Terror y Espionaje en Santiago del Estero
Tlahui-Politic 9 I/2000. Información enviada a Mario Rojas, Director de Tlahui. Argentina, a 12 de Junio, 2000. ARGENTINA: CORREPI: Terror y Espionaje en Santiago del Estero.
SANTIAGO DEL ESTERO: INFORME ESPECIAL
INTRODUCCIÓN:
Definir a los sucesivos gobiernos peronistas de Santiago del Estero (sean
de Carlos Juárez o Iturre) como "paternalistas" es la mejor forma de
enmascarar un sistema feudal, sostenido en el clientelismo político, el
asistencialismo, el autoritarismo, la falta de libertad política y la
sistemática política del disciplinamiento social.
Desde 1983, Santiago del Estero sobrepasó la letanía interior cuando la
revuelta popular de diciembre de 1993, primera pueblada de espontánea
resistencia al neoliberalismo. Años antes, los medios nacionales
difundieron los ataques a la libertad de prensa, con allanamientos y
clausuras ordenadas por el propio Juárez a radios opositoras, a principios
de los 90. Luego del Santiagazo, los mismos medios de comunicación dieron
cuenta de la detención de opositores políticos (entre ellos de la U.C.R.)
en la ciudad de Quimilí en 1996, la propagación de la política de gatillo
fácil, dando origen a agrupaciones como las "Madres del Dolor", la
persecución judicial del abogado de la Liga Argentina por los Derechos del
Hombre, Luis Santucho, etc.
Pero en el último semestre se han dado una serie de hechos que resulta
necesario poner en conocimiento de la opinión pública y que, en materia de
denuncia, no sobrepasa los límites provinciales.
EL COMISARIO TE CONVOCA:
El año pasado el octogenario Carlos Juárez fue por su quinta reelección. En
su campaña proselitista, el candidato del PJ, además de echar mano a la
distribución de dinero y dádivas para afianzar su popularidad, no tuvo
empacho en utilizar la estructura policial para convocar a los propios
militantes peronistas.
A las reuniones o actos proselitistas que encabezaba Juárez eran
"invitados" todos los que formaran parte del padrón electoral del PJ a
través de una cédula de notificación que les ponía en conocimiento las
actividades juaristas. Pero no sólo los afiliados justicialistas (con la
salvedad que en Argentina a través del sistema de "punteros" muchas veces
la afiliación no significa necesariamente adhesión ideológica) eran
notificados de tales mitines políticos, sino también una enorme cantidad de
empleados públicos, que en Santiago es la fuente laboral más fluida.
Y tales notificaciones llevaban como firmante, no a un dirigente juarista,
sino nada más ni nada menos que al comisario del barrio del notificado. Así
el titular de la seccional policial de la jurisdicción, citaba al invitado
para que se dirija al convite.
Es fácil de imaginar la impresión psicológica que la firma del comisario
provocaba en aquellos que recibían la cédula. O vas al acto en el que habla
el Tata Juárez o vas preso. Más si la misma está destinada a gente de poca
instrucción.
En la ciudad de La Banda, algunos afectados (o apretados) por esta política
comunicacional del Gob. Juárez y su policía, formularon la denuncia
correspondiente por abuso de autoridad e intimidación. Estas fueron
acompañadas por una movilización de más de 1.000 personas. Lamentablemente
cayeron en saco roto debido a que los jueces carecen de todo tipo de
independencia, ya que fueron todos designados por Juárez.
CON LA EXCUSA DE LA PREVENCIÓN DEL DELITO, ESPÍAN A OPOSITORES POLÍTICOS
Los gobernadores justicialistas cuentan con varios cuerpos que hacen
inteligencia. Los más relevantes son la Subsecretaria de Informaciones y el
Departamento de Informaciones (D 2). La primera, que depende directamente
del gobernador, dice que se encarga de facilitar información necesaria para
la labor de gobierno. El D 2 es la inteligencia policial y su accionar
supuesto es la información para prevenir la comisión de delitos. La
realidad es otra ya que ambas agencias se dedican a hacer inteligencia
interna, a través de seguimientos personales, pinchaduras de teléfonos,
averiguación de datos personales resguardados por el art. 19 de la C.
Nacional de opositores dentro del propio PJ, y miembros de otros partidos
políticos, organizaciones sociales, de DD HH, gremiales, estudiantiles,
etc. y hasta de sus familias.
