Insulto a la memoria de las victimas de la dictadura
Tlahui-Politic 9 I/2000. Información enviada a Mario Rojas, Director de Tlahui. Chile, a 22 de Febrero, 2000. CHILE: "Es un insulto a la memoria de las victimas de la
dictadura". Por Sergio Ramírez.
Cuando en octubre de 1998 la policía inglesa detuvo al ex dictador Augusto
Pinochet en el curso del proceso de extradición, que debía concluir con su
traslado a España por el proceso iniciado por el juez Garzón, todos los
sectores progresistas del mundo expresaron una gran alegría. Mientras que
familiares de las víctimas, organismos de DD. HH. y la izquierda chilena
veían cristalizadas las esperanzas sembradas en tantos años de lucha de que
el Chacal del Mapocho fuera juzgado y condenado por crímenes de lesa
humanidad. En el presente, es posible su regreso gracias a un informe
médico "por encargo", que es rechazado por expertos mundiales.
Con la detención de Pinochet en Londres todo aparecía claro y casi
resuelto. En los crímenes de lesa humanidad cometidos por la FF. AA, la
responsabilidad directa de Pinochet estaba avalada por pruebas y
antecedentes indesmentibles. Además, se destacaba que tal hecho era una
expresión evidente de que los terroristas de Estado nunca más podrían
pasearse impunemente por el mundo: se establecía que se podía juzgar a los
asesinos, que estos no podían gozar de impunidad aunque no se había
establecido un Tribunal Penal Internacional, porque los delitos contra la
humanidad eran acreedores a juicios en cualquier país del mundo.
A partir de la fecha indicada se inició la "marcha" de la justicia. Las
dificultades y maniobras sembradas por el gobierno de la Concertación, el
pinochetismo fascista, las cúpulas castrenses y religiosas, las
organizaciones patronales y demás poderes fácticos, fueron destrozadas. Las
falacias sobre inmunidad parlamentaria, defensa de la soberanía nacional,
carencia de derecho de acusación y proceso, etc. que se enarbolaron bajo la
batuta de Insulza y Gabriel Valdéz, ambos militantes socialistas, fueron
rechazadas. Los tribunales británico establecían precedentes legales que
hacían vislumbrar el viaje del tirano a Madrid para comparecer ante el juez
Garzón. Se establecían resoluciones jurídicas que hacían pensar que la
materialización de la lucha por verdad y justicia estaba cerca. Se confiaba
en los tribunales de España y de Gran Bretaña. Los hechos posteriores a la
determinación del ministro Straw de negar la extradición aprobada por los
tribunales de su país y de acceder a consideraciones "humanitarias" para el
regreso de Pinochet a Chile, accediendo a las peticiones del gobierno de la
Concertación y del futuro presidente Ricardo Lagos, destrozó la quimera de
que se impusiera la justicia sobre espúreos intereses económicos, políticos
y de clase.
El proceso judicial al Chacal del Mapocho, como era de esperar, desembocó
en conciliábulos y componendas políticas. Las esperanzas habían hecho perder
capacidad analítica y caer en el olvido de que España, el principal país
solicitante de la extradición está gobernado por la derecha más
reaccionaria de toda Europa. El gobierno de Aznar y del derechista Partido
Popular, heredero legítimo de la dictadura de Franco, es sólo portavoz y
ejecutor de las políticas de empresarios e inversionista, celoso cancerbero
y administrador de teorías económicas neoliberales, obediente subordinado
de las políticas norteamericanas a nivel mundial y de agresión a la
Revolución cubana. Los DD. HH. no tienen expresión en su política nacional e
internacional. Además, la alegría legítima ante las resoluciones iniciales
de la justicia británica no consideró que ese país está gobernado por la
socialdemocracia que se define partidaria de la denominada "Tercera Vía" y,
por lo tanto hermanos siameses de los partidos chilenos del denominado
"Polo Progresista" (PS, PPD y PR). Dado a que ninguno de ellos es lo que
sostiene ideológica y políticamente y que siempre terminan entendiéndose con
la reacción de todos los pelaje, resultó natural que tales especímenes
políticos terminaran acordando un pacto, vía negociaciones comerciales que
preservan y acrecientan los intereses de sus respectivos grupos económicos,
para liberar a Pinochet.
Para concretar el pacto secreto que suscribieron ambos gobiernos con la
administración de la Concertación, comenzaron a poner en práctica
triquiñuelas, maniobras politiqueras y mentirosas campañas publicitarias
para adormecer la conciencia pública de sus respectivos países,
reemplazando el problema de las violaciones a los DD. HH y crímenes contra
la humanidad por la necesidad de consideraciones humanitarias para una
fabricada imagen de un "anciano enfermo". Muchos actos, dignos de
bribones, se realizaron y continúan efectuando para lograr el objetivo de
impedir se condene a un asesino confeso y ya sancionado para su
extradición. Entre ellos, algunos significativos.
