I. Tráfico de armas, una de las causas de la crisis de Vladimiro Montesinos
Tlahui-Politic 10 II/2000. Información enviada a Mario Rojas, Director de Tlahui. Perú, a 21 de Septiembre, 2000. Per - 1/2 El tráfico de armas ha sido una de las
causas de la crisis de Vladimiro Montesinos.
Equipo Nizkor, miembro del Serpaj Europa, Derechos Human* Rights (USA) y del GILC (Global Internet Liberty Campaign).
Información.
PERÚ VENDIÓ ARMAS ADQUIRIDAS A JORDANIA A LAS FARC LO QUE PROVOCÓ LA FURIA
DE SUS ALIADOS DE EE.UU.
Todos los caminos de la crisis política que vive Perú conducen al tráfico de
armas para la guerrilla colombiana de las FARC desde Jordania, con eje en Lima.
Alberto Fujimori anunció con "bombos y platillos" haber desarticulado una red
mafiosa de contrabando de armamento y lo presentó como un éxito de Vladimiro
Montesinos.
La operación fue denunciada en agosto por Fujimori en una conferencia de prensa
en la que concurrió con un sonriente Montesinos. Era el blanqueo de su
controvertido superasesor. La estrategia publicitaria se cayó sin embargo
rápidamente: el gobierno colombiano protestó airadamente asegurando que esa red
había sido descubierta un año atrás. Pero lo peor llegó desde Jordania que
aseguró, con documentos probatorios, que las armas habían sido vendidas
legítimanente al Estado peruano a oficiales del ejército de este país.
Estados Unidos, que por esos días promocionaba su Plan Colombia de ayuda
financiera a ese país
para combatir el narcotráfico y eventualmente la guerrilla, apoyó la tesis
jordana y debilitó aún más la coartada peruana.
Surgieron nombres que involucraban a altos oficiales peruanos en el tráfico de
10.000 fusiles para las FARC -Estados Unidos habló, incluso, de generales en
actividad-. Esos nombres, junto a los de cuadros intermedios y ex militares,
apuntaban hacia Montesinos y a empresarios que habían hecho negocios con el
Estado peruano.
Tanto Fujimori como su asesor contaron históricamente con el apoyo de los
halcones en Washington que los defendieron a partir de los éxitos en la lucha
contra el narcotráfico y la guerrilla. Pero el tráfico de armas acabó con la
paciencia de EE.UU. y el régimen pareció tocar fondo. La inestabilidad política
generada por un tercer mandato surgido de elecciones fraudulentas podría
soportarse, pero el tráfico de armas a gran escala en su patio trasero para la
guerrilla colombiana era demasiado, señaló una fuente política a Clarín.
También aseguró que el video en el que el "Rasputín del régimen" le paga 15.000
dólares a un congresista opositor para que se pase a las filas oficialistas,
habría sido sacado del SIN por un miembro de la marina con la colaboración de la
CIA y la protección directa de Estados Unidos. El escándalo del tráfico de armas
y la difusión del video provocaron un cortocircuito entre Fujimori, Montesinos y
la cúpula militar, el triángulo del poder homogéneo que desde el autogolpe de
abril de 1992 cogobierna el país.
En relación a las armas, la ira de Fujimori estalló por el papelón internacional
y porque Montesinos le habría ocultado información sobre los vínculos de los
involucrados con el Estado peruano. Y el video terminó por desencajar al
presidente. El impacto nacional e internacional fue tan fuerte que Fujimori
intuyó que su permanencia en el poder se volvía insoportable.
Y apostó fuerte, como un león herido. Decidió con su hija Keiko dar un paso al
costado y romper con el triángulo mafioso que había construido con Montesinos y
la cúpula militar, pero sin advertirles de su movida. Así se llega al sábado por
la noche, cuando Fujimori anuncia la desarticulación del SIN, la entrega
anticipada del poder y su renuncia a volver a participar en los
comicios presidenciales. Pero también es cierto que entregar la "cabeza" del
súper espía, significaba entregar, en parte, su propia cabeza.
Cuentan las mismas fuentes que Montesinos, sintiéndose traicionado, se
"atrincheró" con la cúpula castrense, la mayoría de ellos miembros de su camada
militar, resistiendo la orden de dar un paso al costado. El silencio de los
uniformados, que no se han pronunciado sobre el anuncio presidencial, es un dato
más de la ruptura de ese antiguo poder, hoy atomizado.
