente la central en el Plan Indicativo de Obras. En
ese momento la CNE declaró públicamente que lamentaba esta decisión de ENDESA
dado que ya no se cumpliría el óptimo económico-social que busca la CNE a través
de su plan de obras. Funcionarios de la CNE dijeron claramente que Ralco era
antieconómico para el país comparado con la alternativa de las centrales
termoeléctricas a gas natural de ciclo combinado. Esto fue corroborado por un
estudio de la consultora especialista EMG, algo que ni ENDESA ni el Gobierno de
Frei han podido rebatir seriamente.
El hecho que el costo de la energía en el SING, sistema 100% termoeléctrico,
haya caído por debajo del costo de la energía en el SIC, sistema
predominantemente hidroeléctrico, ilustra claramente la actual conveniencia
económica del gas natural para el país como alternativa de generación de
energía. Hoy el costo del kw/hr hídrico se encuentra prácticamente equiparado
con el costo del kw/hr generado con gas natural, y esto es sin considerar costos
socioculturales y/o ecológicos, algo que desgraciadamente hasta hoy escasamente
sabemos evaluar.
El gasoducto, construido precisamente en 1995, permite abastecer al menos 7
centrales termoeléctricas. Sólo se han construido 3 hasta la fecha y la próxima
recién aparece para el año 2004. El gasoducto que costó US$ 300 millones tiene
una capacidad ociosa para 4 centrales. Esto es la consecuencia directa y
deliberada de la imposición por parte de ENDESA de la central Ralco en el plan
de obras, que con 540 MW copa el mercado e inhibe la presentación de proyectos
alternativos, es decir, la competencia para ENDESA. Esto es particularmente
grave dado que ENDESA además posee el 90% de los derechos de agua del país, tal
como nos informara recientemente funcionarios de la Comisión Resolutiva
Antimonopolios, lo que prácticamente impide que otras empresas presenten
proyectos hidroeléctricos. Es decir, la construcción de Ralco concentraría aún
mas la excesiva, cuasi-monopólica, participación en el mercado eléctrico de
ENDESA, principal generadora del país, privatizada de mala manera a precio vil
en 1989 por funcionarios del Gobierno militar, con un costo incalculable para el
país y para todos los chilenos.
La construcción de Ralco, además, agudizaría la dependencia hídrica del sistema
eléctrico del país y, por lo tanto, su vulnerabilidad a la variabilidad
pluviométrica de la zona central, es decir a la sequía. El Gobierno anterior, en
declaraciones públicas, aconsejó al sector agrícola considerar la sequía como
permanente, es decir como un cambio de clima que desgraciadamente está afectando
en forma creciente la zona central de nuestro país. Si se construye Ralco en la
cuenca del Biobío (que con 540 MW sería la central mas grande de Chile) quedaría
un porcentaje muy elevado de la capacidad hidroeléctrica concentrada en un corto
tramo de la zona central del país. Bastaría un episodio de sequía como los
sufridos en los últimos años en esta zona para provocar una crisis aún mas
severa de escasez de energía y racionamientos, con todas sus secuelas, que las
ya experimentadas.
Finalmente, Ralco ha empobrecido institucionalmente nuestro país porque es un
hecho público que el proceso de evaluación y autorización del proyecto Ralco ha
sido viciado durante el Gobierno del Sr. Eduardo Frei por una flagrante
intervención del Ejecutivo, particularmente de CONAMA y CONADI, pero también de
todos los Servicios Públicos pertinentes, lo que ha significado a la fecha el
despido de seis altos funcionarios de Gobierno que llegaron a la conclusión
fundada que esta central es inconveniente para el país y viola leyes y
normativas vigentes. Las razones jurídicas esgrimidas por la Contraloría General
de la República para tomar razón, en las últimas horas del último día del
Gobierno del Sr. Frei, de la Concesión Eléctrica Definitiva para Ralco, a pesar
de todos los gravísimos problemas no resueltos en torno a esta proyectada
central, nos parecen inaceptables. ¿Como puede Contraloría tomar razón de una
concesión definitiva para una obra hidroeléctrica para la cual la empresa no
cuenta con la propiedad de las tierras necesarias, para la cual no tiene el
derecho de agua completo, respecto a la cual hay una Demanda de Nulidad de la
autorización ambiental sin resolverse? Sorprende ver a la Contraloría, al
contestar todas estas objeciones formalmente planteadas por abogados,
parlamentarios, profesionales y ecologistas, haciendo interpretaciones tan
discrecionales y flexibles de las leyes de la República.
