¿Que Espera a Pinochet si Regresa a Chile?
Tlahui-Politic 9 I/2000. Información enviada a Mario Rojas, Director de Tlahui. Chile, a 15 de Febrero, 2000.
¿Que Espera a Pinochet si Regresa a Chile?, por Sergio Ramírez.
El rechazo de grandes sectores a participar en los procesos electorales, es
uno de los rasgos distintivos de la democracia cautelada chilena. Tal
actitud refleja el desencanto ante la pequeñez moral del estilo de
"renovados" y reaccionarios al practicar una política carente de principios
éticos, ideológicos y morales. Expresiones concretas del quehacer político
de bellacos, de mentecatos, inconsecuentes y oportunistas son sus actitudes
y determinaciones de concederle impunidad absoluta a Pinochet, en vísperas
de su posible regreso.
Símbolos de una política amoral e inconsecuente en torno al "caso Pinochet"
ha sido el espectáculo brindado por los cancilleres Inzulza y Valdés
(militantes del PS) en la defensa del asesino confeso, aunque no son los
únicos. El último episodio de una política de bellacos es la solicitud de
Juan Gabriel Valdés al canciller belga de que su gobierno se desistiera de
su actitud de impugnar la determinación preliminar de Straw de no conceder
la extradición del genocida a España porque ello, según amenazara,
fomentaría "posibles dificultades en las tradicionales relaciones de
amistad con Bélgica". Al mismo tiempo públicamente afirmaba que el
canciller de Bélgica se había comprometido a no apelar la resolución de
Straw en la Corte de la Haya. Falacias que fueron desmentidas por el propio
gobernante belga, mientras Valdés guardaba un sospechoso silencio.
Otras bellaquería, (conscientes o inconscientes): La decisión-intención del
ministro del interior británico, Jack Straw, de liberar a Pinochet tenía el
objetivo resolver el problema político que le plantea el "caso" a Ricardo
Lagos. Efectivamente, en la última reunión de la Internacional Socialista,
celebrada en Buenos Aires, se acordó (con el auspicio de socialistas
chilenos, españoles y británicos) que Pinochet. debía ser liberado si la
candidatura del socialdemócrata Lagos corría peligro.
Existía el temor de
que votos DC se fueran a la derecha por la preocupación de que, con
Lagos en la presidencia, se rompiera la "estabilidad" del país si el caso
Pinochet no tenía visos de resolverse. Por otra parte, era necesario tratar
de captar votos de la izquierda que busca juzgar a Pinochet "donde sea".
Para lograrlo, era necesario que Lagos ratificara su pensamiento. Así, en
cuanto Straw hizo su anuncio, Lagos manifestó, al igual que el candidato de
la derecha, que Pinochet. debía ser juzgado en Chile. Por supuesto, ambos
aclararon que el poder judicial es "independiente" y que al gobierno sólo
le cabe "garantizar" su libre funcionamiento. La paz volvió a los
angustiados. Los que no iban a votar por Lagos por este temor, votaron por
él pues saben perfectamente que Pinochet podría ser juzgado, pero jamás
condenado. Por otra parte, sectores de la izquierda interpretando las
palabras de Lagos como una "promesa", también votaron por él. Ahora la
izquierda comienza a manifestar que el presidente electo debe cumplir su
"promesa". Olvida que Lagos jamás prometió nada. En efecto, nunca ha dicho
que su gobierno se haría parte en juicios contra Pinochet o que le pediría
al Consejo de Defensa del Estado que lo hiciera en representación del
Estado. Lagos no tiene ninguna promesa que cumplir, excepto que el poder
judicial haga lo que decida hacer según las leyes vigentes. Tales leyes
incluyen la ley de auto-amnistía dictada por Pinochet.
ACTA DE LA IGNOMINIA
El canciller británico, Jack Straw, puede ratificar su determinación
preliminar. Pinochet puede estar de regreso en la próxima semana. Partiendo
de esta hipótesis más probable, ¿qué le espera en Chile?:Sectores
vinculados a la defensa de los DD.HH. han sostenido que el paso judicial
que viene es el desafuero de Pinochet, que lo puede pedir de oficio el
ministro Guzmán, o los querellantes. En ambos casos lo resuelve la Corte de
Apelaciones de Santiago, que debe decidir si ha lugar a la formación de
causa y de desafuero. En cuyo caso se podría procesar y, eventualmente,
detener. En tal diseño jurídico, estiman que cuentan con elementos
acreditados y el convencimiento de que Pinochet debiera ser desaforado,
según el abogado Eduardo Contreras (PC) "por los antecedentes que constan
en el proceso. En el caso Caravana de la Muerte, está archi comprobado que
Pinochet nombró delegado personal a Arellano Starck porque era su hombre de
confianza. Porque el propio Pinochet premió con ascensos y condecoraciones
a todos los integrantes de la Caravana. Entonces, no puede alegar que no
sabía los crímenes que se cometieron. Como el autor no sólo es el que
comete el hecho sino el que permite que se ejecute, el que induce a otro a
que lo haga o el que facilita los medios, Pinochet debiera, en derecho, ser
desaforado. No hay duda". Además agrega:"En Chile no hay ninguna
disposición que impida procesar a una persona, aunque se esté muriendo.....Si
la defensa de Pinochet quiere alegar demencia, debería probar que estaba
loco cuando actuó, cuando cometió los delitos. Es decir, debería demostrar
que estaba loco en 1973".