Pero Montesinos también habría jugado fuerte. Su principal carta: los secretos y
las complicidades entre ambos y la cúpula militar. Todo indica que desde
entonces la negociación es ardua. Y aún
no terminó.
Las palabras del martes por la noche del presidente, cuando protegió a
Montesinos, lo trató de héroe de la lucha contra la guerrilla e insinuó que el
video era sólo un "error", fue un mensaje para el súper asesor. Y hace suponer
que en la negociación, Montesinos logró imponer condiciones: archivar la
investigación por el soborno -se dice que la Fiscalía cerraría el caso
próximamente-, prolongar lo más posible el cambio de gobierno, garantías para
seguir manejando el poder desde las sombras y, también, apostar fuerte a un
sucesor oficialista que garantice la continuidad de lo que la oposición llama
una "asociación ilícita encarnada en el Estado".
Nadie quiso pagar los platos rotos y, al mismo tiempo, nadie quiere quedarse sin
su parte. "La negociación es de tipo mafiosa. Aquí lo que está en juego entre
ellos es qué grado de impunidad se les garantiza y cuánto vale el silencio",
dijo una fuente diplomática a Clarín.
A los militares les preocupa el "síndrome Pinochet", y su arresto en Londres
sobrevuela sus cabezas. A Montesinos, seguir controlando el poder. Y a Fujimori,
que el show de videos y delaciones no lo ponga en el centro de la escena.
[Fuente: Pablo Biffi, enviado especial en Lima del diario Clarín, Buenos Aires,
Argentina, 21sep00]
SARKIS REVELA DESDE EEUU QUE SOSTUVO REUNIONES CON ALTOS OFICIALES EN EL
PENTAGONITO Y LAS PALMAS.
El vendedor de armas más famoso del mundo, Sarkis Soghanalian, aseguró que los
diez mil fusiles Kalashnikov que fueron a parar a manos de las Fuerzas Armadas
Revolucionarias de Colombia (Farc) los vendió originalmente al gobierno peruano
y que en todo el proceso de la negociación se
entrevistó con oficiales del Ejército Peruano y del Servicio de Inteligencia
Nacional (SIN).
... "Cuando se enviaron los diez mil fusiles, detuvimos el resto de
envíos", dijo Soghanalian, más conocido como "El Mercader de la Muerte".
Soghanalian admitió a La República que visitó Lima entre el doce y dieciocho de
enero de 1999, que se hospedó en el Hotel Sheraton de la capital peruana, y que
se reunió con altos mandos del Ejército y del SIN para discutir no sólo los
términos del contrato para la adquisición de los fusiles sino para otro tipo de
material de guerra que se reservó precisar. "Me reuní dos veces con oficiales en
el Cuartel General del Ejército", dijo Soghanalian: "Y una vez tuve una cita en
el Servicio de Inteligencia Nacional". Al ser preguntado si se entrevistó en el
SIN con el asesor Vladimiro Montesinos Torres, Soghanalian prefirió guardar la
información: "No lo niego ni lo admito, pero lo diré cuando sea necesario, y
estoy dispuesto a declarar todo a las autoridades peruanas". Sarkis Soghanalian
óquien participó como "broker" (intermediario) entre los supuestos
representantes del gobierno peruano y los militares de Jordania "sostuvo que
José Luis Aybar Cancho fue la persona que condujo la operación, pero que "tenía
el consentimiento y el apoyo de sus superiores".
DE ALTO VUELO
"Nos entrevistamos en Ammán (con José Luis Aybar) y también en Lima", explicó
Soghanalian: "Tenía documentos que lo acreditaban como representante del
gobierno peruano. Con esos mismos documentos lo dejaron ingresar sin problemas
al Cuartel General del Ejército y al Servicio de Inteligencia Nacional".
Soghanalian está muy irritado con el presidente Alberto Fujimori y su ex
asesor Vladimiro Montesinos. Nacido hace 69 años en Turquía, pero de origen
armenio, de nacionalidad libanesa y con ciudadanía estadounidense, Sarkis
Soghanalian se expresó en duros términos respecto a la versión oficial peruana
que lo señala como el hombre que maquinó el desvío de armas a las Farc.
Entrevistado por La República en la Metropolitan Detention Center, la prisión
federal donde los acusados esperan sentencia "Soghanalian fue arrestado el
pasado 26 de diciembre por su presunta participación en un fraude bancario por
más de tres millones de dólares", el vendedor de armas evitó suministrar
precisiones pero relató algunos aspectos de su visita a Lima que confirman algo
que sospechaba: que José Luis Aybar actuó con la activa participación, o al
menos con el conocimiento, de mandos del Ejército y del SIN, en particular.