Así los espías de Juárez se han infiltrado directamente en organizaciones
sociales como el Movimiento Campesino de Santiago del Estero (MOCASE),
representación de los sin tierra santiagueños que en sus informes secretos
llegaron a calificar como de "zurdos y subversivos"; de las "Madres del
Dolor", agrupación de víctimas -muchas de ellas del gatillo fácil de
la policía provincial- que, en un principio, denotó un alto grado de
participación y combatividad para luego derivar en expresiones más
moderadas. En varias de sus actividades, los servicios juaristas llegaron a
lanzar panfletos buscando el desprestigio de los reclamos, tratando de
incorporar supuestos antecedentes de las víctimas y familiares.
También se investigó al fallecido obispo Sueldo sobre la base de que
molestaba y hacía "quilombo", entre otros por apoyar al MOCASE y a las
Madres del Dolor, y a los opositores políticos al juarismo. Al nuevo obispo
de la Provincia, Mons. Maccarone, se le investigó su pasado buscando
información para presionarlo. Los espías encontraron que en una ocasión el
sacerdote había colocado a las vírgenes de su iglesia de Orán pañuelos
blancos de las Madres de Plaza de Mayo.
El objetivo de la inteligencia es conocer las capacidades reales o
potenciales del enemigo, y a su vez, hacer acciones de sabotaje y
contrasubversión, afirma un informe especial aparecido en el Diario "El
Liberal" de la Provincia.
La lógica de los servicios de Juárez divide a la provincia entre "los
nuestros" y "los contras". Estos últimos son todos subversivos. Se calcula
que en la provincia hay 50.000 legajos de estos subversivos. Se aplica el
mismo esquema de la dictadura. Y ello no puede ser de otra manera debido a
que los servicios de la democrática Santiago del Estero son los mismos que
actuaron durante la dictadura militar. Para muestra bastan un par de
"botones": El jefe del D 2 es el comisario general Musa Azar, que es el que
decide a quien seguir o perseguir. Ya en 1975, siendo Juárez gobernador de
Santiago del Estero, Musa Azar era jefe del Departamento de Informaciones.
En ese año, en la provincia desaparecieron varios opositores políticos
(ligados a Montoneros y PRT). La CONADEP nunca investigó estas
desapariciones debido a que fueron antes del 24 de marzo del 76.
Testimonios no consignados en el "Nunca más" sostienen que estuvieron
detenidos en el edificio de Alsina y Belgrano, Santiago Capital, sede del D
2. Al producirse el golpe, Musa Azar continuó en el cargo y el D 2 se
convirtió en un centro clandestino de detención. Haber denunciado la
existencia de prostitución de menores en las Termas de Río Hondo, le valió
la desaparición al abogado Guillermo Miguel a manos del represor –y
proxeneta- Musa Azar.
Más tarde pasaría a desempeñarse como genocida en Chaco, lo que le valdría
su procesamiento luego de la institucionalización del país. Sin embargo,
fue sobreseído por la ley de Obediencia Debida.
Reciclado -como una buena cantidad de genocidas- por el gobernador
Iturre, fue designado como asesor de seguridad. Hasta entonces, no
oficialmente, hacía contrainteligencia para Juárez. Cuando éste volvió al
poder, lo nombró nuevamente como Jefe del D 2, igual que en época de la
dictadura.
Como refiriéramos antes, haber denunciado su actuación como represor le
valió al Dr. Luis Santucho una querella por "injurias y calumnias" del
propio Musa Azar. Según el Jefe del D 2 haberle recordado su pasado le
provocaba deshonra y descrédito.
El otro represor nombrado por Juárez para hacer inteligencia interna, fue
el anterior Secretario de Seguridad, Jorge D'Amico, ex carapintada
que fuera indultado por Menem. Actualmente fue desplazado en internas
palaciegas por Musa Azar.
Es dable destacar que el art. 36 de la Constitución Provincial inhabilita a
perpetuidad para cargos públicos a aquellos que se hayan alzado contra el
orden constitucional y la democracia.
También es bueno recordar que en la vecina provincia de Catamarca,
gobernada por el aliancista Castillo, había sido designado como secretario
de seguridad al coronel Rampulla, quien actuó en la masacre de Margarita
Belén, en Chaco, donde fueron torturadas y asesinadas 21 personas. Las
denuncias periodísticas y de organismos de DD HH lograron que el represor
tuviera que renunciar. En Santiago del Estero, eso no pasa.