Esta "carencia de dudas"estaba proyectada para el enfrentamiento jurídico
en la cancha judicial, rayada por la dictadura con la maraña legal de la
impunidad, y cifraba esperanzas en la "promesa" de Lagos. Pero, el 25 de
enero, el gobierno, la Concertación y la derecha rayaron una nueva cancha,
que otorga impunidad absoluta al Chacal del Mapocho. Así, bellacos,
mentecatos, inconsecuentes y oportunistas, terminaron chapoteando en la
charca putrefacta de la democracia de los consensos. El Editorial de El
Mercurio (30-01) registra el acta de la ignominia: "El Congreso Pleno
deberá pronunciarse acerca del proyecto de reforma constitucional, aprobado
por ambas ramas del Parlamento, mediante el cual se establece un estatuto
especial para los ex Presidentes de la República que hayan ejercido el
cargo por un período completo, concediéndoles fuero y dieta parlamentaria.
Se pueden acoger al mismo los senadores vitalicios que deseen renunciar a
sus funciones parlamentarias". En efecto, la reforma propuesta al artículo
30 de la Constitución crea la dignidad oficial de ex Presidente de la
República, a la que se le otorga la misma dieta y fuero que perciben los
parlamentarios en ejercicio. Sin embargo, en tanto los senadores y
diputados disfrutan de esos privilegios mientras dura su mandato, los ex
presidentes los tendrán de por vida. Por lo cual, como consecuencia de esa
"dignidad", Pinochet obtendrá el fuero que gozan los parlamentarios, a
pesar de que renunciara a su escaño en el Congreso. Ello implica que no
puede ser sometido a proceso sin que lo apruebe un procedimiento procesal
de desafuero. Sin embargo, el Código de Procedimiento Penal vigente señala
sólo el procedimiento para desaforar a parlamentarios en ejercicio Por lo
tanto la reforma constitucional aprobada, al no señalar mecanismos para
hacerlo con los "Ex Presidentes de la República", concede una nueva
garantía de impunidad al ex dictador.
HISTORIA DE UNA MANIOBRA SINIESTRA
De manera insistente el gobierno de la Concertación ha señalado que una vez
que Pinochet sea expulsado de Gran Bretaña con destino a Chile, los
tribunales nacionales lo juzgarán y sancionarán de acuerdo a las normas de
un "justo y debido proceso". Ahora, en siniestra maniobra, ha mantenido en
el mayor secreto dicha reforma constitucional, y espera que Pinochet pise
suelo chileno para efectuar su promulgación y publicación. La historia de
tal maniobra señala: Con fecha 7 de Septiembre de 1999, los Senadores.
Aburto (senador designado y ex presidente de la Corte Suprema), Diez (RN),
Hamilton (DC), Larraín (U.D.I.) y Viera-Gallo (PS) presentaron, como
moción parlamentaria un proyecto de reforma constitucional para establecer
un estatuto de los ex-presidentes. Tal propuesta fue aprobado por el
Senado el 15-09-99. Con fecha 19 de Enero, el Presidente Frei, ordenó que
el trámite parlamentario de dicha reforma tuviera el carácter de "Suma
Urgencia". En razón de ella, el 25 de Enero del presente año la Cámara de
Diputados aprobó, por unanimidad y sin modificación alguna, dicho moción.
Sólo faltan trámites menores para que dicha reforma consagre la impunidad
definitiva de Pinochet.
Mediante este asqueroso engendro se burlan principios elementales de
justicia y sanción a un responsable de crímenes contra la humanidad. Parece
increíble. Está concebido como alfombra para la llegada del "Tata". Es una
vergüenza para Chile y el mundo. El oportunismo, la ambición y la
amoralidad explican declaraciones de mentecatos y bellacos en torno al
"caso Pinochet. Ricardo Lagos cuando era candidato llamó a "darle la
espalda a Pinochet y mirar al futuro". Por su parte, Sebastián Piñera (RN),
abogó por darle la espalda a los odios y querellas que tanto dividieron a
la sociedad chilena en épocas anteriores, y buscar el reencuentro y la paz,
para lo cual -aseguró- es imposible ignorar la figura del general Pinochet.
Mientras que el senador de la DC, Gabriel Valdes, coincidió con Lagos en lo
de pensar en el futuro y no seguir amarrados en el pasado. "Espero que
Pinochet regrese pronto", imploraba.Y, el senador José Antonio Viera-Gallo
(PS)califico las palabras de su camarada Lagos como "una actitud
políticamente correcta y sicológicamente sana".
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