El gobierno español por intermedio del canciller Matute dificultó y
paralizó iniciativas legales del juez Garzón al bloquear información y
recursos legales de apelación a una determinación política de Straw. Se
fabricó un acientífico informe médico que sostiene el "significativo
deterioro de la salud" de Pinochet. Fómula propuesta por el gobierno de la
Concertación por intermedio del canciller "socialista" Juan Gabriel Valdés.
El ministro británico Jack Straw ofreció a Pinochet mantener el secreto el
informe médico, en hábil maniobra para impedir, en primera instancia, que
los acusadores carecieran de la información necesaria para apelar a la
determinación preliminar que había anunciado y, en caso de no prosperar
ésta, darla a conocer indirectamente en el marco de una campaña falaz que
hiciera creíble lo increíble. Este último "trabajo sucio" correspondió a
los gobiernos de la Concertación y del Partido Popular. Estos y otros
hechos tenían el objetivo de burlar el fallo de la Corte inglesa que aprobó
la extradición del ex dictador chileno.
INFORME MÉDICO POR ENCARGO
El informe médico y neuropsicológico realizado a Pinochet fué publicado
por los periódicos The Guardian (Londres), El Mundo y ABC (España) y El
Mercurio (Chile). Inmediatamente, destacados expertos expresaron
comentarios críticos a su validez científica y a las conclusiones
médico-políticas que de él se han extraído. Tan informe concluye que el
tirano presenta lesiones progresivas de origen vascular, trastornos de la
memoria, dificultades para comprender frases y preguntas complejas,
dificultad a expresarse de manera comprensible, sucinta y pertinente, así
como fatigabilidad. Según los expertos designados por Straw, estos
trastornos le impedirían asistir al desarrollo de un juicio:
específicamente, le sería difícil de hacerse comprender, de asegurar su
defensa, de comprender el contenido y las implicaciones de las preguntas
que se le hicieran y, por otra parte, no sería completamente consciente de
estas dificultades. Así mismo, los expertos concluyen que su estado de
salud mental y física va probablemente a empeorar y que la situación de
stress engendrada por el juicio puede en principio acelerar la progresión
de la enfermedad vascular. No obstante, los expertos añaden no poder
pronunciarse sobre el impacto posible del juicio sobre su estado de salud
(basándose en sus capacidades anteriores a soportar las situaciones de
stress).
Las conclusiones del "informe por encargo" han sido rechazadas por
destacados científicos y expertos. Así quedan al desnudo falacias
acientíficas y e inconsecuencias políticas. El eminente neuroradiólogo Ivan
Moseley, especialista consultor en Neuroradiología en el Hospital Nacional
de Neurología y Neurocirugía, y el Instituto de Neurología de la
Universidad de Londres, rechazó las conclusiones del informe en carta
publicada en The Guardian (18. 02. 2000), porque los extractos que el
periódico londinense publicara "no inspiran ni confianza ni esperanza en la
justicia". Además, "porque las conclusiones médicas son discutibles. La
demencia provocada por el "infartos múltiples ", es siempre un diagnostico
especulativo, que no puede, a diferencia de la enfermedad de Alzheimer, ni
siquiera ser verificado a través de una autopsia. En ninguna parte de la
historia clínica que usted publica hay evidencia contundente de que General
Pinochet sufra de una enfermedad cerebrovascular". Reforzando tales
afirmaciones, Moseley señala hechos irrefutables: no se puede diagnosticar
con absoluta certeza la demencia causada por infartos múltiples mediante
imágenes neuroradiológicas, como lo ha realizado el grupo médico de Straw;
los informes no proveen detalles de resultados anormales y no se sabe si
esos exámenes hayan sido revisados por un neuroradiólogo experto en el
diagnóstico de la demencia. Además, también rechaza las afirmaciones de que
no está en condiciones de afrontar un juicio. "Ni el estado general de
debilidad ni la sordera hacen imposible un juicio. El nivel de las
capacidades cognitivas de una persona es cuestionable como argumento para
no someterla a un debido proceso legal". La evidencia que se aduce para
apoyar aseveraciones tales como "la tensión circunstancial que podría
ocasionar un juicio... podría acelerar la progresión de la enfermedad
cerebrovascular", son afirmaciones que no podrían sostenerse ante un
tribunal.
Muchos expertos mundiales han coincidido con las críticas al informe "por
encargo" que mencionamos. Citamos, en tal sentido, también, la opinión del
Doctor Martial Van der Linden, profesor de psicología clínica del adulto en
la Facultad de Psicología y Ciencias de la Educación de la Universidad de
Ginebra y de neuropsicología en la Facultad de Psicología y Ciencias de la
Educación de la Universidad de Lieja. Sostiene que, pese a ser poco
discutible que el estado de salud de Pinochet se haya deteriorado y que
haya sido víctima de problemas vasculares progresivos, que habrían causado
una disminución de sus capacidades cognitivas, las conclusiones relativas
al impacto que pueden acarrear estas dificultades en su capacidad para
comparecer a juicio "tienen poco fundamento y aparecen ampliamente
exageradas con respecto a los datos contenidos en el informe médico".