VISITó CUARTELES
"Cuando llegué a Lima me recibieron José Aybar y un grupo de militares, algunos
de civil y otros uniformados", dijo Soghanalian: "Desde que salimos del
aeropuerto tuvimos una seguridad especial. Y durante todo el tiempo que
estuvimos en el hotel, también tuvimos seguridad. En el hotel realizamos varias
reuniones con militares vestidos de civil a quienes volví a ver con sus
uniformes en el Cuartel General del Ejército y en el Servicio de Inteligencia
Nacional. Incluso visité la 18ava. División Blindada, también en Lima. Allí
revisé los tanques y otros equipos. A parte de fusiles, querían otro tipo de
armamento".
Preguntado sobre la identidad de los oficiales con los que habló, Soghanalian
dijo: Usted quiere saber si yo tuve reuniones con militares del Ejército y del
Servicio de Inteligencia Nacional, y yo les digo que sí tuve esas reuniones.
Cuando sea el momento indicado, cuando me lo diga mi abogado, entonces yo
hablaré".
RECONOCE IMPLICADOS
La República le mostró a Sarkis Soghanalian las fotografias que el presidente
Fujimori y el ex asesor Montesinos exhibieron como pruebas de su participación
en la venta de armas a las Farc, en la rueda de prensa que ofrecieron el 21 de
agosto para dar cuenta del éxito de la denominada "Operación Siberia". Las
imágenes en realidad fueron captadas por el ex técnico EP Luis Alberto Meza.
"En efecto, el de la camisa roja soy yo, y estamos en el aeropuerto de Ammán. Y
yo estoy allí porque la operación era completamente legal. De lo contrario, no
habría intervenido en lo absoluto", señaló Soghanalian, un hombre de un 1.60 de
altura, de unos 120 kilos de peso y que tiene dificultades para desplazarse. Al
observar el organigrama que presentó el gobierno peruano, donde se le sindica
como el cerebro de la operación, y a su hijo Garabet, se enfureció: "Ese hombre
que según Fujimori y Montesinos es mi hijo, es absolutamente falso", dijo,
refiriéndose al hombre con saco, lentes oscuros y con las manos cruzadas en la
espalda: "Ese no es mi hijo. ¡Es un empleado de mi compañía! Ninguno es mi hijo
en esa foto. Allí está mi chofer y un oficial jordano de civil. Si la
inteligencia peruana ni siquiera puede reconocer a una persona en una foto,
entonces en el Perú puede pasar cualquier cosa".
Entre las fotografías de los detenidos, reconoció a los suboficiales retirados
Santos Cenepo Shapiama y Luis Alberto Meza, quienes le fueron presentados como
oficiales del Ejército peruano. Recordó que fue Meza quien le pidió tomarse una
vista juntos, pero se negó porque "ese no es mi estilo".
También admitió que el avión que se observa en las fotografías es el que llevó
cinco vuelos de armas, aunque el primero se frustró. "Ellos contrataron el
avión y la tripulación. Mi única labor fue la de conseguir las armas y llevarlas
al aeropuerto para que los compradores se las lleven. Punto. No tuve más
participación", aseveró. Es la primera vez que Soghanalian habla con un
periodista sobre el tema.
BAJO CUATRO LLAVES
Sarkis Soghanalian está registrado en el Metropolitan Detention Center ubicado
en el 535 de la North Alameda Street, en el corazón de Los Ángeles como el
prisionero # 32995004. Interrumpió en varios momentos la entrevista y reclamó la
presencia de su abogado, quien no pudo asistir porque
se encontraba en los tribunales. Las autoridades judiciales, previa aceptación
del mismo Soghanalian, accedió a conceder un permiso extraordinario de una hora
para dialogar con el detenido. Los controles de seguridad para llegar hasta la
oficina donde el más grande traficante de armas del mundo esperaba a La
República fueron en extremo rigurosos. En un momento creímos que los celadores
prohibirían incluso el uso de un lapicero para tomar apuntes. La tecnología de
seguridad es impresionante. Más que el enorme edificio de granito, que si no
fuera por las gruesas puertas de metal, los clásicos enrejados y la presencia
de cámaras en cada rincón, parecería un hotel de lujo.