La verdad es que todo lo que ha sucedido en torno al procedimiento
legal/administrativo de este proyecto con el objeto de permitir que ENDESA
imponga la central Ralco configura un cuadro que no es como para sentirnos
orgullosos de nuestra democracia, de nuestras autoridades elegidas
democráticamente y de los empresarios. Ciertamente que la alta visibilidad de
esta turbia situación en torno al caso del Alto Biobío no da una buena imagen de
Chile hacia el exterior, pero nos es imposible, para los que hemos sido testigos
de todas estas irregularidades que lesionan nuestra institucionalidad, orden
jurídico y democracia, y que apoyamos a las familias Pehuenche que defienden sus
derechos y sus tierras, no denunciarlas en el país y si es necesario en foros y
Cortes internacionales. Lo hacemos incluso por patriotismo porque necesitamos
que estas prácticas e imposiciones de poderes fácticos sean definitivamente
erradicadas de nuestro país.
Sr. Presidente, como muchos chilenos y chilenas seguiremos apoyando firmemente a
las familias Pehuenche que defienden sus legítimos derechos y sus tierras. El
caso del Biobío y del pueblo Pehuenche es emblemático y trascendente en los
ámbitos vitales del quehacer nacional mencionados.
Sr. Presidente, sabemos que está en sus manos resolver esta situación en forma
justa y de modo que se respeten los derechos de los Pehuenche y de todos los
chilenos. Su gobierno no se puede hacer cómplice de los vicios
legales/administrativos en torno a este proyecto que aquí denunciamos y que son
hechos documentados.
Solicitamos a Ud. con urgencia gestiones para que el Gobierno ejerza la
autoridad que le corresponde y utilice los instrumentos legales/administrativos
a su disposición para ponerle fin a esta grave situación que se torna cada día
mas difícil y violenta. Las mujeres Pehuenche le han hecho ver al Gobierno
demasiadas veces que sólo muertas saldrán de sus tierras. Desde hace años que
inútilmente solicitan una audiencia con el Presidente de la República para
informar a la mas alta autoridad del país de sus sentimientos, de su postura y
sufrimientos. Recientemente las mujeres han sido agredidas y amenazadas de
muerte por los trabajadores de ENDESA. Ellos han sido llevados, a través de los
dichos de los ejecutivos de la empresa y del hecho consumado de la construcción
ilegal de Ralco, a creer que estas mujeres, mal aconsejadas por 'ecoterroristas'
y 'comunistas' han adoptado una postura retrógada y anacrónica que las convierte
en sus enemigas, eventuales responsables de la pérdida de sus empleos, y en las
enemigas del progreso de Chile.
Sr. Presidente, el Gobierno tiene el deber de proteger a estas mujeres y sus
familias, tiene que defender sus derechos. Está en juego la relación entre el
Estado de Chile y los pueblos originarios. Está en juego la confianza que tantos
chilenos han depositado en Ud. El Gobierno tiene medios para negociar con
ENDESA-España su desistimiento de construir Ralco. Sabemos que todo es cuestión
de voluntad política apuntando en la dirección correcta de la verdad, la
justicia y el bien común..
Sabemos que la gran mayoría de los chilenos se opone a la construcción de Ralco,
a la destrucción del Alto Biobío y de dos comunidades Pehuenche. Un plebiscito,
sin dudas, corroboraría esta certeza.
Sr. Presidente, después de años de seguir el proceso de estos proyectos y de la
participación ciudadana en torno a ellos hemos llegado a la conclusión
responsable que detener la construcción de Ralco nos enriquece en todos los
ámbitos en los que nos empobrece su construcción. Estamos seguros que anunciar
que Ralco no se construye provocaría una jubilosa celebración desde Arica a
Punta Arenas. Necesitamos estas legítimas y postergadas alegrías nacionales.
Salvar el Alto Biobío y dos comunidades Pehuenche es una gran oportunidad para
el país y para el Gobierno.
Atentamente,
MÁS INFORMACIÓN SOBRE ESTA CARTA:
Grupo de Acción por el Bio Bio
Mailto: gabb@reúna.cl
Coordinadora Estatal sobre la cuestión Mapuche
Mailto: nizkor@derechos.org
Teléfono: +34. 91. 526. 7502
From: Editor Equipo Nizkor nizkor@teleline.es
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