Además, después de sostener que el examen neuropsicológico al cual ha sido
sometido Pinochet es incompleto y no corresponde a las exigencias una
exploración cognitiva actual, afirma que: "en base a las reducidas pruebas
sicométricas realizadas, es imposible obtener conclusiones precisas sobre
su estado cognitivo". En efecto, la ligereza científica del informe es
abismante. En sus conclusiones generales, que hemos citado, se hace
referencia a las dificultades de memoria relativas a los acontecimientos
pasados, a pesar que no se haya realizado ningún examen sistemático para
evaluar estas capacidades. Del mismo modo, ningún examen ha sido realizado
para explorar de manera sistemática las capacidades de atención o las
capacidades lingüísticas (expresión y comprensión). Aun más, Van der Linden
indica que a pesar de que no existe ningún índice que sugiera que el señor
Pinochet haya podido simular tales dificultades, en el informe no se hacen
mención de ninguno de los métodos habitualmente utilizados con el fin de
excluir una simulación, o una exageración de los problemas que afectan al
genocida.
INCREÍBLE INTENTO DE FRAUDE
Las conclusiones a que llegan los expertos de Straw no corresponden con los
datos del examen neurosicológico realizado. Así, el informe concluye en la
existencia de un deterioro que se califica de moderado a severo Pero, los
datos cuantificados "permiten sólo concluir una deterioración cognitiva
leve", sostiene el experto belga. Por otro lado, y al contrario de lo que
se afirma en las conclusiones, sostiene, el informe especifica que el nivel
de comprensión verbal Pinochet es bueno, que su producción verbal es fluida,
sin trastornos del ritmo, de la prosodia o de la construcción de las
frases. El informe neurosicológico indica también que da la impresión de
poder expresar perfectamente lo que desea decir, y las raras dificultades
de comprensión manifestadas están principalmente ligadas un problema de
memoria y no a una dificultad de comprensión verbal propiamente tal. "Tales
dificultades se encuentran frecuentemente en las personas de edad avanzada,
sin necesidad que haya afección cerebral", afirma Van der Linden.
El intento de fraude es sorprendente. En efecto, al contrario de lo indican
sus conclusiones, el informe neurosicológico no menciona la presencia de
dificultades significativas en la capacidad de recuerdo de acontecimientos
pasados. Pinocher fue capaz de dar informaciones sobre la historia de Chile
y de su historia personal. En lo que respecta a los trastornos en la
memorización de informaciones nuevas, las conclusiones se basan en
resultados de tests de memoria, sin indicar antecedentes de la capacidad de
referencia esperadas de sujetos de una edad comparable a la de Pinochet.
Así. Se impide evaluar correctamente la importancia de sus supuestas
dificultades. Por otra parte, los resultados obtenidos por el tirano en los
tests de de razonamiento lógico (test de Raven y sub-test de Similitudes de
la Escala de Inteligencia de Wechsler para Adultos) son de un buen nivel,
por lo cual sus capacidades de abstracción y de razonamiento no están
alteradas de manera grave. Y, con respecto a que los trastornos observados
en una prueba de reproducción visuo-espacial (como el sub-test de los cubos
de la Escala de Inteligencia de Wechsler para Adultos, a partir del cual el
examinador de Straw determina un coeficiente intelectual de 75) no son
fáciles de interpretar de manera aislada dado que su resultado podría
deberse a una lentitud en la realización de la tarea o a dificultades
motoras. Finalmente, las capacidades cognitivas de fueron evaluadas durante
la tarde, después de haber sido sometido a numerosos exámenes médicos
durante la mañana, lo cual distorsiona los resultados en una persona de su
edad. Este factor incidió en sus resultados cognitivos.
Los antecedentes citados señalan conclusiones prefabricadas. Para el doctor
Van der Linden "es evidente" que Pinochet presenta problemas de salud
(problemas cerebrales de origen vascular en particular) que se acompañan de
ciertos trastornos cognitivos. Sin embargo, los exámenes que se han
practicado le parecen "demasiado incompletos para poder caracterizar de
manera precisa sus dificultades de memoria, de atención o de lenguaje, y,
en todo caso, para poder concluir de manera inequívoca que es incapaz de
seguir el desarrollo de un juicio. Las informaciones sucintas descritas en
el examen neuropsicológico sugieren, por el contrario, que el señor
Pinochet ha conservado capacidades de memoria, de expresión y de
comprensión, de razonamiento y de abstracción suficientes para poder
comprender las preguntas que le serán formuladas, las acusaciones que le
serán dirigidas, de responder y de hacerse comprender".
Seguramente este estilo de justicia a lo socialdemócrata de los que se
confabularon para lograr la libertad del genocida será repudiado por los
partidarios reales de la justicia. Que salga en libertad Pinochet gracias a
sus maniobras espúreas "es un insulto a la memoria de las víctimas de la
dictadura", como expresara el parlamento belga.
From: Comité Internacionalista Arco Iris ale.Ramón@numerica.it
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