EL ESQUEMA
A pesar de todo, incluso del mismo Soghanalian, quien estallaba en cólera por la
sola mención de su único hijo Garabet, facilitó datos extraordinarios que
arrojan luces sobre las entrañas de una operación de contrabando de armas, donde
hubo participación de altos mandos del Ejército y del SIN. Un esquema del que no
se descarta la intervención del propio Vladimiro Montesinos.
"Falta poco para solucionar el problema que tengo aquí", dijo refiriéndose a su
situación de presidiario: "Cuando regrese a Ammán, entonces reuniré los
documentos que prueban la participación de oficiales peruanos del Ejército y de
Inteligencia. Esos papeles demostrarán que el gobierno de Jordania actuó de
buena fe y que no hubo nada ilícito. Todos los trámites fueron totalmente
legales".
EN CONTACTO CON EL SIN
La República también le entregó a Sarkis Soghanalian copias de los contratos
que según el gobierno peruano prueban la supuesta complicidad de altos
oficiales jordanos. En tono de humor, y haciendo sarcasmo de la versión que
dieran Fujimori y Montesinos en la conferencia de prensa del 21 de gosto, dijo:
"Si como dicen las autoridades peruanas fue una operación ilegal, ¿por qué
tendría que haber dado yo una factura? Esa versión no tiene consistencia. Esos
papeles demuestran que hubo negociación entre representantes del gobierno
peruano y de Jordania".
Cuando se le dijo que los firmantes por la parte peruana, José Luis Aybar y
Santos Cenepo Shapiama, presentaron credenciales falsas de capitán y comandante
del Ejército porque el primero fue expulsado de la institución de 1994 y el
segundo pasó al retiro en 1996, Sarkis Soghanalian no pareció sorprenderse.
"Para nosotros Aybar y Cenepo eran oficiales del Ejército peruano porque
presentaron papeles que así lo acreditaban", aseveró: "La inteligencia militar
jordana llamó por teléfono al Servicio de Inteligencia Nacional de Perú y
preguntó si los papeles y la identidad de los señores eran verdaderas, y ellos
respondieron de manera afirmativa. Con esas garantías, aceptamos trabajar con
Aybar y Cenepo".
PUERTAS ABIERTAS
"Por otra parte, cuando estuvimos en Lima, yo ingresé a importantes bases
militares. Aybar tenía documentos que lo autorizaban a ingresar a donde
quisiera", dijo Soghanalian: "Tengo forma de probar absolutamente todo lo que
digo".
En la entrevista con Soghanalian participó Jeff Moag, funcionario de la National
Security News Service (NSNS), una institución especializada en facilitar a
periodistas información vinculada a temas de seguridad. Moag, cuyo organismo
contribuyó para la realización de la reunión, preguntó si los Estados Unidos
estaba enterado de la venta de armas a Perú. El vendedor de armas dijo:
"Jordania es un aliado de los Estados Unidos y todo lo relacionado al tema es
de conocimiento de los norteamericanos". "Si la venta hubiese sido ilegal,
Jordania simplemente no habría aceptado participar. Cumplimos todas las
exigencias de la ley. No violamos ninguna norma. Fue una venta de gobierno a
gobierno. Yo sólo facilité la operación", dijo Sarkis Soghanalian. "Jamás vendí
armas a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, como dicen los señores
Fujimori y Montesinos", resaltó con energía: "Nosotros no vendemos armas a
movimientos ni gobierno de izquierda. No tengo en mis registros ningún
antecedente que diga que yo hice ventas ilegales. Yo soy conocido en el mundo
porque vendo armas dentro de la ley".
En 1992, Sarkis Soghanalian fue condenado a seis años y medio de prisión por una
corte federal estadounidense que lo halló culpable de vender a Irak más de
medio centenar de helicópteros Bell de supuesto uso civil. Después se comprobó
que las naves fueron adaptadas para el combate bélico. Sin embargo, en menos de
dos años, Soghanalian salió en libertad al canjear información sobre sus
contactos. Desde entonces, está bajo amenaza de muerte de Saddam Hussein, que ya
intentó asesinarlo en alguna ocasión.
FUJIMORI EN LA AGENDA
"Si las armas no llegaron al Perú y las tienen en su poder las Farc, esa es
responsabilidad del gobierno peruano", señaló Soghanalian: "Yo no puedo ser
responsable del destino de unas armas que compró gente del gobierno peruano. Yo
he visto con mis propios ojos, en el Cuartel General del Ejército y en el
Servicio de Inteligencia Nacional, que José Luis Aybar era un hombre del
gobierno. Ahora dicen que falsificó documentos, y que no era tal o cual, ¡Pero
si a él (Aybar) le abrían las puertas de las bases militares para que yo
entrara".