LA BANDA EN MANOS DE UNA BANDA
En la ciudad de La Banda, ubicada a 10 Km. al sur de la ciudad capital,
durante el mes de mayo de 2000 se han agudizado las violaciones a los
derechos humanos por parte de la Policía Provincial. Más precisamente, a
través de la Brigada de Investigaciones dependiente de la Unidad Regional
N° 2, encabezada por siniestros personajes apodados "Cara Manchada",
"El Verdugo" o "El Torturador Morales".
Así defensores de los DD HH han denunciado procedimientos en viviendas de
ciudadanos de barrios pobres, donde sin orden de allanamiento la mencionada
Brigada ingresa al domicilio, golpea a sus moradores, amenaza con armas de
fuego, detienen a personas que son conducidas a dependencias policiales
donde son posteriormente torturadas. Como en la dictadura, los "guardianes
del orden" hasta se roban las pertenencias de los detenidos y sus familiares.
Los principales hechos se produjeron entre los días 7 y el 10 de mayo del
2000.
La impulsora de las denuncias es la Sra. Sara Pineda del Valle de Gordillo,
DNI 13.496.621 quien ante las autoridades judiciales y organismos de DD HH,
denunció que el 8/5/00 en horas de la madrugada ingresó a su casa,
rompiendo la cerradura, un hombre con un pasamontaña cubriendo el rostro y
diciendo que era policía. Este individuo dio paso a otros seis, algunos
encapuchados, que le preguntaron sobre un dinero. Al no poder contestar
semejante requisitoria, la agarraron de una de sus muñecas y se la
torcieron, haciéndola arrodillar y apuntándole a la cabeza. Luego,
revolvieron toda las habitaciones sin encontrar nada. Posteriormente, se
quisieron llevar un ciclomotor de propiedad de la Sra. Pineda. Ante su
negativa, la sujetaron del cuello y se dirigieron a la casa de su hijo
Leonardo Pineda, frente a la suya. Rompieron a patadas y culatazos la
puerta de acceso, encañonaron a su mujer y a sus dos hijas menores y
procedieron a secuestrarlo. Lo llevaron a la comisaría 12 del Barrio Misky
Mayu, donde siempre preguntando por "la plata" lo sometieron a la tortura
llamada submarino seco. Más tarde, lo condujeron a la Unidad Regional
N° 2, donde nuevamente fue torturado, con golpes de puño y pies,
culatazos y baldazos de agua fría y nuevamente sofocación. Posteriormente
fue dejado en libertad, con la previa amenaza de muerte si denunciaba lo
que había vivido.
Ese mismo día, la misma Brigada detuvo a Ramón Orlando Lobos, padre de 11
hijos, que en primera instancia fue llevado al Parque Industrial de la
ciudad de La Banda, golpeado por personal policial, para luego trasladarlo
a la Seccional N° 15. Allí se le venció el plazo de la incomunicación
previsto en el Código Procesal sin que el detenido fuera pasado al juez
competente.
El domingo 7 la Brigada ingresó en el domicilio de Ángel Acosta, con
exhibición de armas de fuego cortas y largas, y sacándolo de los pelos, a
los golpes lo ingresaron a uno de los cuatro móviles con que se
desplazaban. Llegado a la sede de la Brigada, lo esposaron, golpearon, le
arrojaron agua hirviendo, fue sometido al tormento de submarino seco y le
aplicaron picana eléctrica en los testículos. Con ello lograron que Acosta
se inculpara de un robo de una tómbola, que según los medios de
comunicación ya había sido esclarecido días antes.
Por último, el día 10 de mayo siendo las 6:00 de la mañana, la Brigada
junto con policías de la Cria. 15 comandados por el Jefe González (alias
"Cara Manchada" por tener una mancha de "vino" en su rostro) irrumpió en el
domicilio de Hugo Vázquez, Julián Reinoso y Ramón Lobos. En un número
superior a los 30, rompiendo las puertas y cercas, sin exhibir orden de
allanamiento o detención, disparando armas de fuego (mataron a un perro) y
golpeando a las esposas, se llevaron detenidos a los mencionados. En el
operativo, el Jefe González llegó a poner en la sien de la Sra. Yudith
Guzmán, esposa de Reinoso, su pistola reglamentaria, delante de los niños
de edad escolar, hijos del matrimonio.
En todos los casos, tanto esposas o padres de los detenidos fueron
extorsionados pidiéndoles dinero para que no sean interrogados por los
policías "Cara Manchada", "Verdugo" o "El torturador Morales".
CORREPI, JUNIO DE 2000.
From: Comité Internacionalista Arco Iris ale.Ramón@numerica.it
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