Sarkis Soghanalian expresaba ansiedad para obtener su libertad "todo parece
indicar que será el próximo mes" y reunir las pruebas para defender su
inocencia. Es un tipo bonachón de cejas espesas, bigote grueso y canoso, además
de enormes ojos y pausado hablar. Cuando observó la foto de José
Luis Aybar, exclamó: "Pobre José". Se sorprendió cuando le indicamos que toda
su familia estaba involucrada. También reconoció al traductor, el franco-español
Juan Manuel López Rodríguez. Y preguntó quién era Hilda Smith Maguina, cuya
fotografía también aparecía en el organigrama de la organización de traficantes
de armas.
"Es la esposa de Juan Manuel López", respondimos. "Qué horror", se lamentó
Soghanalian: "Mañana van a decir que también estuvo metida mi esposa. Todo esto
es una locura". "Yo no puedo ser responsable por los errores de Fujimori",
indicó Soghanalian: "Si el presidente no puede controlar a sus militares y a su
servicio de inteligencia, ese no puede ser mi problema. Si no puede controlar
sus aeropuertos, ni a sus hombres de confianza, tampoco puede ser mi problema".
Preguntado si sus anfitriones peruanos le consiguieron una cita con el
presidente Alberto Fujimori, Soghanalian respondió después de varias
insistencias: "Tenía una cita programada", dijo. "¿Se realizó el encuentro?",
indagamos. "Había una cita pero no se realizó por razones que ahora no puedo
explicar", sostuvo: "Yo los he ayudado con alguna información, pero no es toda
la información".
[Fuente: Diario La Republica por Ángel Páez/Unidad de Investigación Los
Angeles-Estados Unidos
(Enviado especial)]
FUE UN OPERATIVO DEL SERVICIO DE INTELIGENCIA NACIONAL PERUANO PARA
DESESTABILIZAR A COLOMBIA
1. Desde que en 1998 el presidente Pastrana inició el proceso del diálogo con la
subversión colombiana, el gobierno peruano en declaraciones públicas de A
Fujimori, denunció que aquel era un camino "ingenuo" e imprudente, y ordenó la
militarización de la frontera ante el asombro del continente.. EL propósito era
claro: mantener como única alternativa el modelo represivo autoritario empleado
por el gobierno golpista del Perú.
2. Para generar el caos y el fracaso de la propuesta del presidente Pastrana,
se Comisionó al coronel Manuel Aybar, jefe de la Dirección Nacional de Seguridad
de Dignatarios (dependiente del SIN) y encargado con otros de la seguridad
personal de Vladimiro Montesinos, para aprovisionar masivamente con armas a la
guerrilla colombiana. El coronel Manuel Aybar, empleó en el operativo a sus
sobrinos, los militares Luis Frank Aybar Cancho (miembro de la Dirección de
Seguridad de Dignatarios), brigada militar policial, y Luis Aybar Cancho, agente
del Servicio de Inteligencia Nacional, cuyo carnet ha sido publicado por los
diarios de Lima.
3. Con la ayuda decisiva del general Luis Mayaute, agregado militar en París, y
con documentos falsos fraguados en el Servicio de Inteligencia Nacional, los
hermanos Aybar que fueron presentados a Vladimiro Montesinos por el coronel
Manuel Aybar, tomaron contacto con funcionarios y militares de Jordania.
4. Jordania fue escogida por el Servicio de Inteligencia Nacional por no tener
representación en el Perú, como si la tienen, Argelia, Marruecos o Líbano, a los
que también se hubiera podido comprar fusiles rusos usados. De esta manera se
eliminaba una posible verificación por funcionarios
jordanos en Lima.
5. Manuel Aybar y sus sobrinos Luis Aybar y Frank Aybar, han participado en
otros operativos del Servicio de Inteligencia Nacional. Por ejemplo, los tres
son accionistas de la empresa COPERSAS SA, órgano de fachada del SIN que pagó el
desplazamiento y alojamiento de 600 policías vestidos de civil en los hoteles de
Lima el 28 de julio pasado. Los Aybar son también accionistas de otra sociedad
fachada del SIN, NIKKON SA, que entre otros operativos fue la encargada de
trasladar los datos y ánforas en las últimas elecciones generales.
6. Con la ayuda de una empresa bielorusa vendedora de armas y aviones al Perú en
1995 y 1996 (contacto brindado por el SIN), los Aybar (originalmente de
condición muy humilde y sin relaciones sociales que lo permitieran) lograron
contratar pilotos rusos y aviones de esa nacionalidad.
7. Ellos han declarado al producirse el escándalo y su captura: a) que
Vladimiro Montesinos tenía conocimiento de la compra y del destino. B) que se
les había informado que eran fusiles para el ejército peruano pero que era
preciso lanzar la carga en paracaídas para que no fuera detectada por
el gobierno norteamericano. No es descartable que esta afirmación fuera el
argumento proporcionado por el SIN como justificativo.
8. Pero paralelamente, y esto es lo más grave, el Servicio de Inteligencia
Nacional inició, en 1999 el internamiento en Colombia de 30,000 granadas de
guerra, muchas de ellas utilizables por el fusil Kalashnikov mediante el uso de
tromblones, también arrojados sobre territorio colombiano. Las granadas fueron
sustraídas sistemáticamente de los cuarteles de la 1era Región Militar,
limítrofe con Ecuador y de la 5a Región Militar limítrofe con Colombia.(El
general inspector de la Primera Región Militar ha iniciado la investigación) El
28 de agosto último, fue denunciada y conocida periodísticamente la pérdida de
esas granadas en esas regiones, que han sido introducidas en Colombia. El
domingo 3 de Septiembre, por ejemplo, el ejército colombiano interceptó un camión
que trasladaba 200 de estas granadas. Otro lote de armas fue introducido a
través del Ecuador por el
suboficial Morales Cardozo y el cargamento más importante fue enviado por mar a
través de Panamá donde el 7 de Septiembre ha sido descubierto un cargamento de
8,032 granadas rusas (la prensa ha informado sobre el tema).Con el
aprovisionamiento de 30,000 fusiles y 30,000 granadas, el Servicio Nacional de
Inteligencia del Perú espera consolidar la alternativa represivo-militar como
única alternativa, elevar al gobierno de Fujimori al nivel de guardián de la
seguridad regional, debilitar el Plan Colombia de Bill Clinton y consolidar el
apoyo de la opinión pública peruana ante la incapacidad de los gobiernos vecinos
para terminar con el problema subversivo.
9. El gobierno norteamericano, en conocimiento de estas acciones, ordenó a su
embajador en Lima, John Hamilton, hacer trascender los datos. Ante ello, en una
apresurada conferencia de prensa y para encubrir a su asesor que participó en
ella, Fujimori "denunció" a una mafia narcotraficante, autora
del contrabando de armas en Colombia. De esta manera se adelantaban al escándalo
y ordenaron el enjuiciamiento por tribunales militares a los Aybar y demás
mencionados porque de esa manera se logra un hermetismo absoluto. Ningún
contacto habrá de la prensa con los Aybar, que serán condenados a cadena
perpetua por un tribunal sin rostro y sometidos a incomunicación total; como en
1996 ocurrió con el narcotraficante EL Vaticano, quien declaró haber pagado
durante 5 años a Montesinos para proteger sus envíos.
10. El sometimiento de militares retirados a un tribunal militar es
incostitucional pero se hace para mantener en el secreto el siniestro operativo
del SIN, el sistema de inteligencia de Montesinos.
11. Además debe tenerse en cuenta que 30,000 fusiles Kalashnikov y vendidos como
sobrante por Jordania, no cuestan más de 1 millón 500 mil dólares en total (50
dólares cada uno) y que esta cifra no justifica para una mafia narcotraficante,
el complejo operativo de alquiler de aviones soviéticos y de técnicos
especializados en paracaidismo, de traer desde el otro lado del mundo una
mercadería voluminosa y de poco valor. 50 kilos de clorhidrato de cocaína tienen
el mismo valor que 180 toneladas de fusiles de acero. Lo que demuestra la
ingenuidad del argumento de Alberto Fujimori.
11.- Debe denunciarse los vínculos de los Aybar con el SIN, debe exigirse que el
juicio sea civil y público para evitar el ocultamiento que prepara el gobierno
peruano, una rápida verificación comprobara que las granadas descubiertas en
Panamá fueron enviadas desde el Perú, como también lo fueron las encontradas en
camiones dentro de Colombia y Ecuador.
[Fuente: Versión enviada al Equipo Nizkor por aproded@yahoo.com el 16sep00]
From: Editor Equipo Nizkor nizkor@teleline.es
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